Capítulo 14.

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De nuevo las pesadillas volvían a ser constantes. Otra noche más a la lista con el temor a dormir y pasar un mal rato.

2:47 a.m. marcaba el reloj. Di un salto desde mi ventana para caer en la fresca tierra con hojas secas, sacudí mis manos y fui a tomar asiento en los escalones antes de la puerta principal y recargue mi cabeza sobre el barandal, poniendo mis brazos sobre mi pecho.

Al pasar un rato, de deleitarme con la hermosa naturaleza nocturna, unos pasos se escucharon en la cocina.- Liam y su hambre nocturna. - pensé mientras una sonrisa se me escapaba.
Pero los pasos venían hasta donde yo me encontraba.

- Hola, Derek.- saludé una vez que había tomado haciendo junto a mi.

- Al parecer tampoco puedes dormir.- mencionó con su vista en el bosque.

Las pesadillas era un tema del cual me costaba hablar, lo contenía como personal, no me gustaba que me vieran tan vulnerable, no hasta ese punto.

- Yo también las sigo teniendo.- habló el lobo.

- ¿De que hablas?.- pregunté, aunque la respuesta era obvia.

- Pesadillas.- me miró por segundos y después se volvió al bosque.- Noches enteras sin dormir...

- Días culpándote.- seguí - Culpando tu debilidad, sabiendo que tal vez podías salvar a alguien.- la tristeza comenzaba a emanar de mi cuerpo así que al instante escondí mi esencia.

- Perdí a casi toda mi familia. El incendio lo causo mi propia novia en ese tiempo, Kate Argent. Todo fue mi culpa, nunca debí revelarle mi secreto a esa cazadora, pero el amor te ciega. Tantas veces mi tío le advirtió a mi madre lo que los Argent planeaban. Pero siempre creyó en mí y en las mentiras de ella.- hizo una pausa para aclarar su garganta.

- ¿Argent? ¿Cómo....

- Sí, la tía de Allison.- me cortó.- Definitivamente ella no es como su tía.- continuó.-Sólo sobrevivimos mi tío Peter, mis hermana mayor y yo. Después de un tiempo Mi hermana, Laura fue asesinada por mi tío quien robo su poder de alfa pero esa otra historia, al año descubrí que mi hermana menor estaba viva, y supongo que es todo.

Por fin volteé a verlo.- Lo siento, mucho.- pude decirle.

- Yo también siento lo tuyo.- dijo mientras también me miraba.

Sin pensarlo mucho, me acerque el espacio que faltaba hasta él, y lo abrase de costado. Al principió de sorprendió, pero después se relajó y colocó un brazo tras mi espalda, unió sus mano rodeandome.

- No le digas a nadie, sobre esto.- ordené riendo bajito.

- No lo haré.- aseguró.

(....)

Desdé esa charla nos volvimos más unidos, conversábamos más, compartíamos ideas sobre temas, en etcétera.

Deaton nos avisó del regreso de los cazadores a casi las orillas del bosque, así que nos organizamos por parejas para cubrir distintos perímetros para descubrir el motivo de su regresó.

Las parejas quedaron así:
Allison- Isaac, Kira- Scott, Parissh-Lydia, Liam-Stiles, Derek- Lea.

Corríamos por el bosque, buscando cualquier pista que nos llevara a los cazadores.

En medio del bosque el olor del acónito se hizo presente.

- Deben de estar cerca.- avisé.

Seguimos avanzando de manera silenciosa, los cazadores no estaban presentes, pero pueden tener trampas y si que lo había, pare justo a tiempo antes de pisar el círculo de soga medio cubierto con hojas, pero Derek no paro y sin fijarse me empujó activando la trampa, haciendo que quedara colgada sobre un hoyo con acónito.

-¡Diablos!- gruñí con los brazos cruzados, cuando ya estaba de cabeza.

Derek comenzó a subir el árbol por donde estaba pasaba la soga.

- Baja de ahí, la rama se romperá y caeremos ambos.- regañe.

- ¿Cómo planeas bajar, entonces?- preguntó.

Mire a todas parte buscando algo de ayuda, pero nada servía. Así que comencé a balancearme para que fuera más fácil estirarme para alcanzar a cortar la soga enredada en mis pies. Por fin alcancé y la corté con mis garras.

- Toma esa, Hale.- dije orgullosa, pero después la rama comenzó a quebrarse.
Cerré los ojos esperando la caída y el ardor del acónito.

- ¿Decías?- río Derek, quien evito mi caída.

- Gracias.- y lo fulmine con la mirada mientras baja de sus brazos. Agudizó mis sentido lobunos.- Ah correr.

Tomó su mano y jalo de está para que comience a correr.

Las flechas comenzaron a volar por el aire en nuestra dirección al igual que unas cuantas balas.

- ¡Vamos, Derek!, ¡Más rápido!- grité al ver que se comenzaba a quedar atrás. Poco a poco vuelve a acelerar su paso.

Cuando les sacamos suficiente ventaja, lo empuje detrás de unas piedras, mientras yo trepaba un árbol para esconderme.

Los cazadores pasaron, creyendo que aún corríamos, al casi no escucharlos, comencé a buscar a los miembros de la manada, Lydia junto Jordán estaban a unos cuantos metros a la izquierda, se escuchaban tranquilos, al parecer no se habían topado con cazadores, pero Stiles y Liam si estaban siendo perseguidos del lado derecho.

Me echó a correr hasta donde estaban, detrás escuche a Derek también venir, no debieron haberlos puestos juntos.

Fui con Stiles quien tenía dos heridas de bala en su abdomen y comenzaba a quejarse. Lo recosté sobre mis piernas, para hacer presión en las heridas y dejaran de sangrar.

Los cazadores se acercaron armados dispuestos a atacar.

- ¡Somos humanos!.- grite mientras ayudaba al verdadero humano.

Bajaron sus armas, y se comenzaron a alejar tras los dos lobos que salieron en dirección contraria.

- Con Deaton.- dijo Stiles en un quejido.

Los levante en mis brazos y empecé a recorrer el camino hasta la veterinaria lo más rápido que podía.

(.....)

- En mi vida vuelvo a salir con ustedes chuchos malditos.- menciono Stiles medio dormido.

Deaton había sacado las balas y cerrado las heridas, mientras yo le quitaba dolor a Stilinski.

Cuando por fin cayo dormido en aquella camilla metálica, me dispuse a hablar con el veterinario/druida.

- ¿Puedo hablar con usted un momento?- pregunté mientras lo veía ordenar algunas cosas en unos cajones.

- Claro que sí. Vamos al frente de la tienda.-sugirió.

Lo seguí hasta dicha parte.

- ¿Y bien?- habló.

- Eh escuchado que conoce bien Nuevo México y algunos pueblos cerca de aquí.

- Pues se podría decir que si, ¿qué es lo que pasa?-preguntó.

- Confiare en usted. Espero y no diga nada.

-Cuenta con eso.

- Bien. Me podría informar de los lugares donde los lobos van a dejar hijos no deseados, oh simplemente orfanatos.-pedí sería.

- Claro que puedo. Pero, ¿puedo saber el motivo?-inquirió.

- Separaron a mi hija de mí al nacer. Y puede que esté viva.

ManadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora