De lo que menos hubiese creído Jane era que la iba a pasar bien en una fiesta, y más en una que realmente tenía buenas razones de por qué no quería ir. Pensó en que, tal vez, por fin encontraba un amigo; trató de no pensar en la distancia, sino que simplemente encontró un amigo...todo de ella empezaba a cambiar porque, ¿qué era eso de confiar tan rápido en alguien? ¿un amigo? ¿qué sabe lo que es tener un amigo si nunca en su vida tuvo uno?, pensaba. De igual manera se sentía distinta y no solo eso, sino que le gustaba. Le gustó pasar esos minutos con Allen, le gustó divertirse en una fiesta sin tener que seguir la rutina que la mayoría tomaba que era alcohol-chicos-chicas-baile-fumar-hablar estupideces y mentiras sobre los demás. Lo cierto era que no podía dejar de pensar en tres simples cosas: Uno, en que nunca más tuvo la sensación de ahogo en la fiesta llena de gente luego de que encontró a Allen; dos: se había sentido increíblemente genial cuando le vació la jarra de jugo en la cabeza del estúpido que había estado molestando a Allen; y tres: en la irritante y extremadamente perfecta y contagiosa risa de Allen. Y llegó a la conclusión que de alguna cierta e increíble manera, en lo que no podía dejar de pensar en verdad era en Allen.
-¡Ay!- Algo comenzó a vibrar bajo sus piernas recostadas en la cama de su cuarto. Reaccionó y vio que era su teléfono, y contestó.- Em...¿si?.-
-Bueno ya tengo una pregunta, en estos casos, ¿por qué contestas en español si casi todas las personas que te rodean lo que no hablan es español?.- Jane sonrió.-
-Tal vez sabía que eras tu el que llamabas, ¿no?.- Hubo un corto silencio al otro lado del teléfono. Jane podía escuchar su respiración por momentos, tal vez se estaba riendo.- Está bien, no lo sabía.-Volvió a sonreír.-¿Y cómo sabías que este era mi número?.-
-Bueno...- Pausa.- Bueno, está bien, no relaciono mucho con la gente y me olvidé por completo en pedirte el número hoy así que...mi primo al parecer se quedó encantado contigo y le "robé" el papel donde tenía anotado tu número.-
-¿Qué?.- Agregó Jane entre risas.-
-Si, no se qué le hiciste hoy. Pero no te preocupes, mañana viene otra y se le pasa...- Jane, aquí, si se echó a reír, y Allen paró de hablar.- Me gusta tu risa.-
-¿Qué?.- Jane frunció sus cejas mientras mantenía una sonrisa de punta a punta en su rostro. De alguna manera pudo sentir como Allen se ponía nervioso y tragaba saliva.-
-Que me gusta tu risa.- Ahora la que tragaba saliva era Jane. Escucharlo una vez más la hizo poner nerviosa incluso al otro lado del teléfono, lo más inteligente que pudo hacer fue seguir con el anterior tema.-
-¿Pero cómo obtuvo tu primo mi num....?.- Se detuvo un segundo y siguió.- Melany.-
-Exacto.-Jane soltó un suspiro.- Así que no te sorprendas si te llega un mensaje coqueteador de un número desconocido.- "Mensaje coqueteador" se repitió Jane en voz baja y volvió a reír.- No, espera, mejor sí. Sorprendete y no contestes.-
-Gracias por cuidarme aunque se qué hacer en esos casos.-
-No, simplemente lo dije para que nadie más quiera ocupar el tuyo.- Jane no entendió aunque esperó y volvió a repetir lo que había dicho Allen en su cabeza.-
-¿Ocupar?, ¿mi qué?-
-Sí, tu corazón.- Jane abrió sus ojos mientras otra sonrisa se formaba en ella.- Ya se supone que me lo estoy ganando yo y no me gusta competir.- Jane seguía con su cara de asombro pero le agregaba una pequeña sonrisa, aunque no muy convencida.- Aunque si tuviera que competir, competiría por...-
-Eres patético.- Ahora los dos reían hasta que algo los interrumpió. Un sonido. Alguien tocaba a la puerta de Jane.- Espera.- Dijo en voz baja.-
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Te volveré a ver
Fiksi RemajaJane Adams es una adolescente particular, con sufrimientos jamas contados y una rebeldía como consecuencia de dolor. Gran gran parte de su vida cambiará cuando conoce a Allen, un chico totalmente diferente a ella pero el cual los dos juntos pueden l...