Capítulo 3

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* 1 mes atrás *

No logro redactar el articulo sobre el evento ocurrido el fin de semana que debo entregar en una hora. Miro otra vez el ordenador y solo el titulo del articulo me saluda desdé alli, veo la grabadora donde he reproducido al menos 10 veces el reportaje; me apoyo con los codos en el escritorio y me cubro la cara con mis manos, ahhhg estoy frustrada. Como es posible si hago esto a diario. Me recuesto en el respaldo de la silla y doy una vuelta mientras suspiro.

Mi vida iba realmente bien, estudio, trabajo, es algo forzado pero puedo con ello, tenia un novio desde hacia un año y desde hace tres meses nuestra relación empezó a fallar, estaba distanciándose, ya nos veíamos menos, le empezó a molestar la presencia de mis amigos cuando eso nunca pasó en un principio. Excusas, excusas y más excusas. Pero no fue hasta el mes pasado que decidí terminar con eso, literalmente me canse de estar con él solo por estar, ya nada era lo mismo así que era lo más sano.

Me estoy distrayendo demasiado últimamente, pero no es por eso, me estoy sintiendo mal, no se si es porque con todo esto de la universidad y el trabajo no me he alimentado muy bien. Además, Gabe esta de viaje por trabajo pero llegará en par de dias —sonrio ante ese pensamiento — y pues Erick y Drake estan trabajando al igual que yo, entonces no los he visto mucho. Me siento algo sola, es una boberia o quizás no...

—Kent, ¿cómo va con el articulo? — La voz de mi supervisor me saca de mis pensamientos y me enderezo automaticamente en la silla —¿entonces, Kent?

— Todo va bien, Sr, Thomas. Solo pensaba, que debería resaltar la presencia del Alcalde Lorenz y su esposa en el evento, para llamar un poco mas la atención. - le sonrió y me sonríe de vuelta.

— Bien pensado, Srta. Kent. — me felicita, aunque era obvio que debia hacer eso, al ser estudiante aun de la carrera mis superiores se encargan de prestarme la ayuda que necesite y consejos. —Recuerde qué necesito eso en 40 minutos en mi correo y en mi escritorio.

Me dice antes de marcharse mientras yo me dispongo a redactar ya con la cabeza más fresca. En media hora termino con el articulo se lo envió al correo a mi jefe y cuando me levanto para ir a recoger en la impresora el que debo llevarle a la oficina, me siento mareada. A ver abby, respira, no te muevas, calma.

—¿Abby? ¿Qué ocurre? — Escucho la voz de Martín.

—Nada, estoy bien, solo fue un mareo — le digo abriendo los ojos y veo que esta preocupado — Tranquilo.

—Esta bien, ten cuidado.— dice sin creerme del todo.

Voy hasta la impresora recojo el articulo y me dirijo a la oficina del Sr Thomas. Espero paciente a que él lo lea y me dé el visto bueno, para poder irme a casa.

— Muy bien Srta. Kent, ya mi secretaria lo enviara al departamento de diseño y publicación para que salga en la edición de mañana —asiente satisfecho. Me gusta hacer bien mi trabajo y que me vaya realmente bien en lo que me gusta. Vuelvo a mi lugar a recoger mis cosas cuando suena mi teléfono, benditas sean estas carteras que hacen que el celular se pierda justo cuando esta sonando, al fin lo consigo y Atiendo la llamada de Kary.

—¡Hola nena! — le saludo.

—¡Hola Abby! ¿Qué tal estás?

—Bien —miento, porque mi malestar aun esta presente—¿y tú? ¿En qué andas?

—Genial. ¿Estás en el trabajo?

—Si si, pero ya voy de salida. ¿Por qué?

—¿Qué te parece si nos vemos en media hora, en la pizzería que esta a unas cuadras de tu trabajo? — Oh, que precisa. Hay alrededor de 5 pizzerías en las cuadras cercanas.

Un Descuido de Gran CuidadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora