Almas Separadas (Link Fanfiction)

Capítulo 4: El Joven Sheikah

*Aún no pongan la canción de Multimedia*

Narra Lana:

Todos en el castillo están buscando a la princesa Zelda, incluyéndome, lamentablemente, no encontramos rastros de ella en ninguna parte. Impa y Link son los que se encuentran más desesperados por encontrarla, ambos han recorrido todos los rincones del castillo más de tres veces. Las hordas malignas se encuentran en el castillo, por lo que es más difícil buscar a la princesa.

Después de horas de buscar, todos se dan por rendidos, la princesa Zelda no se encuentra en ninguna parte del castillo, y las hordas comienzan a mandar a todos a sus lugares. Decido retirarme a mi habitación y al llegar cierro la puerta con fuerza. Sin pensarlo, me dirijo a mi espejo y al verme en él, aparece mi reflejo de la misma forma que ayer, lo miro con gran molestia.

-¿Tú sabías de esto? -le pregunto demasiado molesta-

-Wow, tranquila -se burla-

-No me pidas que me tranquilice -escupo- ¿tú sabías lo que pasaría en el campo de batalla? -vuelvo a preguntarle-

-Te lo advertí, tú eres la culpable de no haberle dicho a la princesita sobre las hordas -me mira con ira y su voz cambia radicalmente, dejándome perpleja- yo te avisé, no tengo nada que ver, toda la culpa la tienes tú -sonríe-

-¿Y cómo iba a saber si lo que me decías era verdad? -pregunto molesta-

-¿Desconfías de tu propio reflejo? Me hieres, Lana -se hace la dolida-

-Dime en dónde se encuentra la princesa Zelda -le ordeno-

-¿Para qué? ¿Para que vuelva y te arrebate a tu querido Link? -admito que ese fue un golpe bajo de su parte, al notar que su comentario me dolió, sonríe con satisfacción- vaya, vaya, no has cambiado en cuanto a tus sentimientos, Lana -ríe- bueno, no hemos cambiado -se corrige con una pequeña sonrisa-

-No somos iguales -frunzo el ceño- y no me interesa la relación que pueda tener con Link -una horrible mentira de mi parte-

-Por las tinieblas, ¿qué acaso no te das cuenta de que soy tu reflejo? -me mira como si fuera la persona más tonta del planeta- yo revelo lo que en realidad eres

-Yo no soy así -niego con mi cabeza y ella suspira con fuerza-

-No tengo tiempo para esto -se agarra las sienes con frustración- tu querido noviecito viene en camino, así que adiós -y desaparece dejando mi reflejo "normal"-

-Espera... -hablo muy tarde- ¡ugh! -me quejo con frustración- y no es mi novio -hablo conmigo misma en el espejo y saco la lengua-

-¿Lana? -escucho la voz de Link fuera de mi habitación y la puerta suena tres veces-

-Adelante -suspiro con cansancio y me acaricio las sienes mientras escucho la puerta abrirse-

-¿Estás bien? -lo escucho preguntar detrás mío y niego con la cabeza- ¿qué sucede? -vuelvo a negar con la cabeza-

-Nada, no te preocupes -respondo algo fría-

-Bien, entiendo si no me quieres decir -dice con amabilidad- quería saber qué opinas sobre mis ropajes, ¿qué tal me quedan? -pregunta, obligándome a darme media vuelta para verlo-

Al verlo vestido con los ropajes del héroe legendario, mi boca casi cae al suelo, intento controlarme mentalmente para no babear. Diosas, se ve completamente apuesto e irresistible, me quedo sin palabras y lo único que puedo hacer es tartamudear.

-Emm...t-te...te quedan bien -siento mi cara completamente roja-

-¿Tú crees? -pregunta no muy convencido, "oh, Link, claro que lo creo, podría observarte todo el día"-