Mil siglos después (?) les dejó esto a los pocos o muchos que aún me esperan lol
Los quiero :'^) disfruten.••••••••••••••••••••••••••
Inicio de capítulo.Hamburgo, Alemania.
Seis de Diciembre de 2010, 13:02 p.m.
Giró por décima segunda vez en la cama, enrollándose en las cobijas, no se preocupaba por el sol, sus cortinas estaban hechas de tela oscura y por si fuese poco tenía persianas que impedían el paso de luz, sus horarios eran estrictos y solía dormir por las tardes, aunque en ese momento no pudo hacerlo más. Varios mensajes y llamadas entrantes que en un inicio había procurado ignorar al final habían ganado la partida pues le habían robado el sueño por completo; sólo hizo falta abrir un mensaje para darse cuenta quienes le buscaban. Con un gruñido y arrastrando los pies por la afelpada alfombra se dirigió al aseo donde se dio una merecida ducha tardándose al menos cuarenta y cinco minutos.
Después de aquel aparatoso y llamativo asesinato, no tuvo mucho más movimiento, la policía tendría reforzada la seguridad esperando tener un golpe de suerte y hallarlo. Mala idea para ellos pues planeaba tomar un pequeño descanso, era temporada navideña y aunque poco le importaba, tenía que ir al teatro para seguir manteniendo su fachada. Estaba en ello, tomando su móvil, las llaves del auto y sus lentes oscuros cuando unos suaves golpes le hicieron girar la vista hacía la puerta de entrada, básicamente nadie conocía su dirección así que se tensó de inmediato, pensó en tomar un arma de esas que guardaba en el fondo falso del armario pero finalmente creyó que podría ser algún vecino, después de todo y con mucho pesar los tenía. Con pasos perezosos fue hasta la puerta y la mirilla le dio una clara imagen de alguien desconocido, sin embargo el porte, la ropa y cómo clavaba la vista como si pudiese ver a través de la puerta le hizo una idea de que algo no iba bien.
— ¿Sí? — Planeaba no abrir aún pero algo le dijo que eso sería sospechoso así que antes de recibir una respuesta, retiró la cadena que mantenía como especie de seguro y abrió dejando ver el interior del departamento que aunque estaba presentable tenía muestras de ser el hogar de un soltero. Ropa en los sillones y trastos usados por la barra en la cocina.
— Milo Berstain, policía. — Tal como hacían en todas las películas, le mostró una placa dorada, en la parte inferior mostraba los números "64870" y bajo estos números se hallaba el nombre que acababan de decirle junto a una fotografía que identificaba al hombre.
El policía de cabellos cortos y rubios observó cada reacción de su sospechoso, notando de inmediato que miraba con atención la placa y luego a él mientras sus cejas se elevaban en un arco de sorpresa, al parecer no entendía la razón por la cual estaba ahí.
— Necesito hacerle unas preguntas sobre dónde estuvo la noche del primero de Diciembre y madrugada del dos. — Sonó firme, como lo era con todo lo relacionado a su trabajo, aunque internamente el policía admitía que este caso en especial le producía una acidez producto de la furia, quería atrapar al hijo de perra que estaba jugando en su ciudad, al que había asesinado a Tara.
—Vaya, parece que... — Estuvo tentado a preguntar si era acaso sospechoso pero bien podría ser solo un interrogatorio. —Debo ir con usted ¿no?
Se mostró calmado y con la sangre bastante fría, su cabeza procesaba una y otra vez los hechos de aquel día intentando encontrar la falla, por algún motivo ese policía estaba frente a él. Lo vio asentir a su pregunta y con su dedo pulgar e índice hizo un gesto pidiendo que le esperara, dio la vuelta y únicamente tomando su chaqueta del sofá, salió acompañando al policía, no le convenía mostrarse reacio, aún no sabía lo que ellos tenían en su contra. Milo no emitió sonido después de la pregunta, se limitó a verle con cierto fastidio, demostrando que no estaba para jodidos juegos.
Fueron en el auto patrulla en total silencio, Emil pensó si era correcto pedir un abogado pero con ello sólo estaría dándoles más motivos de sospecha, tenía que ser paciente; la pequeña entrada al estacionamiento estaba entre dos estrechas calles bastante despobladas, quizá no parecía la entrada a una estación de policía. El sitio le pareció lúgubre y algo tétrico para ser un sitio de esperanza. Sus pisadas resonaban por cada rincón siendo seguidas por las de aquel policía rubio hasta el ascensor que no tardó en llegar y aunque lo menos que deseaban escuchar era esa música ambientada, ahí estaba recordándoles a ambos el lugar donde se hallaban, las puertas se abrieron con un irritante chirrido que avisaba no sólo a ellos sino al resto de la estación que habían llegado..
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Historia de un asesino.
Ficção GeralNo creía necesario establecer vínculos con alguna persona, no cuando tenía actividades tan peligrosas pero llenas de adrenalina. Él no era una buena persona, así que estas tampoco estaban permitidas en su vida... Sin embargo, llegó aquel ser just...