Capítulo 15.

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El olor de otro lobo comenzaba a llenar el ambiente, haciéndome agudizar mis sentidos y ponerme alerta, tenia un amigo herido, por ende no permitiría que en su momento de debilidad fuera atacado.

Jale al druida hasta la puerta que nos dirigía hasta Stiles, lo coloque tras de mí en instinto de protección para ambos.

Agudice mis sentidos para tratar de saber un poco más de la próxima amenaza.

- ¿Qué pasa, Lea?.- me preguntó el Druida tratando de salir para regresar a su lugar anterior pero no se lo permití al mover mi brazo.

- Se acerca un lobo.- mencione.

- ¿Qué más captas?.- viéndome sobre mí hombro con duda.

- Es un hombre, su esencia es parecida a la de Derek, pero estoy segura que no es él.- informé, lo único que pude llegar saber.

Estaba a solo metros de llegar, por lo tanto saque mis garras y colmillos dispuesta a pelar.

La puerta fue abierta sin permiso alguno, en el marco de esta se encontraba un hombre algo agitado con una sonrisa sínica.

- ¿Pero qué tenemos aquí?. Es la nueva adquisición de la manada de Beacon Hills, una omega.- soltó con gruñido al final, pero sin borrar su sonrisa.

No quise gastar mis palabras, por lo tanto gruñi en respuesta.

- La loba quiere pelear, para defender al tonto humano caído,.- añadió acercándose algunos pasos, para después gruñir de de nuevo pero más fuerte mostrándome sus ojos lobunos.

El grado de enojo aumento en mí cuerpo, por lo tanto gruñí de una manera mas potente y mostré mis ojos rojos.- Atrévete a acercarte más y te mató.-amenacé enseñando colmillos.

Sus ojos dejaron de brillar en el azul eléctrico a los segundos, para después observarme determinadamente con sorpresa.

- ¿Qué te trae por acá?.- inquirió Deaton.

- ¿Lo conoce?.- pregunte observándolo, mientras hacia que mis ojos volvieran a la normalidad.

- Su nombre es Peter Hale. La causa de la aparición repentina de los cazadores en Beacon Hills.- dijo.

Con algo de sorpresa, preferí darme la vuelta y volver al lado de mi amigo, en acto de protección por parte de mi lobo.

Me recargue sobre una mesa que me permitía observarlo perfectamente.

Ya no percibía el olor a sangre fresca saliendo de sus heridas, y eso me hizo relajarme un momento.

Sentí a la manada llegar. Los lobos soltaron gruñidos.

Creo que cierto lobo aquí presente tendrá problemas, por no tener un buena relación.

-Hola sobrino. Scott y manada.- saludo el mayor de los Hale.

Un golpe contra ma pared fue la respuesta seguido salí el quejido lastimero, claro sin faltar el gruñido lleno de molestia.- Te dije que no volvieras a poner un jodido pie aquí.- y otro golpe.

No puede evitar que una pequeña risita se escapara de mis labios.

Avance hasta el marco de la puerta, donde me recargue, para obtener una mayor vista del reciente espectáculo.

Liam e Isaac hacían apuestas sobre quien ganaría junto a la puerta. Malia reía al lado de los chicos, mientras Allison, Kira y Lydia hablaban con tranquilidad, como si fuera un comportamiento tan común el que dos miembros de la misma familia se usaran como sacó de boxeo.

- ¿Como está?.- se me acercó Scott.

- Sigue inconsciente, Deaton menciono que es normal.- le informe.- ¿No deberías hacer algo para que pararan? Eres el verdadero alfa, por ende eres algo más superior.

- Es cosa de familia.- levanto los hombros sin preocupación, entrando a la habitación siguiente.

El cuerpo débil del tal Peter calló a mis pies, baje la vista me encontré con una sonrisa con sangre. Rodé los ojos con fastidio. Me agache y tome el cuello de su camisa con mi mano, para empezar a arrastrarlo por el suelo, para así con algo de ayuda de mí fuerza logre lanzarlo para que chocara contra un árbol.

- Lucha afuera, no destruyan más la veterinaria.- mencione ingresando de nueva cuenta al lugar.

(...)

Sólo Derek, Deaton, Stiles y yo, nos encontrábamos en la veterinaria, puesto que minutos atrás Scott y los faltantes fueron en busca de la madre enfermera, pues se necesitaba otra consideración médica para el humano.

En cuanto a Sti, no me había separado de su lado. De ratos tomaba su mano para quitar dolor, o colocaba mi mano sobre su frente en busca de temperatura, olfateaba el ambienté para saber el estado de sus heridas.

Sus manos eran suaves, poseía dedos largos. Di un pequeño apretón antes de acomodarme, coloque mi cabeza sobre mis brazos cruzados sobre la camilla y tratar de descansar, pero un pulso demasiado rápido no me lo permitía.

- ¡Joder! Derek, ¿puedes calmarte?, tu pulso no me deja descansar.- le regañe en susurros, pues sabía que de todas formas me escucharía.

La puerta cerrándose fue la respuesta perfecta.

(...)

Algunos quejidos me hicieron despertar.

Stiles comenzaba a despertarse, y al moverse por permanecer en aquella mesa metálica durante algunas horas, debía tener incomodidad.

Al abrir sus ojos se conectaron con los míos.

- Hey.- susurré en modo de saludó.

- Oh, joder. Nunca más volveré a salir con ustedes chuchos anti-heridas.- mencionó algo molesto.

Solté una risa algo fuerte.

- Definitivamente ya estas mejor.- dije con una sonrisa divertida.

- Claro, el dolor es tan placentero.- habló sarcástico.- Necesito una arma. No es justo que todos sepan pelear y yo no.- agregó tratando de sentarse pero lo detuve.

- Mantenten quieto, la heridas son recientes.- reproche.- Cuando te logres recuperar con totalidad, te enseñare a pelear y solo tal vez te de un arma.- prometí poniendo una mano sobre su hombro para que se terminara de recostar.

- Eso puede ser más pronto.- me miró sonriendo.

- Stilinski.- gruñi negando.

- Por favor.- rogó haciendo un puchero.

Suspire, pensando por algunos minutos.- Bien, te ayudare a sanar.- dije al fin.

Emocionado estiro los brazos pero una mueca apareció en sus labios.- Oh, cierto la heridas.

Volví a reír.- Tonto.

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