Capítulo 25

252 16 0
                                    

-¿Vas a seguir sin hablarme papá?-Se gira y me mira de reojo. Pongo los ojos en blanco y suspiro.-¿Enserio?-estoy alucinando por el comportamiento tan inmaduro que está llevando conmigo. Mi mente se arrepiente de haber hecho que mamá nos deje solos para convesar y arreglar nuestras grandísimas diferencias. No, espera. Arreglar su no existente diferencia ¡Solo fue una decisión mía!

-Papá, porfavor. Solo quiero que me digas que todo está bien.-Insisto a pesar de que ya no me quedan fuerzas, ni me quedarán para enfrentar todo lo que me espera en Londres. Aparto ese amargo pensamiento de mi mente y vuelvo a mirar a papá.
Termina de guardar sus últimas pertenencis en el maletín y las coloca frente las cosas de mamá.

Necesito que sea razonable, que vea las cosas desde mi punto de vista. Desde la verdad.

-Cherise, ¿Sabes lo que has conseguido con eso?-Pregunta mirándome a los ojos. Por primera vez en muchas horas, pero su mirada aterroriza. Niego con la cabeza formulándome si fue o no buena idea arreglar las cosas.

-¿La decepción de los Lexter?.-pregunto casi convencida.

-No, has conseguido destruir tu futuro.-Debía haberlo sabido. "Mi futuro"

-Papá ¿Cómo sabes que Alex era mi futuro?-Tengo muchas ganas de saber que les lleva a esa conclusión. Se acerca y me coge de las manos.

-Estoy seguro de que Alex es tu futuro hija. ¿Quién mejor que él?-Se me ocurre decir Giancarlo, pero sería matar a todos los pájaros del nido.

-No sé..., pero estoy segura de que no le quiero como él a mi.

-Tu crees que no. Estas muy ocupada con el trabajo, las clases, la universidad. Estas muy ajetreada y seguramente estas confusa.-Podría tener un poco de razón, pero si sé lo que quiero, y es Giancarlo.

-Puede ser, pero no hubiese sido feliz como tu y mamá hubieras querido.-Nunca he podido verme más allá con Alex, vivir juntos, tener hijos, unir nuestras vidas,...
Solo tenía claro que él estaría en mi futuro, fuera lo que fuera o hiciese lo que hiciese. Ahora me doy cuenta de que a lo mejor mi futuro no le pertenecía a él, no era suyo. No se planea, y aunque me duela tanto hacerle daño, no pienso cambiar las cosas.

-Tampoco eres feliz ahora.-Murmura antes de avisar en recepción que está listo para marcharse. ¿Cómo voy a ser feliz? Intento fallido. ¿Cómo he podido tener tantas esperanzas en que este hombre comprenda? Al final todos terminan rindiéndose, es Philip Coleman, el gran intimidante. Pongo los ojos en blanco y camino dirección a la puerta.

-Buen viaje papá.-Me mira sin decir nada, tampoco espero respuesta. Abro la puerta y salgo sin decir nada más.
No quiere escucharme, no quiere entenderme, no quiere ver las cosas de la única manera. Es un testarudo, orgulloso. Es mi padre.

Encuentro a mamá en el bar, junto a Evan y Peggy. Sonrio tristemente, debía haber esperado a tener este encuentro en Londres. Ahora me siento peor de lo que me sentía, y eso no es bueno porque ese sentimiento no me dejará disfrutar de lo que me hace feliz.

-¿Qué te ha dicho cariño?-No tarda en preguntar mamá. Me siento junto a ellos en la barra, donde Peggy y Evan esperan con ansias mi respuesta. Les miro.

-No quiere entrar en razón.

-Me lo imaginaba.-Me encojo de hombros sin importancia. Al menos lo he intentado.-No te preocupes hija, le costará asimilarlo, pero mientras eso pase replantéatelo...-Dedico a mamá una casi mirada asesina. Se encoge de hombros inocentemente.

-Porfavor mamá, no empieces.

-Yo creo que debes dejarle tiempo. Espera a volver a Londres.-Me gusta la idea de Peggy, se parece mucho a la mía.

¿Te Arriesgas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora