5:00 pm
Yo seguía conduciendo y todo se encontraba en silencio, habían pasado 4 horas desde que escapamos del edificio.
- ¿Quieres que conduzca? - Me preguntó Nathan.
- Si...- Digo todavía intranquila.
Paro el coche, suspiro y abro la puerta, cambié lugares con Nathan y seguimos nuestro camino. Todo siguió en silencio.
7:00 pm
- Papá, tengo hambre... - Dijo Dany a su papá.
- Paremos a comer algo - Dijo Aaron.
Nathan paró el coche sin decir ni una palabra. Todos bajamos excepto el, no le di importancia, y no quería molestarlo, seguramente estaba enojado o solamente quería estar solo.
- Bien debemos buscar algo para hacer fuego...- Dijo Frank
- Yo tengo un encendedor solo hace falta leña. - Respondió Mario
- Iré a buscar - Tome mi cuchillo y un machete que llevaba Mario.
Al lado de la carretera se encontraban muchos árboles pero sus ramas estaban muy lejos de mi alcance, entonces me adentré un poco más en extremo silencio. Recogí algunas ramas y me dirigí de nuevo a la carretera. Encendimos la fogata y pusimos las pocas latas que quedaban al fuego.
Nathan seguía dentro del coche, se veía pensativo, aunque casi inexpresivo. Me levante y fui con el a ver que le pasaba.
- Nathan, ¿no vas a comer? -
- No tengo hambre...-
- ¿Que te sucede? -
- No te preocupes solo ve a comer...-
Lo miré por unos segundos esperando a que respondiera mis preguntas, y pude notar que estaba pálido, su respiración era forzada, como si estuviese enfermo y le costara, ahora comienzo a sentirme preocupada, ¿será que no hace falta que un zombie te muerda para que te conviertas?, ¿que solamente con estar cerca de ellos te hace susceptible a que te infectes? Me asusté de mis propios pensamientos.
- Nathan, ¿te encuentras bien? te ves muy mal...-
- Si, estoy bien... sólo estoy cansado...- suspirando y llevándose su mano derecha a sus ojos.
En su brazo... había sangre, le cubría todo su antebrazo hasta el codo, quise pensar que era de un zombie, pero debajo de toda esa sangre se ocultaba una herida muy grande y profunda.
- Nathan, ¿Qué es eso...? ¿Te...? -
- No, no me mordieron... solo... me corte...-
- Déjame revisarte...-
Tomé un pedazo de tela y comencé a quitar la sangre de la herida, la cual seguía sangrando y mucho, pero me alivié, no era una mordida, era un corte, tomé el botiquín y vendé su herida lo mejor que pude.
- ¿Por qué no dijiste nada? Te estabas desangrando, pudiste haber muerto!-
- No quería que se preocuparan más por mí, además pensé que no era una herida tan grande, no les digas a los demás.-
- Ok, no les diré.-
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La vida me enseñó a ser así
HororMarissa Turner 15 años, New York, Estados Unidos. Una chica normal con miedo a que su celular se quedara sin batería, en tener la mayor cantidad de amigos posibles, en verse bien para ser aceptada, en tener un novio para las vacaciones...Que estúpid...