Capítulo 8: El Templo del Agua

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*Aún no pongan la canción de Multimedia*

Narra Escritora:

Tras oír las súplicas del hada, Impa se abrió camino hasta la Montaña de la Muerte para liberar a la princesa Ruto. Allí consiguió vencer a Darunia, líder de los goron, que había perdido la cabeza temporalmente. Tras liberar a la princesa Ruto, Impa descubrió con sorpresa cuál era el motivo del conflicto entre los goron y los zora.

El antiguo Templo del Agua estaba infestado por hordas de monstruos que habían emergido del Portal de las Almas. Y al parecer la mismísima princesa Zelda era la líder de estos monstruos. Con la esperanza de resolver el inquietante misterio...Impa y sus nuevos aliados emprendieron el viaje al lago de Hylia. Pero al llegar, los recibió una Zelda consumida por la maldad...

Narra Impa:

-Y así fue como el héroe y yo terminamos estando juntos finalmente... -escucho a la princesa Ruto seguir y seguir hablando de su vida-

Miro disimuladamente detrás mío para ver a Ruto encima de Sheik platicando y platicando, y a Sheik demasiado irritado por la voz de la princesa encima suyo. Vuelvo a mirar hacia el frente y río levemente, la princesa lleva hablando por horas sobre su vida, la mayoría de las tropas se encuentran algo irritadas por ella.

-¿Así que todo el conflicto fue por los monstruos? -le pregunto a Darunia, el líder de los goron, el cual se encuentra a mi lado-

-No precisamente, más bien fue por... -sé a quién va a nombrar, así que lo interrumpo-

-Puedo asegurarle que ella no es una amenaza, la princesa Zelda jamás haría algo como esto -digo algo molesta-

-No, no iba a nombrarla a ella... -sus palabras me hacen mirarlo a los ojos-

-¿Entonces? -pregunto algo curiosa-

-Fue por una chica, la cual quería conquistar todo, de modo que buscó la forma de hacernos entrar en conflicto a los goron y zora -explica- la princesa Ruto le tomó demasiado rencor a la chica por intentar robar el zafiro perteneciente a su raza, al igual que intentó robar el rubí perteneciente a la nuestra, ambas eran conocidas como piedras espirituales

-¿Y para qué quería esas piedras espirituales? -le pregunto-

-No tengo idea -Darunia se encoge de hombros- pero sé que no era para algo bueno, en su mirada había maldad pura

-Lana... -susurro con cierta tristeza y melancolía-

-¿Lana? -pregunta Darunia-

-Lana es una chica perteneciente a nuestras tropas, es una aliada -explico- solo me estaba preguntando si ella se encuentra bien en estos momentos -me encojo de hombros-

-¿Es su hija? -pregunta con curiosidad-

-Diosas, no -río levemente- yo no tengo hijos, aunque a ella la considero como una -sonrío-

-Entonces si se podría decir que es como su hija -dice Darunia con una sonrisa-

-Sí, se podría decir -río-

-Hemos llegado al lago Hylia, general Impa -dice uno de los soldados de la tropa-

-Perfecto, gracias por avisarme -agradezco-

-Vaya...así que han llegado, qué gran sorpresa -escucho una voz muy familiar-

-¿Qué? -digo para mí misma-

-Impa, ¿cómo te atreves a ponerte en contra mía? -esa voz...no puede ser-

-No... -susurro con temor-

Almas Separadas (Link Fanfiction)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora