Sugar | ChenMin.

7

Minseok.

Ustedes tal vez esperaron que mi situación con Jongdae sea incómoda, ¿verdad? Bueno si pensaron eso quiero decirles que están en lo incorrecto. A mí también me sorprendió lo bien que nos habíamos comenzado a llevar, pues no me sentía tan cómodo en mucho tiempo.

Jongdae me hacía regresar a mis tiempos de cursileria, a esos tiempos donde era un chico con ilusiones, que vivía pensando que el amor era un cuento de hadas. De alguna u otra manera me gustaba la sensación de regresar, pero esta vez era diferente. Lo que sentia era diferente. Él no es amargo, él es dulce, dulce como el azúcar, es diferente a aquellos que rompieron mi corazón en pedazos.

Por eso me enamoré de él.

Y es una de las mejores cosas que me han podido suceder.

Kim Jongdae había sido capaz de hacer que me enamoré nuevamente, pero esta vez no sentía dolor, sólo sentía una inmensa alegría que inundaba mi pecho cada vez que estaba conmigo.

Aun no se lo he dicho, soy tan cobarde que apenas quiero decirle algo comienzo a balbucear y mi rostro se pone más rojo que una manzana. Quiero decirle lo que siento, pero las palabras no salen de mi boca, odio ese nerviosismo mío.

—Tierra llamando a Min — gritó Jongdae agitando su libro frente a mí. Me había puesto a pensar mientras él me hablaba sobre el prólogo de uno de sus nuevos libros.

— ¿Ah?

—MinMin, últimamente andas muy pensativo, ¿está todo bien?— preguntó sentándose en el espacio de mi cama vacío frente a mí, que estaba sentado mirando en dirección a la aburrida pared de al lado.

— E-ehm, no lo sé.

Ahí aparecía ese rubor nuevamente.

— ¿No lo sabes?

— Está todo bien, sólo extraño a mis padres — respondí, en parte no estaba mintiendo si los extrañaba, apenas podíamos hablar por mensajes.

— Lo lamento, debe ser difícil la distancia — respondió tristemente, él era tan emotivo con todo que hasta parecía más afectado que yo. — Pero debes sonreír, tus sonrisas son hermosas.

Mariposas váyanse de mi estómago.

—¿H-hermosas?

— Sí, son hermosas —respondió sonriente. —Me gusta cuando sonríes.

¿Ven a lo que me refiero? Él es increíblemente dulce, no sé cómo no lo conocí antes. Tenia pensado decirle lo que sentía hoy, pero después de todo eso me sentía más nervioso que nunca.

— Jongdae.

—¿Qué sucede Min?

— ¿Puedo preguntarte algo?

— Ya lo estás haciendo, sí puedes.

Era ahora o nunca.

— ¿Te has enamorado de alguien? —solté, vi su rostro enrojecer y sus nervios eran notables. Sin contar que los míos eran el triple.

— Sí —respondió seguro. Espere que me mencione a algún personaje de sus libros, pero no fue así.—De ti, me enamoré de ti.

Eso fue todo. Me había quedado en un estado de sorpresa, no me lo esperaba. Bastó de unos segundos para que nuestros labios se unieran en un dulce y suave beso, se sentía especial.

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