Capítulo 5.

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Todos cruzamos miradas, en verdad esta chica estaba herida, perdió lo poco que le quedaba primero por un cambio, después por un ataque que llevo a un incendio y al poco tiempo otro ataque con fuego.

Derek mantenía la cabeza gacha, con la vista perdida en un punto fijo, al parecer él es quien más la comprende, al igual un incendio causó la muerte de la mayoría de su familia.

- Puede quedarse - menciono serio, sin mostrar expresión alguna - Andando, puedes venir en mi auto, si lo deseas.

Lea levanto su rostro mostrando sus ojos un poco enrojecidos, elimino al pasar su manga los pequeños residuos de las anteriores lágrimas  y trato de sonreír, pero el resultado fue casi una mueca.

- Gracias - susurro hacia el de ojos verdes.

La verdad es que la mayoría teníamos una habitación en la ahora nueva mansión Hale, a pesar de que Kira no quisiera una habitación, aunque sea todos construimos aportado dinero y esfuerzo, sobraron habitaciones por si alguien se integraba.

Todos salimos de la veterinaria, la cual Scott cerro, pues seguía trabajando allí. Durante el trayecto a la mansión, la motocicleta iba al frente con Scott y Kira,  después le seguía el Camaro de Derek en donde iba Lea, le seguía Allison en su auto con Isaac y por ultimo iba yo en mi Jeep junto a Liam y Malia.

- Prometo no quedarme demasiado - le dije al de ojos verdes, pero con la vista en el camino - No quiero ser una molestia.

- Puedes quedarte cuanto tú quieras, no serás molestia - menciono serio.

Podía sentir un poco de rechazo, ¿nervios?, no definía bien de que se trataba, es confuso el aroma que además se juntaba con el cuero del auto y el perfume de hombre.

Me siento tan perdida, sola, rara, extraño tanto a mi madre, a Will, mis amigos, los buenos momentos, los juegos, los entrenamientos, los tardes donde escapábamos con Will de guía para después ser regañados por mamá, despertar temprano para ver el amanecer, Will espantando a los niños detrás mío, las bromas, todo era genial...

- Harás que tu labio sangrara más si no dejas de morderlo - voltee a ver al dueño de aquella voz algo confundida.

- Puedo percibir el aroma - dijo con la vista aun en el camino - Recuerda que también soy lobo.

No tenía ánimo de responder así que mi vista seguía en aquel camino por el bosque, hasta que después de unos minutos paramos frente a una mansión, baje del camaro, el aire frio golpeo mi cara, mientras se infiltraba por los cortes de mi ropa haciendo que me abrazara a mí misma, todos bajamos de sus respectivos autos.

Stiles corrió a mi lado, detrás de el venia un castaño con unos lindos ojos azules quien al verme, se quitó su chaqueta para después ofrecérmela, la cual negué a la primera pero después acepte, por tanto frio que sentía.

- Lea, él es Liam Dunbar - así descubrí el nombre del pequeño tan adorable, este me mostro una cálida sonrisa en respuesta antes de hablar.

- Un gusto Lea - dijo.

- El gusto es mío Liam, por cierto gracias por la chaqueta - sonreí en respuesta.

- No hay de que - agrego con una cálida risita.

Stiles me adentro a la gran casa, que también olía al agradable bosque, era realmente espaciosa, la sala se encontraba a la izquierda, no tenía tantos muebles que la hiciera ver incomoda, a la derecha estaba cocina y el comedor lo cual lo separaba un barra con banquillos, desde la puerta principal eran dos metros los cuales faltaban para poder subir las escaleras que te llevaban a las distintas habitaciones y baños, siguiendo con la primera planta, la escalera contaba con un pasillo a cada lado, el de la derecha te llevaba al patio trasero y el baño, mientras que el de la izquierda daba con la lavandería.

- Andando Lea, te indicare tu habitación - dijo la pelirroja tomando mi brazo y jalándolo para subir las escaleras.

Pasamos el pasillo de la derecha, primero había dos puertas azules la primera tenía una "S" grabada y a las espaldas la otra una "S", las siguientes puertas era una rosa con la letra "L" y la contraria una color crema con una "A", y las últimas dos puertas estaban en blanco y sin ninguna letra que indicara a quien pertenecía, Lydia abrió la de mi derecha.

- Esta es tu nueva habitación Lea - contaba con una cama individual, una gran ventana con linda vista hacia el bosque con cortinas azul rey a los lados, un pequeño sofá del mismo color en la esquina que se notaba que era cómodo, junto a el estaba una lámpara de lectura, unas repisas blancas se encontraban en la pared, una gran espejo de cuerpo completo se encontraba después de la puerta del baño y por ultimo estaba el ropero tambien color azul rey, la habitación era totalmente color crema, haciendo resaltar los muebles al igual que las sabanas y almohadas de la cama.- Es muy bella gracias - dije mirando a la pelirroja que me observaba mostrando su alegría.

- Bien, me alegró, iré a buscar algo de ropa para que puedas darte un baño y también un cambio para mañana - y así la cabellera pelirroja salió de mí ahora nueva habitación, con esto cerré la puerta.

Ahora ellos conocen una parte de mí, lo más seguro es que ahora me tengan lástima y por eso me hayan dejado quedarme, que idiota fui, nunca debieron de verme llorar, no debí abrirme tan fácil, pero ellos tiene algo que hace que me sienta segura y en confianza, ¿¡Que digo!?, simples idioteces.

"Si quieres poder, fuerte debes ser"










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