CAPÍTULO 3

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En el desván había variedades de cosas, baúles viejos, espejos rotos, imágenes antiguas de personas... Pero lo que más le llamó la atención a Sofía fue, un viejo tablero, parecía ser de una ouija; estaba junto a una carta vieja y estropeada.

En la carta ponía:

Esta es mi propiedad, si me molestáis pueden ocurrir cosas paranormales y extrañas.

Yo ya estaré muerta para cuando leas esta carta. No sé quién eres, no te haré nada si tú no me molestas. Esto que hay al lado de la carta es un tablero de ouija. Si tienes algún perro, no entrará porque estamos  mi familia y yo (espíritus) en la casa. Solo dejo clara una cosa: "NO OS MOLESTARÉ SI NO ME MOLESTAIS"

A Sofía le dio un poco de mal royo, hizo caso a las instrucciones que ponía en la carta: "No os molestaré si no me molestáis". Sofía no le dijo nada a sus padres, porque no se lo creerían.

A LA MAÑANA SIGUIENTE...

Luis sale a la puerta, y no ve al perro.

-Luis: Qué raro, ¿y él perro?, no ladra ni nada.

-María: cariño, se habrá ido con otro perro a jugar.

-Luis: que raro, nunca se había ido tan de repente.

-Sofía: papá voy a dar una vuelta alrededor de la casa para ver si veo al perro.

-Luis: Vale, genial.





La casa abandonadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora