Postres

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- ¿(t/n)? -Habló la cantarina voz de Anne desde la cocina.

-Dime, Anne. -Grité desde la sala. Su cabeza asomó por la cocina y luego se acercó sonriente hasta donde yo estaba sentada.

-¿Te gustaría hacer tarta?

-¡Claro! sí. Pero... usted tendrá que enseñarme. Yo no sé hacerlos.

Me sonrió y asintió. Luego la seguí hasta la cocina. Sería divertido hacer algo con la mamá de Harry, en lugar de estar sentada aburrida en la sala. Habíamos venido con Harry a Holmes Chapel a visitar a su familia. Él se había ido a ver unos amigos de los alrededores.

-Toma, querida- Anne me tendió un mandil. Y repetí sus acciones: amarrarnos una coleta, ponernos el mandil y luego lavarnos las manos.- ¿Qué sabores de pie has probado?- y comenzó a sacar del repostero todos sus implementos.

-Hum, solo de moras y de manzana. La de manzana no me gustó mucho.

-A mi me encantan de todos los sabores. Como Harry está acá. haremos de chocolate, su favorito. Aunque ese chico habrá probado infinidad de tartas, dudo que esta siga siendo su favorita.

Recordé cuando Harry me habló de las tartas que hacía su madre. No creo que el prefiera otros, porque en verdad se notaba cómo extrañaba la sasón de su madre. Pero no le dije nada a Anne.

-Haremos la masa primero.

Ahí estábamos en la mesa de la cocina. La harina por todas partes. Anne estaba con el rodillo aplastando la masa que yo amasaba previamente. Luego de un rato, escuché las botas de Harry contra el suelo de la puerta principal.

-Creo haber olido un poco de...¡Tarta!- Dijo entrando en la cocina con una sonrisa brillante. - Mamá, no me digas que le estás enseñando la receta familiar de la tarta de chocolate- Se refería Harry burlon acercandoce a su mamá

-Harry, es tu chica ¿qué no puede saber la receta?

- Sí puede, mamá, era un chiste.

Me encantaba observarlos en su relación madre-hijo. Proseguí haciendo la mezcla indicada por Anne. Luego por el rabillo del ojo vi a Harry tomando un banco y sentandoce a mi lado

-Es la tarta de la que tanto hablas en casa.- Indiqué sonriente y concentrada en poner un poco más de harina.

-Más te vale que salga como lo hace mamá.

-¡Por supuesto! Ella me está asesorando.

Se rió y tomo repentinamente un poco de harina de la bolsa y me lo echó sobre la coleta . Me quedé observándolo sin reaccionar.

-¡Harry Styles! - Gruñí tratando de sonar seria.- Anne... Harry está poniendo sus manos en la masa de la tarta -Mentí.

-Harry, deja de estar haciendo eso. Anda a la sala. Mira nada más, llenaste de harina a (t/n). Luego te limpias, linda.

Le sonreí a Anne en agradecimiento. Volteé a ver a Harry y le saqué la lengua; él me observaba con las cejas enarcadas.

Entonces volvió a tomar harina en su mano y me la sopló en la cara. Aún aturdida, besó mi mejilla fuertemente y salió de la cocina tan rápido que no tuve tiempo a protestar.

Media hora después ya estábamos poniendo las tartas en el horno. Las dejaríamos ahí una hora. Mientras Anne se adelantaba a la sala. yo fui al baño a limpiarme la harina que me había tirado Harry. Me tuve que echar un poco de agua al cabello.

Llegué a la sala y Harry estaba en un mueble al frente de la televisión, semi hechado. Anne se encontraba en el sillón de la derecha. No sabía dónde sentarme o qué hacer, creí que había interrumpido algo. Pero luego Harry se percató de mi.

-Ven aquí.- Dijo extendiendo su brazo a un costado, indicándome que vaya a su lado. Fui a trompicones hasta él y me senté. Luego tomamos nuestras manos entre nosotros - Mi mamá me preguntaba sobre mis amigos de aquí.

-Le decía a Harry que siempre vienen y me preguntan por él. Sobre cómo le va y esas cosas, incluso cómo le va en su relación- Luego rió e instintivamente apretamos nuestro agarre.- Siempre están los típicos amigos del vecindario. ¿Tú ,(t/n) aún hablas con tus amigos de vecindario? ¿Los ves?¿Tal vez ...alguien en especial?

Le guiñó el ojo a Harry y casi me río. Luego me enfoqué en su pregunta y sonreí discretamente.

-No... yo la verdad no tenía tantos... no hablaba con ellos ... muy seguido, no los conocía. - De pronto el brazo de Harry me tomó desprevenida y soltó mi mano para pasarla por mis hombros y me atrajo hacia su pecho.

-Las personas que vivían cerca a ella no eran el tipo de personas que se merecen una amistad como la de esta chica. A ella no cualquiera la tiene por amiga.- Recordé mi incapacidad para hacer amigos y me vergüenza a hablarles a las personas. Entonces traté de sonreír como si nada. Harry siempre me trataba de animar diciendo que ellos no se acoplaban a mi. Cuando yo sabía yo no me acoplaba a ellos y no era como ellos. Yo era probablemente diferente en el mal sentido.

-Oh, hija, no hay problema. Yo no conocía a nadie cuando era pequeña. Era... muy cohibida en público.

Asentí; pero en mi interior quería desviar la atención de mi. Por suerte luego ese tema se evaporó y Anne y Harry hablaban de temas que habían sucedido en Holmes Chapel cuando Harry no se encontraba. Un rato después, Anne se ofreció a sacar y alistar las tartas del horno. Se fue apurada.

Luego Harry se separó un poco de mi y me observó fijamente.

-¿Estás bien?

-Sí, claro - Luego sonrió muchísimo. Sea cual sea la incomodidad que me invadía, se esfumó tan pronto esa sonrisa llegó a mi corazón. Me fue casi imposible no responder a esa sonrisa con otra sonrisa. - ¿Qué dicen por aquí?

-Los chicos dicen que todo normal. Nos hemos tomado un par de cervezas. Me han preguntado por tí. Dicen que te extrañan. - Recordé a todos los chicos de los alrededores. Me apetecía verlos.

-Entonces...¡Tomaremos unas cervezas estos días con ellos!

-Josue tienen nueva novia, para variar. - y se rió junto conmigo al recordar al chico que cambia de novia cada dos meses.

-Tal vez puedas llevarme mañana con ellos

-Eso te iba a decir. Iremos y haremos algo divertido, lo que sea.

-Claro.

-Oye, si se te queda grabada la receta de mi mamá, podrías prepararlas par mí algún día.

Se acercó sonriente y baciló. Luego me besó. Y yo le devolví el beso. Un segundo después me aparte un poco.

-Gracias... por lo de hace rato. Por sacarme de ese apuro. No sabía que más decir.

-Solo dije lo obvio. Eso ya no importa. Ellos eran los que nunca estuvieron a tu altura.

-Sí, bueno, sea cierto o no, gracias.

Esta vez me besó y yo le decía en cada segundo lo agradecida que estaba. Luego tomó mi mejilla intensificando el beso.

-¡Chicos, chicos! Lo siento, las tartas no quieren el espectáculo- Dijo Anne apunto de reír y yo avergonzada me aparté completamente roja. 

-Te quiero, nena.- Susurró al levantarse del mueble. Y yo con las mejillas aún tibias me acerqué a la mesa del comedor. Me senté y le dimos la primera mordida. Harry lo saboreó y luego nos miró y habló:

-Esto sabe...


Imaginas de Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora