¿Princesas? No lo creo

I: Familia

Cada princesa fue asignada a una familia humana de confianza "los guardianes" ellos, al igual que los protectores debían dar inclusive su propia vida para protegerlas, también las criarían como si fueran sus propias hijas, pero sobre todo mantendrían unidas a las cinco princesas.

Hilary fue otorgada a los guardianes Megan y Fernando, jóvenes mortales, pertenecientes a la clase media y de las pocas personas que veía sonreír a la pequeña.

Fátima fue criada en una familia de clase social alta no eran millonarios, pero temían lujos, sus guardianes tenían una joyería y se encargaron de llenar de lujos y joyas a la joven princesa.

Valentina por otro lado le toco una familia dedicada al cultivo y la agricultura, la pequeña adoraba sentir la brisa acariciar su piel.

La princesa Acua no podía quejarse tenía una casa con vista al mar, la playa cercana y una pareja que la quería tanto como si fuera su propia hija, no podía pedir algo mejor que eso.

Tania sin duda era la perteneciente a la mejor familia, sus padres eran ricos y la trataron tal y como lo que era, una princesa, le daban todo lo que la pequeña les pedía inclusive podría llegar a pensarse que la tenían demasiado consentida.

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El cumpleaños número cinco de las pequeñas princesas se aproximaba celebrando un año más de paz.

- Una fiesta de princesas ¿mi vida estas seguras de lo que quieres? - pregunto la guardiana de Tania

- Claro mami eso quiero para mi cumpleaños de cinco años -dijo la pequeña niña mostrando los cinco dedos de su mano

- bueno Tania si es lo que quieres- termino por acceder su padre

- ¡si! voy a ser una princesa- saltaba de alegría la pequeña princesa de Naturaleza

-Pero compartirás la fiesta con tus otras cuatro amigas ¿entendido? -le recordó su madre

- solo si yo tengo el vestido más hermoso y la corona más grande- condiciono la pequeña

- tenlo por seguro pequeña- dijo su padre entre risas.

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El día de la fiesta había llegado tras semanas de planificación, los guardianes de la princesa de tierra habían pagado por todo y las princesas vestían enormes vestidos cada uno al gusto de las niñas.

Todo transcurría con normalidad, los niños corrían por todas partes, todos querían probar el pastel y las anfitrionas iban de un lado al otro con sus hermosos vestidos.

- ¡quiero quitarme esto! - se quejaba la pequeña Fátima removiendo la manga de su vestido

- No Fátima, es nuestra fiesta debemos vernos acorde - decía sería la princesa de hielo

- Pareces mi mamá Hilary- le reclamó- hablando de mamá iré a buscarla le diré que quiero quitarme esto- la pequeña Hilary rodó los ojos ante los caprichos de su amiga. Hilary siempre había sido muy madura para su edad algo que era de esperarse al pertenecer al reino de Frío además de ser por un día la mayor de las cinco.

La princesa de hielo decidió alejarse un poco de la fiesta más en específico de los niños que corrían con las manos llenas de pastel y amenazaban con manchar su vestido.

- yo no quería esta fiesta - se decía así misma- Acua y yo ya teníamos planes íbamos a hacer la fiesta en el lago era el lugar perfecto pero en cambio obtengo un jardín con flores y mariposas las cosas favoritas de Tania –la pequeña princesa estaba tan distraída que sin darse cuenta se había alejado lo suficiente de la fiesta que había llegado a su lugar favorito, el lago, se sentó en la hierba y observó con deleite como caían pequeños copos de nieve cosa que era por demás extraño ¿nieve en verano? pero la princesa no nota la rareza, si había nieve ella no iba a quejarse dado que le encantaba.