Capítulo 9

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 Jane se encontraba en su "celda de cuatro paredes verde agua, moribunda bajo una eternidad de castigos", así lo había explicado ella; exagerando un poco...Hacía calor y solo tenia sus libros y algunas hojas y lapices para divertirse porque le habían sacado: su computadora, su celular, el teléfono y por sobre todas las cosas: no se podía juntar con amigos. Aunque esto último la divirtió porque la palabra "amigos" tendría que ser reemplazada por únicamente "Allen".

Si bien habían pasado sólo dos días de su penitencia, lo que más la irritaba y entristecía era no poder ver a Allen. Claro que se conformaba de igual forma porque todos los días, al mediodía y, luego, a las cuatro de la tarde, Allen aparecía cerca de la casa y le arrojaba un papel envuelto en una piedra hacia la ventana de Jane para que estuviesen comunicados; entonces sus días de sufrimiento encerrada allí muchas veces se le hacían llevaderos gracias a la espera de un nuevo misterioso mensaje de Allen. Agradeció que por lo menos había un reloj en la habitación.

-Y...-Jane miró hacia el círculo de madera con agujas continuamente moviéndose que señalaban, en aquel momento, las 12:00 hs.-...ahora.- Sí, ahí estaba, la piedra con un nuevo papel. Amaba esa puntualidad de Allen porque la hacía sentir importante para él.

Esta vez no solo cayó una piedra con un papel en su pequeño balcón luego de la ventana, sino que seguido de eso una bolsa la sorprendió con...¡chocolates!. Y gomitas, y chicles, y caramelos, y una pulsera hermosa. Jane abrió sus ojos y por ende sus labios formando una enorme sonrisa. Corrió hasta la ventana y luego hacia el pequeño balcón y miró hacia abajo pero no había nada, Allen se había ido. Aunque no se decepcionó. Siempre hacía eso...se iba apenas tiraba las cosas hacia su ventana...Jane lo sintió más a propósito; era su "juego".

-Okay...-Agarró la bolsa y la piedra, y miró por última vez hacia el exterior. Sonrió.- Gracias Allen.- Ya estaba volviendo hacia adentro de su habitación cuando luego de pensarlo, se detuvo y agregó.- Podrías haber puesto el mensaje de la piedra en la bolsa.- Se echó a reír.- Igual me gusta así.-

Entonces una vez dentro de la cárcel de cuatro paredes verde agua, se sentó en su cama y abrió, primero, la bolsa de golosinas con la pulsera la cual amó y se puso al instante. Íntimamente le volvió a agradecer. Y luego la piedra con el mensaje que comenzaba con "JaneJane" (no sabía por qué se le había pegado JaneJane pero era muy gracioso al leerlo, pensó). Seguía así:

En principio, espero que de alguna manera, lejana e indudable, estés divirtiéndote. No, espera, ya se que no. Lo que realmente espero es que tu envidia hacia mi porque mis tíos no me hayan castigado tanto, mejor dicho: nada, no te esté consumiendo y para que luego no me odies te compré estas cosas (en la bolsa blanca).

Bueno, hablando en serio...necesito verte. Nunca pensé "necesitar" verte pero lo necesito y por sobre todo lo quiero así que espero en serio verte muy pronto y no dejar que te metas de nuevo en problemas porque no lo soportaría otra vez más. Y eso que solo pasaron dos días. Por si te preguntas...paso todo el día en mi habitación con la guitarra o en el parque, con la guitarra también.

Creo que no soy muy bueno escribiendo y no puedo expresarme bien pero bueno...te extraño.

Aquí esperándote,

Allen.

Las ganas de verlo que Jane tenía aumentaban severamente cuando leía sus cartas. Lo que más le gustaba era imaginárselo escribiéndolas y pensándolas para ella. Le daban ganas de saltar por la ventana, pero cayendo sobrenaturalmente, y correr y correr hasta Allen.

-Jany.- Claro que sus pensamientos siempre tenían a Melany interrumpiendo. Y solo se acercaba para burlarse de ella; ya no aguantaba su voz.- ¿Tratando de escapar con Al nerd?.- Iba a explotar. Hasta en ese momento pensó en que si explotaba, Melany explotaba con ella...pero tranquilizó sus pensamientos asesinos.- ¿Ya se besaron? ¿Se lavó los diente...Espera. Te lavaste tu los dientes, ¿ah?...no importa...-

Te volveré a verDonde viven las historias. Descúbrelo ahora