La cena mas tensa de mi vida (2/2)

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Las escaleras tronaron avisando que yo había bajado ya, en un dos por tres Stephen me alcanzó en las escaleras para alcanzarme y acompañarme hasta la sala de estar. Llevaba un pantalón negro formal y una camisa blanca que se le veía muy elegante a él. Me regaló una breve sonrisa seguido de una cara de preocupación, extendió su brazo para que me acomodara yo en el y así acompañarle hasta el comedor principal.

Caminé unos pasos y lo voltee a ver rápidamente, se veía bastante preocupado pero lo ocultaba, pude notar esto en sus ojos, tomé su mano lentamente él lo sintió y me volteo a ver deteniéndose en el pasillo, mis manos tenían los guantes que le acompañaban al vestido por lo que no pude sentir si sus manos estaban muy frías pero si sentía su temblor en esta.

-¿Estas bien?- le voltee a ver demasiado preocupada.

Él solamente asintió pero no me dijo nada y quiso emprender la caminata, le detuve agarrándolo del hombro para que volteara.

-¿Qué sucede?- le pregunté nuevamente. Asintió nervioso bajando la cabeza, entonces se acercó mas a mi.

-Tú tía esta muy nerviosa y alterada esta noche- me afirmó jugando con los dedos- Por favor trata de no decir nada que ofenda al señor Hocke, a menos que quieras terminar con el sermón de tu tía encima de ti.

-Claro, esta bien- le dije agarrándolo de las manos para tranquilizarle. Emprendimos camino de nuevo, pero me detuvo Stephen dos pasos después de esto.

-Ten cuidado con el señor Hocke ¿Sí?- me vio con ojos preocupados y después de eso no me dijo nada más siguiendo la marcha hasta la sala de estar. Me soltó del brazo algunos pasos antes de lograr llegar a la sala de estar. Abrió la puerta lentamente dejándome ver a mí tía de frente, en el sillón de espaldas a mí estaba el que se suponía el señor Hocke, era un hombre bastante alto porque su cuerpo sobresalía bastante del sillón, su pelo era color negro totalmente. Me acerqué lentamente, mi tía Grisgelda subió su mirada viéndome lentamente de arriba hacía abajo. Entonces sonrió satisfecha de como me veía, el señor Hocke se levantó de su asiento sabiendo que había alguien detrás suyo para que mi tía le viera de manera tan atenta.

Fue allí donde se detuvo el tiempo para mí, sentí su mirada pesada sobre mí analizándome de pies a cabeza. Mi tía llevaba un vestido verde pasto medio marchito, demasiado esponjado pero creo que me empezaba a acostumbrar a esa clase de vestidos.

-Señor Hocke- habló mi tía- quisiera presentarle a mi sobrina, ella es Karenina, Karenina...

-DelaRosa- interrumpió Charles tosiendo disimuladamente, tenía sus guantes blancos y una mano detrás de su cuerpo, volvió a su posición original después de eso.

Yo le sonreí al señor Hocke y el me devolvió la sonrisa, vi a mi tía un tanto nerviosa. El señor Hockey tenía el pelo negro, tes blanca y la patilla le llegaba hasta la patilla. Fue allí que abrí los ojos a la realidad dándome cuenta que era el mismo sujeto con el que me había topado en la calle.

¡Esto comenzaba a ser incomodo!

Él no me reconoció, o eso creí hasta ese momento, él se acercó lentamente hasta donde estaba yo y me saludo cortésmente como era debido (En esos tiempos no se daban las manos como nosotros sino que solamente se inclinaban ligeramente para saludarse, solo entre las mujeres si era costumbre) Extendió su brazo para conducirnos hasta el comedor donde la cena de seguro ya estaba bien servida. Grisgelda iba también con él, del lado derecho. Charles se acomodó detrás de mí siguiéndome a una distancia prudente, Hocke se entretuvo en poder platicar con la señora Grisgelda, Charles entonces se acercó a mi y me susurró algo al oído que apenas yo pudiera escuchar

Titanic: La vida sigue (secuela Titanic: Si Jack hubiera sobrevivido)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora