Capítulo 12

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El silencio se había apoderado de su garganta, no sabía que decir frente a esa pregunta, ya que después de todo estaba en lo cierto. Sakuno lo observaba con serenidad, temía que sucediera algo si lo decía. Suspiró, ella no dejaba de mirarlo y comenzaba a intimidarse por ello.

-¿Porqué no me lo quieres decir?

-¿Es necesario que lo haga para que lo confirmes?

-N-No...pero deberías hacerlo.

-¿Piensas que resolviendo este misterio todo estará bien? ¿Serás realmente feliz de ese modo?

-Me sentiré aliviada, supongo.

-Está bien...-Susurró buscando las palabras adecuadas para transmitirlo-Es cierto. De hecho ese recuerdo
de un día nublado en el Instituto en que querías decirme algo, realmente sucedió.

-¿Te lo dije?-Preguntó confusa

-Sí te declaraste y yo...te rechacé.

-¿Cómo fue?- Se sintió mareada, era cierto que había dicho esas palabras porque lo había inferido, pero no esperaba estar en lo correcto.

-¿No lo recuerdas con claridad?-Suspiró, no sabía como explicar los acontecimientos sucedidos aquel día

-N-No, tengo recuerdos borrosos. Estaba nublado y creo que Tomo-Chan me esperaba, pero...

-Yo estaba saliendo de la cancha, rumbo a mi casa, cuando apareciste inesperadamente. Estabas nerviosa y decías que tenías algo importante que decirme. -Susurró, examinando su reacción- Entonces lo dijiste con dificultad.

"T-Tú me gustas...mucho" Escuchó su propia voz proveniente de sus recuerdos, sonando como eco en su cabeza. Luego los latidos de su corazón se fusionaron a ello, recibiendo miles de recuerdos a la vez. Entre ellos, el de aquel día...que quería decirle a Ryoma que lo amaba antes que se marchara a América. Recordó entonces que tras haberle dicho eso, el ambarino se mostró frío como esperando que después de haberle declarado su amor se marchara de su vista. Pero como ella quería una respuesta, él atendió sus demandas sentenciando dichas palabras que hicieron que su corazón se estremeciera aún más "No siento lo mismo por ti", sintió como un escalofrio recorría su cuerpo, logrando paralizarla. Además de sentir un fuerte dolor en su corazón al recordar esa escena, cómo olvidarlo aquel día fue el peor de todos, cuando no sólo se había atrevido a decirle la verdad, sino también había sido despreciada por él...

-¿Me estas escuchando?

-S-Sí-Sintió deseos de llorar y luchó por no caer de rodillas ante todo lo que había sido transmitido a su cabeza.

-¿Lo has recordado todo?

-Sí...todo-Sintió deseos de huir, no quería seguir ahí frente a él, había sido humillada dos veces y ahora dolía mucho mas que la anterior. -Pero no te entiendo. ¿Porqué querías que te recordara si no sentías lo mismo por mi?

-Porque tu querías saberlo.

-No es cierto, tú también te ofrecías a hacerlo...-Susurró con un hilo de voz

-No tengas una idea erronea de mi, no he hecho todo esto porque haya cambiado mis sentimientos hacia ti ni nada parecido.

-No estoy pensando en eso. -La angustia volvió a ella. -Bueno, de todos modos...gracias por todo. - Desvió su mirada para caminar en sentido contrario.

-¿Gracias porqué?

-Por haberme ayudado a recordar quien eras en verdad, ahora creo que ya sé que camino tomar.

-¿Eh? ¿A qué te refieres?

La castaña se alejó sin decir una palabra bajo el crepúsculo anaranjado, dejando al ambarino confundido, parecía que había cometido un error al decirle la verdad, pero debía enterarse tarde o temprano.

Remember me, Ryuzaki Donde viven las historias. Descúbrelo ahora