Capitulo 13.

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Los menos heridos caminaron pocos metros para el regreso a la mansión Hale. Mientras ambos alfas junto al sabueso del infierno, permanecieron en el anterior campo de batalla, para alejar lo más posible los cuerpos.

La cazadora se encontraba perdida en sus pensamientos, quería unir cada punto, pero a su rompecabezas le seguían faltando piezas. Pero el tema más importante en el momento era ayudar a caminar a su pareja, quien volvía a ser herido por segunda vez en el día, en menos de 12 horas.

Entre el humano y la mujer lobo, ayudaban al beta del verdadero alfa, quien era el más cansado, lo cual era tan notable en sus pasos que iban en distintas direcciones.

- Déjamelo a mí Lea, yo puedo.-comunico Stiles, al ver la mueca de molestia en la cara de esta.

- No, no, estoy bien.-aseguro con una pequeña sonrisa, siguiendo el paso, tomando con un poco más de fuerza el cuerpo del pequeño beta.

Al ingresar, los lobos fueron colocados en los sillones listos para ser atendidos.

- ¿Qué debo hacer primero? – pregunto el humano, al comenzar a ver a la lobo sudar y cerrar los ojos.

- Curar tu brazo tonto- añadió con una pizca de gracia.

- Es más importante atenderte a ti ahora, estas ardiendo.- dijo serio.

- Y-yo sé que soy caliente- rió, pero al no ver ni una pequeña sonrisa en el rostro de su amigo, callo al instante.- Ven acá.

Coloco la palma de su mano sobre la herida de Stilinski, al terminar de absorber su dolor, y así esperaba que la herida sanara con mayor rapidez.

- ¡Lea! –reprendió el castaño – Estas débil, y todavía absorbes mi dolor, ¡joder!, tu sí que quieres morir.

- Silencio.-menciono la loba.

- Pues dime que hacer y deja de hacer tonterías.

Al paso de 1 hora ambos betas y la alfa, estuvieron sin una pizca de acónito en sus cuerpos, y los humanos con sus rasguños desinfectados.

Los faltantes de la manda, llegaron con la noticia de que con suerte nadie los había visto y que los cuerpos estaban lo suficiente lejos para poder encontrarlo, pero que evitaran estar en contacto con las ventanas, por si acaso.

Lydia se mantuvo dejando todo limpio con ayuda de Parrish, mientras que los demás iban a darse un baño o acostarse.

- Liam, Liam, andando.- llamaba su alfa.

- Desde que llego está dormido, Scott. No creo que se despierte.-rió la asiática.- Andando te ayudo a llevarlo.

Y así le siguieron escaleras arriba Allison e Isaac, quienes iban tomados de las manos, después Scott y Kira, pero ellos permanecieron en silencio, con un leve sonrojo en las mejillas, el cual mostraron desde el salir de la cocina.

- ¿Quieres ayuda, Lea?

- Solo fueron unos rasguños, pero gracias, Sti.- mostró una tímida sonrisa.

- ¿Segura?- insistió.

- Si, anda ve a darte un baño y a vendarte.- ordenó.

Le dio una última mirada, para después cumplir con su orden y andar escaleras arriba hasta su habitación.

Lentamente comenzó a sentarse, para evitar un mareo, que bien conocía que resultaba como consecuencia a pesar de ya no tener acónito en su ser. El segundo paso resulto bien, el cual consistía en ponerse de pie, sonrió para sí misma como premio.

El desafío se aproximaba, si las escaleras, las analizó buscando cualquier error, el cual no encontró, unió fuertemente su mano izquierda del barandal y comenzó a subir. La imagen borrosa y dando vueltas, aparecieron provocándole casi una caída, ¿Por qué casi una caída?, por el hecho de que dos fuertes manos la tomaron de su cintura, dándole oportunidad de volverse a tomar con rapidez del barandal.

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