Hola otra vez. Sé ya han pasado cuatro días desde nuestro "encuentro". Bueno la verdad es que no me ha pasado nada interesante según yo para registrarlo. Ha decir verdad hasta ayer...
¿Recuerdas te dije que casi todos los días tenía un recaída? Bueno ayer no fue la excepción. Y para sumarle fue en clases. Lo bueno de que haya sido ahí fue que gracias a eso conocí a una chica. Que por lo visto posee los mismos problemas que yo -si es que puedo decirles así-.
Para que te hagas una idea de cómo fue, te escribiré todo lo sucedido:
Estaba yo sentada en una banca que se encuentra al final del patio -me gusta mucho sentarme ahí, ya que nadie me ve, y puedo estar tranquila-.
Creo fue cerca de la ultima hora de la tarde, cuando de la nada empecé a llorar. Fue demasiado frustrante y raro. No tenía la más mínima idea de por qué lloraba. De la nada sentía que todo a mi alrededor se caería sobre mí.
Me sentía estúpida, débil he incomprendida.
Mi único deseo en ese momento era poder salir corriendo de allí y gritar. Gritar lo más fuerte que mis cuerdas bocales me lo permitiesen.
No me había dado cuenta que alguien estaba frente a mí. Era una chica observándome con cautela. Yo asustada y sin saber cómo reaccionar, instintivamente me tape el rostro.
La chica de nada empezó a acercárseme hasta que llego a mi lado y se sentó en la misma banca.
-¿Está bien?-su voz era pasiva pero a la vez llenada de melancolía. Yo negué con la cabeza.
-Tranquila, sea lo que allá pasado para que estés así, pronto pasara.
Y esas simples palabras fueron más que suficiente para que devuelta empezaran a bajar las lágrimas. Pero esta vez con más ganas que la anterior.
-Ese es el problema... Llevo mucho esperando para que pase, pero cada día pierdo la esperanza de que eso suceda.-la chica me quedo mirando con ternura en sus ojos, y luego acaricio mi ondulado cabello color morado.
-Soy Cloe Baugh.-me dijo en apenas un susurro.
-Soy Elise. Elise Martín.
-Bueno Elise, si quieres puedes desahogarte conmigo, y decirme que paso. Puedes confiar en mí.-la verdad es que no era necesario que dijera eso, Cloe de la nada emanaba algo que me hacía sentir a salvo. La verdad no la conozco, esta es la primera vez que la veo y hablo con ella. Pero aun así, posee algo que me inspira confianza. La confianza suficiente como para poder ser un poco sincera con ella.
-Te aburrirás, es una muy pero muy larga historia.
-No importa. Las historias largas me gustan -embozo una cálida y pequeña sonrisa-. O ya entiendo. Lo siento, se me olvida que no puedes ir contando tus problemas a la gente. Tranquila si no quieres decir nada, te entiendo.-negué con la cabeza.
-No la verdad es que tú me inspiras confianza. A pesar que sea la primera vez que te veo.-Cloe frunció el ceño.
-Para ser sincera, tu igual me inspiras confianza. Por aquella razón decidí acercarme a ver que te pasaba. A decir verdad no soy muy sociable como para ir y hablar con alguien a quien no conozco.-esta vez yo sonreí-.
-No creí alguien se diera cuenta de mi...
-No sé el resto. Pero yo si me di cuenta de que te pasaba algo. Creo debe ser porque te entiendo.
-¿He?-me quede mirando a Clae con curiosidad.
-¿Alguna vez te ha pasado que de un momento a otro tu pequeño mundo está rodeado de personas que te entienden? Personas como tú misma, que están sufriendo de alguna u otra manera igual que tú.
-Sigo sin entender.
-Las persona como nosotras están destinada a relacionarse con personas como ellos. Es la única manera de poder salir adelante. Apoyándote de alguien que de verdad te entiende, y no trata de hacerlo.
-¿Cómo sabes tengo problema igual que tú?-está vez la mire desafiante.
-Tus muñecas... No has parado de bajarte las mangas, desde que estoy aquí sentada, no te he visto lleves las mangas normales. Siempre están a la mitad de tu mano.-me quede atónita. No podía creer Cloe se fijara en ese pequeño e insignificante detalle.
-No sé de qué hablas. Siempre me ha gustado tener las mangas hasta la mitad de mi mano.
-No siempre. Elise no trates engañarme, sé perfectamente que el motivo por el cual te bajas las mangas, es para ocultar tus cicatrices. Tus símbolos de guerras contra ti misma.
-Te equivocas. Jamás me he autolesionado y tampoco planeo hacerlo. Sería estúpido.-Cloe dejo escapar una ligera carcajada.
-Elise, puedes engañar al resto pero menos a mí. Confía en mí. ¿Sabes por qué se todo eso de tus muñecas? Yo también lo hago, también oculto mis muñecas del resto de las personas. Soy como tu...
***
Siendo sincera, una vez que Cloe dijo aquella palabra en aquel momento, bastó para saber que hablaba con sinceridad. Y que ella era aquella persona que puede entenderme sin tener que tratar de lograrlo.
Se siente bien saber que tienes a una persona en la cual confiar. Ya que está no te juzgara.
Sé tengo a mi mejor amiga Sara, pero la verdad con ella nunca he podido ser completamente sincera, ya que sé que por más que lo intenté nunca me entenderá cómo yo quisiera.
Te confiare algunas cosas de Cloe para que te vayas haciendo una idea de ella: también tiene 16 años, vive con su madre, hermana pequeña y abuela, ya que sus padres son separados. Hace tres años que contrajo bulimia, y dos que empezó a autolesionarse. Ha asistido más de cinco veces a clínicas de trastornos alimenticios, pero aún así dice nunca se recuperará -la verdad yo creo que si lo hará, ya que posee una mentalidad luchadora a mi parecer- la razón por la cual nunca nos viéramos es porque ella es nueva. Viene de Nueva York. Y el punto más importante; también la escucha. A "Ella".
Aún me resulta de cierta manera un poco chocante allá sido tan sincera y abierta con Cloe. Ya que no soy de esas que confían en cualquiera, al contrario. Soy bastante desconfiada. Incluso me llevo bastante tiempo confiar en Sara. Pero Cloe. Ella es distinta, es cómo sí la conociera de toda la vida...
Bueno supongo no se escapa nada.
Se me olvidaba. He quedado con Sara y Cloe hoy en la tarde. Planeó se conozcan y cruzo los dedos para que se lleven bien. Aunque sé no será necesario, ya que Sara es de esas personas demasiado amables y que da gusto tener en tú vida. Y Cloe, bueno aún no la conozco completamente, pero se ve es de esas personas que no juzgan sin conocer.
Aunque hoy me siento bien. Se o al menos una parte de mi lo tiene consiente, que no durará mucho. Siempre es lo mismo. Estoy mejor y de la nada vuelvo a recaer. Solo espero no recaer pronto...
Bueno no me quiero retrasar más. Supongo pronto estaré escribiendo.
PD: hoy comí un pan entero, según mi psicólogo eso es un gran paso. Supongo que lo es, al menos hasta que la oiga a "Ella" y me diga lo contrario...
Tristemente Elise.
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NOTA: Holu. En un rato arreglare las faltas. Esop chau
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El diario de una anoréxica #Wattys2016
Teen FictionLa única forma de desahogarme es por medio de las hojas...