Capitulo 6

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A medida que la noche avanzaba había cada vez más gente en la fiesta.

Fui a la cocina y tomé un vaso de vodka de arándano, era de color azul y su gusto era exquisito. Lo termine de un trago y me fui al living.

Tome de la mano al primer chico que vi sentado y lo lleve al centro del salón. En el camino tuve que pechar a algunas personas porque nadie se corría y aunque recibiera insultos no me importaba.

No me importo si el chico era lindo o feo, no me interesaba para nada su aspecto. Si era divertido y quería bailar con migo yo estaba mas que conforme.

Estaba sonando Dubstep, que era un genero de musica electrónica y uno de mis tipos de musica favorito.  No reconocí la pista que estaban pasando, pero era realmente increíble. 

Comencé a saltar por la excitación que tenía y el chico que había traído conmigo hizo lo mismo.
Se notaba que no era un atrevido como la mayoría de los chicos con los que había bailado en las fiestas anteriores ya que en ningún momento trato de manosearme ni besarme. Si algo de eso hubiera pasado se habría ganado una mano muy bien marcada en su mejilla.

Yo bailaba, saltaba, gritaba y me reía- no podía parar de reír, estaba eufórica-. Rebosaba de felicidad.

Miré la pantalla de mi celular y esta marcaba las 2 AM. Faltaba mucho para que la fiesta terminase y me estaba divirtiendo al máximo. Ya había bailado con al menos 10 chicos en una hora. Algunos se habían ganado mi mano marcada en su rostro por intentar lo que no debían.

Tenía muchísima sed. Bailar por una hora me exhausto pero no me había rendido, iba a seguir bailando pero antes precisaba algo para beber, lo que fuese.

Fui hacía la cocina por otro vaso de vodka. Tenía tanta sed que me tome tres vasos y me lleve otro para seguir tomando. Sabía que en una aproximación de 15 minutos estaría semi-ebria pero la verdad era que me moría de sed y el único trago de alcohol que me gustaba era el vodka de Arándano, ah y la cerveza, pero apenas la soportaba.

Me terminé el vaso que tenía en la mano mientras sentía el alcohol pasar y quemar mi garganta, descartando eso, el sabor era fabuloso.
Tiré el vaso hacía atrás sin importarme donde caería y volví al centro de la habitación; esa era mi revancha, bailaría con todas mis ganas.

No busque a nadie para que bailara junto a mi. Si alguien se acercaba a bailar conmigo estaba perfecto.

Comencé a moverme. Me libere completamente esa noche. Dejé que mi cuerpo se guiara por la musica sin importar nada. Mi sangre fluía por mis venas galopante. Sentía un tipo de adrenalina extraña- algo que jamás había sentido-. Sentía que el pecho me iba a explotar. Sentía que yo iba a explotar por esa asombrosa sensación.

Yo sonreía. Sonreía por que estaba feliz, porque me sentía completamente llena de algo que no podía explicar.
No sabía como decirlo, pero sentía un tipo de libertad desconocida para mi y eso se reflejaba en mi rostro y en mi cuerpo. Aveces las cosas desconocidas nos hacen querer más.

Miré al techo esperando a encontrar algo y me sorprendí al ver que era de vidrio. ¿Cómo no lo había notado antes? Podía observar la Luna allí mirando todo y las estrellas. Toque con la yema de mis dedos la piedra que colgaba de mi cuello y sonreí. Era algo habitual en mi hacer eso.

Yo seguía saltando con los chicos y chicas que habían a mi alrededor, que de hecho habían sido muy simpáticos y se habían puesto junto a mi a saltar y bailar compartiendo la euforia. La musica nos hacía explotar, la musica lo era todo.

Había perdido toda noción del tiempo y cuando mire el reloj eran las 4 AM. Para entonces ya había bebido unos cuantos vasos de vodka y caminaba tambaleandome.

Estaba cansada. Mis piernas me pesaban muchísimo y los pies me dolían. Mientras bailaba me había sacado las plataformas y las había dejado abajo de una silla. Fui hacía allí y las tome. No pensaba ponérmelas; mis pies estaban muy doloridos.

Me encamine hacia las escaleras. Precisaba recostarme o dormir en alguna cama si era posible.
Me sostenía de algunas personas que encontraba en el camino o de las paredes, el dolor y el alcohol no me permitían caminar correctamente.

Mientras subía las escaleras me tope con dos chicos.

-Oye, si que te gusta bailar, ¿Eh?- dijo el mas alto de ellos.

-No lo haces para nada mal- añadió el otro guiñandome el ojo.

-Y ella tampoco esta nada mal- le dijo casi en un susurro el que me había dirigido la palabra primero.

Los dos se echaron a reír por el comentario de este ultimo.

Yo como respuesta les dedique una sonrisa y les agradecí por sus cumplidos. Si hubiera estado sobria en ese momento, ni siquiera me habría quedado allí para terminar de escuchar lo que decían.

Continué subiendo las escaleras hasta llegar al primer piso. Camine por el pasillo y abrí una de las puertas.
Me encontré con una habitación completamente amueblada de blanco y negro y pintada igual. En el centro tenía una cama de dos plazas. Como no había nadie acostado acostado allí o dentro de la habitación entre y coloque mis cosas en un sillón que había al costado de la puerta. No encendí la luz del cuarto porque estaba demasiado ebria para buscarla y además entraba la luz suficiente por las gigantes ventanas de vidrio.

Tranque la puerta y me quite el vestido y la chaqueta de Jean quedándome solamente con mi ropa interior.
Saque mi celular del bolsillo de la chaqueta y lo coloque sobre la mesita de noche.

Me tape con las suaves sabanas blancas y puse mi cabeza sobre la almohada. Estaba muy cómoda, todo era muy suave y confortable.

Me quede observando la noche por la ventana y oyendo la musica que provenía de afuera y de el piso de abajo y en algún momento de todo aquello me quede dormida.


MidnightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora