Almas Separadas (Link Fanfiction)

Capítulo 17: La Espada Sagrada y la Revelación

Capítulo dedicado a: @Vale-vale2000lovatic, ¡gracias por todo tu hermoso apoyo y tus increíbles comentarios que siempre me sacan una sonrisa! <3

Nota: Comenzaré por decir que creo que este será el capítulo más largo de toda la historia, había mucho que quería incluir aquí xD, en fin, disfruten <3

*Aún no pongan la canción de multimedia*

Narra Lana:

Después de que Dina nos transporta directo al lugar cerca del Valle de la Hechicera, puedo sentir una presencia persiguiéndonos. Una presencia familiar para mí, pero no puedo deducir de que o quien se trata.

Aún sigo pensando en el hermoso beso entre Link y yo, había extrañado besarlo, sinceramente, me duele que no recuerde nada. Pero sé que pronto sus recuerdos volverán con mi ayuda, estoy dispuesta a ayudarlo.

—Perdonen por no haber dicho nada, de nuevo -dice Zelda cuando terminamos de transportarnos- debía ocultar mi identidad a nuestros enemigos

—No hay problema, princesa -dice Impa con una sonrisa- ya la habíamos perdonado

—Link, tu valor es extraordinario -dice Zelda mirándolo dulcemente- supe que eras especial cuando te vi por primera vez -sonríe-

—Gracias -dice Link con una sonrisa tímida y por primera vez, me siento feliz viéndolos. Puedo notar que Dina, quien se encuentra a mi lado, se da media vuelta algo triste por la situación-

—Hemos cerrado todos los portales, logrando así restaurar el tiempo y el espacio -dice Dina con algo de melancolía en su voz, haciéndonos mirarla- ahora debemos... -pero antes de poder seguir hablando, Midna la interrumpe-

—¡Un momento! ¿No crees que nos debes una explicación? -le pregunta mirándola de cierta forma clave, ella sabe algo que nosotros no. Puedo notar que todos se miran entre sí confundidos-

—Si...tienes razón -dice Dina recordando el asunto entre ellas- en realidad Cía y yo no pertenecemos al mismo clan -nos explica- la verdad es que somos la misma persona -eso nos deja a todos sorprendidos-

—¿Cómo es posible? -pregunta Zelda sorprendida-

—Algo poseyó a Cía y succionó toda la luz de su espíritu -nos explica- yo soy esa luz. Soy lo que resultó de esa posesión -frunce un poco el ceño molesta- y el monstruo responsable de todo esto... -nos mira con enojo-

De repente siento algo dentro mío estrujarme, haciéndome caer por el dolor. Otra vez, aquel dolor que había sentido en el Castillo de Lorule. Todos los aliados notan mi repentina caída y rápidamente intentan ayudarme de cierta forma.

—¡Protectora! ¿Se encuentra bien? -me pregunta Darunia-

—¡Oh no! La hemos lastimado mucho, en serio -dice Ruto algo asustada-

—Ojalá tuviera mi magia conmigo, podría hacerla sentir mejor -dice Midna algo angustiada-

—Quizá mis insectos la ayuden -dice Marípola inocentemente-

—Ninguna magia puede ayudarla -informa Fi algo triste-

—¡Dina haz algo! -dice Impa-

—¡Lo intento, pero no funciona! -dice Dina aplicando hechizos en mi abdomen, pero nada resulta-

—¡Lana, resiste! -dice Zelda demasiado preocupada-

—¡Lana, no nos dejes! -dice Link de la misma forma-

De repente, el dolor me estruja más y en un momento, sale disparado de mi abdomen, como si algo hubiera sido arrancado de mi ser. Cierro fuertemente los ojos y grito de forma agonizante al sentir aquella sensación y de repente me siento sumida en un profundo sueño.