Prólogo

12.2K 587 38
                                    

Siempre pensé que en mi primer día de instituto cambiaría todo. Sería una nueva persona.
Una chica amable, divertida, inteligente... Quería llevarme bien con todo el mundo. Ese era mi objetivo principal. Pensé que si me centraba y sacaba mi verdadero yo, sería pan comido. Quién iba a pensar que mi primer día de instituto me arruinaría el plan.
Lydia Martin. La chica más popular, bella e inteligente de todo el instituto (aunque a simple vista parecía una niña tonta) se convirtió en mi mejor amiga. Obviamente, debido a esto, la parte de llevarme bien con todo el mundo acabó en la papelera. Aún así, no me arrepiento, ya que tener a Lydia como mejor amiga es verdaderamente genial. Realmente es una chica fantástica con un novio... Bueno, no tan fantástico, es decir, era un bombón, pero ¿inteligencia? En fin, Jackson era un chico guapo, popular y malcriado. A veces me pregunto qué ve Lydia en él. Al menos no se mete conmigo, creo que es la única razón por la que nos llevamos más o menos bien.
Nunca supe por qué llamé la atención de la fabulosa Lydia Martin, pero en cuanto me vio, vino hacia mí a elogiar mi ropa, cosa que me extrañó. La verdad es que creo que es así como empieza conversaciones con gente nueva del género femenino. Desde entonces ella y yo somos amigas, nunca había imaginado que yo sería una chica popular. Por supuesto eso conllevaba ir siempre perfectamente vestida, ignorar a la gente que no es popular y comportarse como una chica tonta. La parte que más me costaba era ignorar a ciertas personas. Por eso la mayoría del tiempo me salto esa parte. Aunque solo les saludo, y sé que no es suficiente, creo que se alegran de que no les ignore. También me salto bastante la parte de chica tonta.
En resumen lo único que me hace popular es mi ropa y estar al lado de Lydia.
Y bueno, todo esto me he puesto a pensarlo el día antes de la vuelta al instituto mirando mi armario y pensando deliberadamente lo que me iba a poner. Odiaba esta parte de la moda.
Entonces alguien llamó a la puerta de mi habitación. Ya sabía perfectamente quien iba a entrar por esa puerta.
—Nos vamos a un sitio —dijo Lydia irrumpiendo en mi cuarto con una sonrisa deslumbrante. Es obvio a dónde íbamos a estas horas de la tarde.
—¿Compras? —le pregunté, aunque ya sabía la respuesta.
—Tú lo has dicho, no yo —dijo con una sonrisa.
Lydia siempre que me lleva de compras, compra más que yo. Estuvimos unas horas en el centro comercial, yo no compré mucho ya que realmente tenía suficiente ropa.
—¿Preparada para el primer día de instituto? —me preguntó guiñándome un ojo.
—Con la tonelada de ropa que me has hecho comprar, estoy preparada para todo el año —respondí riendo, no era tanta pero me gustaba exagerarlo.
—Así al menos sé que irás tan divina como siempre —las dos reímos.
Lydia me dejó en casa y me puse a preparar la cena, esperando que mi padre llegara.
—Hola cielo, ¿cómo estás? —preguntó colgando su chaqueta en la entrada.
—Bien, salí con Lydia de compras —respondí terminando de freír unos huevos. Debo admitir, que aunque hago muchas veces la comida, no soy una gran cocinera.
—Ah ¿y qué tal? ¿Te lo pasaste bien?
—Sí, mucho.
—Mañana es el primer día de instituto ¿no? ¿Estás preparada? —me preguntó con una pequeña sonrisa.
Le miré con los ojos entrecerrados, deseando no pensar más en que el verano ya había acabado y tenía que volver a mi aburrida vida. Él se rió al ver mi cara de disgusto.
—Venga Ella, no todo sobre el instituto es malo, ya verás que cuando crezcas lo echarás de menos.
—Ahora mismo, justo la noche antes de volver a la jungla de adolescentes no lo veo así —respondí con una pequeña sonrisa.
William (mi padre por si no os lo he dicho) se rió y me sacudió el pelo con suavidad.
Cuando terminamos de cenar, recogimos los platos, nos dimos las buenas noches y subí las escaleras hacia mi habitación. Hoy iba a comenzar mi diario, había intentado hacerlo muchas veces pero siempre se me olvidaba escribir.
"Querido diario:
(¿En serio estoy empezando así?)
Me alegra que aunque papá esté muy cansado siempre sea tan agradable y atento conmigo. Sé que su trabajo es complicado, yo odiaría ser médica, debe ser muy difícil ver como hay gente a la que simplemente no puedes salvar, no creo que fuera capaz de soportarlo. Me gustaría que él tuviera alguien que le hiciera feliz, yo trato de pasar el máximo tiempo posible con él, no quiero que se sienta solo. Mi madre murió cuando yo era pequeña. Tan solo tenía 4 años. Fue un asesinato (se ha vuelto algo casual llamarlo asesinato...)  así que nunca he visto a mi padre con una pareja.
Te hablaría de lo de mi madre pero la verdad es que no sé mucho más, nunca se encontró al asesino, y nunca supe por qué lo hizo.
En fin, como sabrás (y sino te lo digo ahora, aunque esto es estúpido porque realmente tú eres yo ¿no?) tiendo a estar más tiempo en mis pensamientos que en la realidad. Me llamo Ella Cordelia Rhodes (ta-chán) y pensarás que a quién se le ocurre ponerle a su hija "Cordelia" de segundo nombre. Pues bueno era el nombre de mi madre. Mi padre insistió en ponérmelo, y eso que ni a mi madre le gustaba, todos la llamaban Delia. Papá dice que me parezco mucho a ella, aunque con el pelo más oscuro, lo cual no me sorprende, ya que nunca he visto a nadie con el pelo más oscuro que yo. Mi padre sin embargo es castaño y de ojos verdes. También compartíamos el amor por la música y los animales, a mí me gustan mucho aunque no tengo ninguna mascota.
Estoy un poquito obsesionada con mis notas, pero odio estudiar, lo suelo dejar todo para última hora (la madre naturaleza no me había dotado con un espíritu trabajador) y bueno, qué más decir, que estoy bastante mal de la cabeza porque hablo mucho sola, soy súper despistada, el queso es lo mejor de este mundo...y eso, que tengo sueño. Hasta mañana (o no, porque probablemente se me olvidará escribir).

I: Apolune ↞ Stiles/Isaac/Teen Wolf ↠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora