Abrí mis ojos. Sentía como los cálidos rayos del Sol entraban por la ventana. Estiré mis brazos y piernas; había dormido muy bien.
Alto, alto, alto. ¿Qué hora era? Si el Sol ya había salido lo más probable era que me había quedado dormida y eso significaba que mis amigas ya se habían ido. A las 6 nos juntaríamos en la mesada de la cocina.
Flashes de la noche pasaban por mi mente. Me acordaba de absolutamente todo. Había estado ebria y me había olvidado completamente de poner la alarma en mi celular.-¡Rayos!- exclame.
Incliné mi cuerpo hacía donde estaba la mesita de noche para ver la hora en mi celular pero justo cuando hice el movimiento para tomar mi móvil una voz masculina hablo.
-Son las 11 con 5 minutos-.
Sorprendida dirigí la mirada hacía el lugar de donde había provenido aquella voz. No estaba sola en la habitación y eso me asustaba ya que había trancado la puerta. Mi corazón latía con fuerza por la sorpresa que me había llevado.
El chico estaba sentado en una silla y tenía la vista clavada en mi. Su rostro lucía indiferente, no había ninguna clase de emoción en el.
Yo no podía articular palabra y más cuando ese chico era Zack. Estaba tratando de que su presencia no me intimidara, pero no logre hacerlo.
No me imaginaba lo que sería capaz de decirme al saber que había dormido en una de las habitaciones si había discutido con el por tan solo haber subido a el tercer piso y entrar al baño.
Zack seguía con la mirada inexpresiva sobre mi.
-¿Cúal es tu nombre?-pregunto. Tenía la voz grave y profunda. Una voz que si no fuera el me hubiera encantado escuchar.
-B-b-b-blaire- tartamudee. No había podido controlar mi nerviosismo por su presencia. Nunca me había pasado eso.
-Escucha B-b-b-blaire- dijo burlandose de mi- para empezar, ¿Qué haces aquí?-.
Lo mire entornando los ojos. Nadie se burlaba de mi y menos un idiota como el. Decidí ser dura con el y hablarle como si no me importara en absoluto la reputación de su nombre. El chico "hermoso" por el que todas se morían. Eso no iba conmigo y se lo dejaría bien claro.
-No te importa que hago aquí y no eres nadie como para burlarte de mi, no me interesa en absoluto quien seas y tu estúpida reputación de "hago lo que quiero, estoy con quien quiero y duermo con quien quiero"- dije levantándome de la cama, no me importaba si me veía en ropa interior.
-¿Y tu que sabes sobre mi? No me conoces, Blaire- contestó.
-Te informo que todo el instituto sabe cada cosa que haces, estas en boca de todos- hice una pausa para añadir- Oh, ¿No lo sabías Zack?, pues así es- termine sarcásticamente poniendo las manos en mis caderas.
El no era un idiota y sabía perfectamente que todos hablaban sobre el, pero al parecer no le interesaba nada de lo que dijeran u opinaran sobre sus actos ya que no demostró sorpresa cuando solté aquellas palabras.
Se quedo en silencio sentado. Yo me di la vuelta para tomar mi vestido del sillón blanco y lo deslice por mis piernas y lo abroche. Luego, me puse las plataformas. El dolor en mis pies seguía presente.
-Lindas flores- dijo rompiendo el incomodo silencio. Se estaba burlando de mi ropa interior. ¿Qué no se cansaba de burlarse de los demás?
Me di la vuelta y estudié su expresión. Tenía sus labios curvados hacía un lado de su cara -Una media sonrisa-.
Hice caso omiso a su comentario y puse los ojos en blanco.
Tome mi celular de la mesa de noche y fui a la puerta. Antes de salir me di la vuelta para mirarlo. El seguía sentado pero no estaba atento a lo que yo hacía, miraba tranquilamente por la ventana el Sol y el Mar que tenía a su frente.
ESTÁS LEYENDO
Midnight
Teen Fiction-A la medianoche estaré ahí- dijo con una sonrisa cautivadora. -Dije que no quiero salir contigo- le contesté. Se acercó a mi y me miró a los ojos. Se quedo quieto y observándome. Era una persona indescifrable. Nunca sabría que se vendría luego de...