CAPÍTULO 12

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Por la tarde...

Toc, toc... (Llaman a la puerta)

María abrió la puerta. Vio que era Juan el cura.

Salió Luis. Sofía entró a el comedor y miró desconcertada a Juan.

-Sofía: ¿hola?

-María: siéntate hija. Éste es Juan un cura, va a hablarnos sobre espíritus y presencias extrañas.

-Sofía: al final, ¿me hicisteis caso? Qué raro.

-Juan: hola, eres tú la chica afortunada.

-Sofía: ¿afortunada?... ¿tú crees que ver eso es ser afortunado?

-Juan: hay pocas personas que pueden apreciar eso.

-Luis: venga, vamos a centrarnos en lo que vistes anoche.

Sofía empezó a relatar lo que vio por la noche, también contó lo que le dijo el niño; lo describió también contó como vestía, y lo que tenía incrustado en el estómago y otro en el brazo.

-Juan: ¿qué crees que quiere?

-Sofía: quieren estar solos en su casa.

-Juan: ¿estás hablando en plural?

-Sofía: sí.

María le enseñó la carta que había en el desván.

Juan se quedó boquiabierto.


La casa abandonadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora