VII. friendship

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"¿Cuál es tu problema?" pregunta Micael gesticulando asco mientras se limpia la oreja con la manga de la camisa, Tex sonríe burlón al haberle aplicado 'el dedo ensalivado', se acerca al menor y muerde su labio internado retener una sonrisa demasiado burlona.
"Eres demasiado molestable, es decir..." Tex se contiene una risa, Micael rueda lo ojos y se recuesta de nuevo en la cama. "Maldición, ni por ser sábado me dejas dormir tranquilo" murmulla, Tex enarca una ceja indignado.

"¿Pero qué hablas?, si el que no me dejó dormir en un principio fuiste tu, además, son las cuatro de la tarde, ya no es tiempo para dormir" espetó.
"Madre mía sí, pero me ha bajado un sueño, que te cagas" masculla cerrando los ojos, Micael se pone el antebrazo en la cara cubriéndose los ojos, entonces siente como Tex se acuesta a su lado y se acurruca en su pecho, escuchando los melodiosos latidos del corazón del menor, que se aceleran al sentir la cercanía y reza para que el pelirrojo no se de cuenta.
Entonces el mayor, cierra los ojos y deja que le melodía de los latidos lo tranquilicen, entonces comienza a tararear una canción, que sólo hace que Micael sienta más sueño.

Luego de vario rato, cuando Tex justo deja de tararear, Micael se quita el brazo de la cara y baja la mirada para observar al pelirrojo, quien al sentir la mirada sobre sí, también abre los ojos y lo mira, ambos se miran, es una mezcla de colores, el azul de Micael como el mismísimo cielo vivo con brotes de nubes y brillos de sol en una bonita tarde de primavera, mientras que los avellana de Tex asemejándose al día que se va apagando y el cielo se torna de naranja en mezcla de un amarillo, acogiendo la brisa y la calma del ocaso en un cálido otoño, ambas facetas del día se observan con cariño entre el calor corporal, el mayor desvía la mirada y observa unos cálidos y agrietados labios menores, delineados perfectamente a su rostro, su corazón se acelera y el peligris se percata de esto, por lo que su corazón también siente abatirse.
Ambas miradas se desvían a los labios ajenos y vuelven a mirarse a los ojos, sorprendiéndose así mismos.

Y cuando Tex con la punta de su lengua se remoja la resequedad de los labios y se acerca, la puerta es llamada por fuera con tres toquidos firmes, que provocan que Tex se detenga en seco y se muerda la legua para no soltar maldiciones. Sin preámbulo se levanta y mientras rechina los dientes se acerca a la puerta, la abre y se encuentra con la furiosa mirada de su hermano mayor quien lo observa con tanta rabia que puede perforar su alma. "¿Qué?" le pregunta Tex enarcando una ceja observándolo con un poco de temor, el pelirrojo mayor estira la mano y lo jala de la oreja hacia afuera de la habitación, haciendo que el menor espete y gesticule dolor, cuando Tex logra soltarse, se lleva la mano a la oreja y lo observa ahora furioso.

"¿¡Qué carajos te ocurre!?" Le grita con la oreja roja y doliente.
"No. ¿¡A ti que te pasa por la estúpida cabeza!?, maldición Tex, eres mas terco que un niño; te dije mil veces que no te unieras a la resistencia y te uniste. ¡Te lo dije muchas veces, chaval!" Le grita molesto, Tex abre los ojos como platos y deja de respirar.
"¿Quién te lo dijo?" preguntó sin aire, el mayor lo asesina con la mirada "Eso no te importa, pero escúchame, los Soartex son unos tipos muy peligrosos, no quiero que te lleguen a hacer daño, no quiero que seas un centro de atención, no quie-"
"Ey, bro, cálmate, la resistencia es segura, los del vandalismo no saben que perteneces a la resistencia, no hay ningún riesgo, es más; estás más protegido porque si te pasa algo, la resistencia te respalda" dice el menor con una sonrisa de infante inocente. A pesar de que la mirada del mayor se ha calmado, lo mira con desaprobación. "Texel, escúchame bien, en serio no quiero que te lastimen, recuerda que sus bromas no son simples bromas inofensivas, puedes terminar inclusive en un hospital. Por favor prométeme que-"
"Madre mía, sí, no te preocupes, voy a estar bien, nada de qué preocuparse" responde rodando los ojos pero con una sonrisa.

"No, no quiero que pertenezcas a la resistencia, debes salir" le dice, Tex frunce el ceño.
"No sé cuál es tu problema, hablas como si no quisieras que estuviera en la resistencia porque sabes los planes de los Soartex, te he dicho que estoy bien" masculla. Al mayor se le va el aliento.
"Tex, lo único que me importa aquí es protegerte, no me lo perdonaría si algo malo te pasara" le responde bajando la voz, Tex se cruza de brazos y rueda los ojos mientras recarga su peso en una pierna.
"Jeremy, estaré bien, de verdad, confía en mi" le suplica el menor.

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