(Capítulo Especial) Maldito Cabrón

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Vuelvo a poner los ojos en blanco. Cherise me mira de reojo.

-Te he visto.-Mierda. Lo sabía.

-La próxima vez seré más discreta.-Murmuro encogiéndome de brazos. Ahora es ella la que pone los ojos en blanco. Suelto una pequeña risita.-Tú también deberías serlo.-Bromeo.

-No entiendo porque no quieres venir.-Suelta al final.-Nos lo vamos a pasar genial.-Vuelve a decir.

-Te lo vas a pasar genial.-La corrijo. Me vuelve a mirar de reojo.

-Los padres de Alex no tienen ningún problema. Es más, están encantados de que tú y Evan vengais. Leander también va.-Me avisa con complicidad. Frunzo el ceño.

-¿Quién coño es Leander? Y sí, me creo lo de los padres de Alex, pero no sé porque insistes si sabes muy bien que a él no le caigo muy bien que digamos...-Es mutuo. Desde que conozco a Cherise su perro faldero, Alex, no ha sido santo de mi devoción. No sé, parece que quiere ser el único en la vida de Cherise. ¡Por Dios! ¡Ni que se vaya a casar conmigo!
No, no me soporta. Y lo peor de todo es que siempre me lo demuestra. Siempre echa esos comentarios raros e indirectamente directos, a los que siempre respondo sarcásticamente. Después se hace el santo enfrente de Cherise, y ésta nos sonrie haciéndose la tonta. Si no fuese porque a Evan le hace ilusión ir esa enorme casa de campo que tienen los Lexter, no me hubiese animado a ir. Y también lo hago por Cherise, porque sé que también la hace ilusión que vayamos y lo pasemos bien. "Y lo pasemos bien" me vuelvo a repetir mentalmente.

-Sí le caes bien, es solo que Alex es un poco complicado.-¿Un poco complicado? ¿Complicado? Es imbécil directamente, pero eso no lo digo en alto. La podría molestar un poco. Además, siempre se enfada cuando la digo que debería conocer y abrirse a más personas (chicos) porque siento que se está perdiendo algo. Algo grande. Pero bueno...es decisión suya, y mientras sea verdaderamente feliz la apoyaré siempre. Y al menos reconoce que el problema no es mío... Sonrio satisfecha.

-No te preocupes, les dedicaré a todos mi mejor sonrisa.-La ensayo.-Aunque me odien.

-No, la de los dientes no.-Se queja divertida.-Y no te van a odiar. Deja de decir tonterías.-Me encojo de hombros graciosa y vuelvo a ensayar esa sonrisa malévola mía.

-Sí, la de los dientes sí.-La guiño un ojo y nos partimos de risa.

................

Termino de hacer mi pequeño bolso de viaje. No he llevado muchas cosas ya que sólo estaremos tres días. Tres largos días...
Unos cuantos pantalones, dos jerseys, unas botas de campo, un par de zapatillas y un pijama. Lista. Eso sin contar una toalla, mi cepillo de dientes, mi brocha de pelo, y mi crema para ojeras.
No creo que vaya a necesitar algo más. ¿Qué se hace en el campo? Ni idea, y dudo que Cherise lo sepa. Seguramente pasaremos horas bajo la chimenea charlando sobre temas poco interesantes. Comeremos comida cara en el gran comedor en silencio, y saldremos a dar una vuelta por el frío bosque de al lado. Todo en familia. Me rio.
Ayy Peggy harrys, deja de ser tan pesimista. Solo intenta pasártelo bien. Fueron tantas las veces que le pedistes a papá que te llevara al campo a pescar, y el día que por fin aceptó y tenía tiempo libre para ti fue cuando sucedió...ya sabes...el accidente. Pero bueno, ¡Por fin vas al campo! Y aunque no sea en grandísima compañía (a excepción de Cherise y Evan), vas a ir... Y podrás sentir el aire que se respira, la brisa fría que flota, el color de la luna, y todo lo demás.
Así que...¡Venga, ánimos!

Me vuelvo a retocar el pelo y lo coloco en una perfecta y desordenada cola de caballo, dejando el flequillo a su suerte y algunos mechones balancearse por mi nuca.

Dejo el bolso listo y le mando un mensaje a Evan. Ya se está tardando.

*¿Dónde estas?
Me responde al instante.
*De camino.
*Tráeme una bolsa de doritos.
*¿De queso?
*No, las de picante.
*Wow, alguien está molesta hoy.
*Cállate y ven ya. Trae la bolsa de doritos.
*Vale. Hasta ahora.
*Hasta luego.

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