Creo haber notado que estás como antes. Ya sabes, como cuando estaba enfadada contigo, y tú cuidabas cada uno de tus actos para que te perdonase.
Si es así, déjame decirte que hagas lo que quieras. Que no me importa. Que ya no me haces daño. Si aquí la única que va a hacer daño voy a ser yo.
No sueltes comentarios por lo bajo y luego, cuando me los quieren contar digas: "¡No, no!". No me molesta, ni me importa, ni me duele, ni me nada lo que pienses o digas de mí.
No me interesas.