Desperté en la cama. Eran las 20:15 y me dolía muchísimo la cabeza.
- ¿Qué ha pasado...? No recuerdo... -mirándome las heridas- Ah... Vale.
Me levanté y me puse la sudadera, no quería que nadie me viese. Volvía a sonar mi móvil y era Katie, yo se lo contesté.
- Hola Katie.
- ¡HOLA! ¿QUÉ TE HA PASADO? LLEVO TODA LA TARDE LLAMÁNDOTE Y NO ME LO HAS COGIDO.
- He estado ayudando a mi hermana con un trabajo.
- Ah, vale, ¿vas a venir hoy a mi casa?
- No, tengo que ir a recoger a mi hermana, preparar la cena y luego dormirla.
- Que pena, entonces nos vemos mañana. Alomejor no te contesto las llamadas porque voy a salir hoy con Harry -se reía- Adiós -me colgó-.
Bueno... Voy a por mi hermana. Estaba andando cuando me encontré a unos 5 chicos de la clase. Me puse la capucha enseguida.
- ¿Sabes que esa capucha no te esconde?
Yo enseguida me asusté y uno de ellos me quitó la capucha.
- ¡Hey! ¡Déjame!
- Anda, pero si es el bicho raro. Todo el mundo tiene motes para tí -me decía-.
- ¿Quieres irte a la mierda de una vez? Déjame.
- Huy... La chica se está enfadando. ¿Cómo te llamas bicho raro?
El chico que estaba al final apartó a los otros y dijo:
- Vámonos a tomar algo, no vale la pena estar aquí -me dedicaba una sonrisa discreta-.
Ellos se fueron y yo seguí alante, pero ese chico volvió detrás mía, me dió un beso en la mejilla y me dijo al oído:
- De nada.
- ¡Eh! -le grité- ¿¡Por qué haces eso!?
Pero cuando me quise dar cuenta, ya no estaba ¿quién era?
Recogí a mi hermanita y nos fuimos a casa, no hablamos nada en todo el camino. Como ya estabamos en casa y eran las 22:00, nos preparé una cena rápida y la lleve a la cama.
- ¿Me lees un cuento Katty? -preguntó-.
- Vale... Pero solo un par de páginas, que mañana tu y yo tenemos que madrugar.
Si os lo preguntais, no duró demasiado, ni siquiera llegué a la segunda página cuando ya estaba dormida.
Me quité toda la ropa y me quede en ropa interior como siempre. Volví a mirarme al espejo y miré todas mis heridas. Dolían. Dolían mucho. Me recosté sobre la cama y mire a la estrellas mientras lamentaba mi vida. En fin... Esto es lo que me ha tocado vivir y sí, he pensado muchas veces en suicidarme, pero aún no he llegado a eso.