Reeperbahn, Hamburgo.
Primero de Diciembre del año 2010, 22:15 horas.
Redeker extendió la mano tomando el tarro de cerveza, mientras en su mente ya estaba maquinando las maneras en que debía llevar a cabo su plan, el sitio al que iría estaría muy concurrido y seguro que con todo lo que estaba ocurriendo aquella mujer llevaría escoltas muy atentos y minuciosos. Dio un largo trago a su bebida y azotó el tarro contra la barra, se puso en pie y sacó la billetera dejando algunos billetes para cubrir su consumo y dejarle una buena propina a Christian a quien miró unos segundos sabiendo que le daría una diminuta sonrisa. Era una especie de rutina en ellos, al final dio media vuelta y salió del bar.
Primero de Diciembre del año 2010, 22:35 horas.
Lo había estado observando durante al menos quince minutos, al parecer no notaba su presencia ni su mirada tan fija escrutándole. Quizá el barman lo llego a mirar extraño, en realidad no quería provocar problemas como al parecer ese rubio estaba pensando, sólo quería confirmar que sus ojos eran como los recordaba de horas atrás, pero grande fue su sorpresa al descubrir que sus ojos eran completamente azules. ¿Podría haber sido una broma de su mente? Hasta pudo haber sido reflejo de los mortecinos rayos vespertinos. Se mordió el labio inferior y sintió una gran decepción invadirle, no entendía del todo, era sólo que pensó que estar cerca de alguien con esa misma característica le acercaría un poquito a Thea.
Le hizo una seña al barman, levantando su vaso y este de inmediato sirvió otra copa, fue en ese momento que no sólo escuchó el impacto de algo contra la barra sino también la vibración que le hizo voltear en dirección de aquel hombre. Como si fuese un niño pequeño entre dos adultos, dirigió sus ojos hasta el rubio para observar ese pequeño pero claro coqueteo; Tuvo que aspirar profundo y dar un muy profundo trago para ignorar ese detalle, no tenía nada contra el homosexualismo, pero no todos los días te hallabas de frente un caso así. Cuando aquel joven se fue, el barman de inmediato le sirvió otra copa y se posó frente a él.
- La casa invita... -Le señaló el último trago servido mientras sonreía apenas, esperaba que eso no fuese algún filtreo.- ¿Le conoces? Ya sabes, a Redeker. -Murmuró cuando su vista se dirigió a la puerta por donde minutos antes había salido el "compañero" de barra. Negó únicamente moviendo la cabeza, tenía curiosidad es cierto y no estaba seguro de preguntarle al que parecía ser su novio.
- Me pareció haberlo visto antes, pero sólo era eso. Aunque... -Meditó antes de volver a abrir la boca.- no tienen el mismo color de ojos.
El joven pareció sorprendido y al final suspiró dejando escapar no sólo su aliento fresco, también una carcajada bien disimulada.
- Es Redeker entonces... No le digas que conté su secreto, pero usa lentillas. -Andrei frunció el ceño, no comprendía si le estaban diciendo que usaba lentillas de diferentes colores o si usaba lentillas de un solo color. Y el barman pareció notar su confusión pues se apresuró en aclarar.- Tiene ojos de diferente color, y suele ocultarlo.
Asintió y el barman se encogió de hombros, planeaba seguirle la platica cuando algunos señores invadieron la barra, el rubio corrió a atenderlos no sin antes guiñarle un ojo a modo de 'despedida'. También debía irse así que sacó su billetera y dejó lo necesario sumado a una buena propina, luego salió de allí.
Lamento mucho el retraso, pero tuve varios problemillas en la vida(?) Aquí les dejo un capítulo más, espero lo disfruten. Un saludo~ Chau chau.
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Historia de un asesino.
Aktuelle LiteraturNo creía necesario establecer vínculos con alguna persona, no cuando tenía actividades tan peligrosas pero llenas de adrenalina. Él no era una buena persona, así que estas tampoco estaban permitidas en su vida... Sin embargo, llegó aquel ser just...