Capitulo 1.

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¿Mi nombre? De seguro muchos lo conocéis, y otros no, me llaman Mel desde el día de mi nacimiento, fui traída a las tierras de Hyrule a petición de las diosas, quienes me ofrecieron un trato, vida eterna a cambio de ayudar al héroe durante su travesía...

Sucedieron muchas cosas, entre ellas, mi muerte y mi trato con Dark, Ganondorf/Ganon fue derrotado por nosotros dos y la princesa nos concedió el honor de ser sus acompañantes durante casi dos años.

Soy una reencarnación moderna de Zelda, el problema, es que no sé si esto sea verdad, lo podría averiguar mucho tiempo después...

Leyendas circulan en Hyrule, sobre un niño que recibió un hada siendo un hyliano, un chico que con ayuda de ella, logró derrocar al mal y viajar por el tiempo, el héroe de las leyendas... quien perdió a una amiga...

El dato curioso, es que no hablan mucho de mí, simplemente alguien que le ayudó en su travesía, alguien que estuvo allí en los momentos tristes y alegres del héroe, más hablan de la princesa del destino, siguiente heredera al trono y demás.

Ahora ambos cabalgamos en Epona, en los bosques perdidos, esperanzados en hallar a Navi, un hada sin igual, alguien que se ganó nuestros corazones y se fue sin decir adiós.

Mi compañero de aventuras, es el famoso héroe de las leyendas hyruleanas, quien dirige ahora el caballo, se preguntarán por qué no estoy sobre Zero, verán, a mi caballo no lo conocí hasta que tenía 15 años, durante mi estadía en el Rancho Lon, Lon, a diferencia de mí, Link ya había visto a Epona y aprendido la canción de la yegua, cosa que sorprendió mucho a la dueña y gracias a ello, se la obsequió. A diferencia de mi compañero, gracias a las diosas, me dejaron mantener mis ítems conmigo, en mi alforja y mi gancho personalizado no me lo quitaron...

El ambiente lúgubre se podía notar a kilómetros de distancia, los árboles casi sin vida alrededor de nosotros brindaban escalofríos a mis brazo, Link me miró de soslayo, tratando de darse cuenta de que no estaba solo en esto, sonreí y pegué mi frente en su espalda, aunque fuésemos niños, éramos inseparables cual adultos.

Pero, de repente sentí que la yegua se alborotó, y caí mal en el suelo, quedándome inconsciente más de la cuenta, una vez que pude abrir los ojos, miré la figura de mi compañero retirarse en las sombras de aquel tenebroso bosque, entré en pánico y me levanté muy rápido ocasionando un mareo tan intenso que tuve que apoyarme en uno de los gruesos y secos troncos del lugar.

El mareo se dispersó por arte de magia y corrí tras Link, esto era parte del juego en la siguiente línea del tiempo del presente...

Llegué a un lugar donde varios troncos formaban una especie de puente, los que tenías que saltar para llegar a la entrada a Termina.

Mis ojos se pusieron grandes cuando Link gritó mi nombre.

-¡Mel!- mientras caía.

Corrí y salté como pude aquellos troncos, una vez en la parte de arriba, respiré hondo y me lancé cayendo a salvo en una pequeña laguna, alcancé apreciar varias máscaras conocidas para mí en el trayecto de bajada.

Cuando llegué y salí del agua, mi compañero ya estaba transformado en Deku y el Skull kid se retiraba del lugar, la pequeña Tatl golpeaba a mi compañero y la puerta se cerró, no sin antes Tael, su hermano, gritara su nombre.

-¡No me dejen!- gritó la pequeña hada

-Eso te pasa por golpearlo- regañé secándome y yendo hasta mi compañero.

-¡Mel! ¡No me mires!- gritó avergonzado, llevando sus diminutas manos a su rostro, él ahora era más pequeño que yo, sus ojos mostraban melancolía- no podré verte más a los ojos, por favor.

-Hey- dije poniendo una rodilla en el suelo- se resolverá, lo prometo- tomé sus manos y las alejé, entrelazando nuestros dedos y besé su frente.

-Par de enamorados- comentó con fastidio el hada- ¡Necesito que abran ésta puerta!

La miré con desprecio, y creo que me tuvo miedo.

-¿Por favor?- preguntó sintiendo mi pesada mirada.

Mi compañero asintió y corrió a abrirle la puerta un poco más animado, los alcancé pocos segundos después, llegando así a una parte donde Link tenía que usar los poderes de la máscara deku que llevaba hundiéndose en la flor rosada que se hallaba en el suelo, mientras que yo, usé como pude mi gancho lanzable para moverme por lo árboles del lugar.

La entrada estaba frente a nosotros, y lo que parecía ser la estatua del hijo del mayordomo envió escalofríos a mi espalda, estaba todavía más demacrada que en juego, chillé del miedo y corrí tras Link, mientras que él rió de mi comportamiento, Tatl se mantenía apresurándonos.

Y así fue como todo comenzó, el pasadizo estaba torcido y lleno de plantas alrededor.

Llegamos hasta dentro de la torre del reloj.

Mi compañero me miró asustado y para darle fuerza de seguir adelante, caminé sin miedo por aquellos corredores.

Subimos varias escaleras y encontramos nuestro inicio.

Ahora ¿Qué haré?- pregunté en mente.


ATLOZ FANFIC. La viajera de otro mundo II. La máscara de Majora.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora