Terminé de comer y volví al trabajo. Al final del día revisaba todos los trabajos cumplidos. La curiosidad me mató y fui nuevamente a aquella pared de la tarde, el trabajador estaba ya haciendo un buen trabajo (no sé si lo que yo hice le sirvió de modelo pero estaba quedando muy bien)
Sonreí satisfecha y entonces caminé de regreso a la sala de estar, las ventanas estaban en buenas condiciones y faltaba un poco de pulir aquí y allá pero en general se estaba haciendo un buen trabajo.
A eso de las 6:30 de la tarde la luz del sol entraba en la sala de estar por la ventana, un cuadro perfecto para una foto. Sonreí nuevamente tomando los planos en mano, di media vuelta viendo al señor Calvert por allí cerca.
-Lo siento, no quería asustarla- me dijo recogiendo un par de clavos tirados
-No fue un susto- comencé a reírme- Gracias por la comida, estuvo en verdad deliciosa.
-No hay de que agradecer, me es un placer satisfacer los deseos de las damas- sonrió y volvió a ver los clavos. Respiró hondo y entonces se acercó un poco tímido a donde yo- Karenina... yo.... Este tiempo que he pasado con usted he querido saber si... bueno es un poco extraño pero, la verdad no sé como decirlo.
-Adelante, diga lo que tenga que decir- alcé los hombros inocente.
-Es un poco complicado pero yo...- se acercó más a mí un poco nervioso, se quedó congelado un par de segundos, el ambiente se puso tenso, algo no me cuadraba aquí. Unos pasos se empezaron a escuchar en la sala, unas botas pesadas y que corrían, entonces en el marco de la puerta se apareció Stephen.
-Karenina ¿Qué haces aquí?- me preguntó serio.
-Me dejaste a cargo de esto ¿O acaso lo olvidas?- lo vi un poco extrañada.
-¿No te parece que ya es tarde? Jack se preocupará sino llegas antes de que oscurezca.
-Eso lo sé, pero el señor Calvert y yo estábamos charlando, sino te molesta por favor retírate- le dije volviendo a ver al señor Calvert.
-Nos vemos mañana Karenina- se despidió él avergonzado de que nos hubiera encontrado Stephen.
Cuando el señor Calvert salió de la casa vi a Stephen por unos segundos, bajé a mirada y entonces quería hablar con él pero solo me vio, dio media vuelta y subió las escaleras. Suspiré sin comprender su actitud, caminé por el pasillo para la puerta principal.
-Descansa- susurré antes de salir. Tomé la bici y me subí en esta, pedalee las calles para llegar a casa. El sol se metió rápidamente y en poco tiempo ya estaba oscuro. Jack me había dado una llave para que entrara a casa con ella cuando regresara del trabajo todos los días.
Acomodé la bici junto a la casa, introduje la llave y traté de que girara, pero esta parecía no funcionar. Volví a repetir el proceso para asegurarme que la llave no estuviera atascada pero no funcionó, intenté esto una tercera y cuarta vez pero todas estas fueron en vano. O Jack me había dado la llave equivocada o alguien había puesto el seguro desde adentro. Caminé a los alrededores pero todo estaba oscuro y en calma. Intenté abrir nuevamente pero el resultado fue el mismo.
Toqué la puerta esperando que alguien me abriera aunque tampoco obtuve respuesta, hice esto otras tres veces y con la última casi tiró la puerta. Se escuchaba todo completa y absolutamente en silencio. Parecía que nadie estaba en casa y me extraño que Jack me diera la llave equivocada.
Subí nuevamente en la bici y conduje a casa de tía Grisgelda. De algo tenía que servir el que Stephen estuviera allí, aunque sabía que tendría que explicarle lo sucedido y que tal vez tendría que pasar la noche allí.
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Titanic: La vida sigue (secuela Titanic: Si Jack hubiera sobrevivido)
FanfictionUna joven de Francia que se embarcó en uno de los trasatlánticos más famosos de la historia. Tratando de lograr cambiar el rumbo de dos vidas, dos jóvenes que se amaban con pasión separados por la muerte repentina de uno de ellos. Al lograr sobrev...