– ¿Todo bien? – Pregunto aún con la sonrisa en su rostro, una bella sonrisa.
–Si– Conteste al instante– Gracias, por todo esto.– Siéntate, debes estar hambrienta – Me dijo acomodándome la silla, todo un caballero.
– De hecho – solté entre risas. Me senté y me acerqué a la mesa. El olor me llegó al instante. Miré el plato y un filete estaba ahí. No me esperé nada y comencé a comerme la comida. Sabía demasiado bien y si, estaba muy hambrienta. No me importó que Zayn estuviera frente a mí, sabía que él no me criticaría por mi falta de modales.
– ¿Te gusta? – me dijo mientras se llevaba un bocado a su boca y enarcaba un ceja. Parecía divertido. En ese momento quité la mirada de mi comida, tomé una servilleta y la puse en mi boca. Asentí. – Me alegro –Dijo él – Entonces, cuéntame sobre ti. ¿Cuál es tú historia? Enarqué una ceja, aun masticando un bocado. Y al pasarme la comida con un poco de agua, contesté:
–Soy Michelle, soy pobre y para mantenerme tengo que trabajar vendiendo revistas y vendiendo mi cuerpo –Fue lo más natural que pude contestar, no quería entrar en más detalles. El moreno me miró entrecerrando los ojos, quería que le dijera más pero yo no iba a decir más.
– ¿Hay algo que no me estás diciendo? – Dijo el, obviamente no le iba a decir el que soy una adicta a la cocaína.
– Es todo– murmuré y bajé la mirada de nuevo al plato.
– Tampoco te voy a obligar a que me cuentes todo, después de todo somos dos completos extraños – Se encogió de hombros y rio.
– Mejor dime tu historia – Musité – Debe de ser mucho más interesante que la mía.
– Soy Zayn, un chico normal de veinte años, que le gusta ayudar a las personas.
– No eres tan normal – Miré alrededor – Eres un chico rico. Él se encogió de hombros y sus mejillas se encendieron. Nos quedamos en silencio, él miró ahora su plato y yo lo observé. No parecía ser peligroso, podía percibir mucha nobleza en él. Pero no entendía porque me había llevado a ese lugar. – ¿Por qué me has traído aquí? ¿Cuál es la verdadera razón? – Le pregunté, dejando los rodeos – No lo entiendo.
–Me gusta ayudar a las personas – Contestó levantando la mirada, mostrándome sus hermosos ojos brillantes, parecía sincero – Tú te cruzaste en el camino y quise salvarte, de alguna forma.
– Zayn, no te ofendas, pero con ayudarme a mí no ayudas a todas las personas en mi misma condición. Harían falta muchas personas como tú y no las hay. Yo tuve suerte de que me encontraras, pero las demás... No– Me miró fijamente unos segundos, pensando en las palabras que le había dicho.
– Me gusta ayudar, aunque lo que haga solo cause un efecto mínimo – murmuró y luego agachó la mirada. Había algo que no me decía. Yo seguía confundida pero ya no insistiría. Terminé con mi último bocado de comida. – Ya he terminado, todo estuvo muy rico, gracias Zayn, por todo. Levantó la mirada y frunció el ceño al ver que me levantaba.
– Lo dices como si ya te estuvieras despidiendo.
–Debo irme ya, debo volver a mi mundo...
– No te estoy corriendo, quédate. Igual yo te pagaré todo el tiempo que estés– Se paró de su silla y me tomó de los hombros – ¿Por qué no quieres quedarte?
– Este no es un lugar para mí, y con todo lo que me has dado hoy puedo arreglármelas...
– No te vayas, te dije que quiero salvarte. El lugar en donde vives no es seguro, aquí estarás bien y podemos buscarte un trabajo mejor. No tendrías que volver a esas cosas.
–¿Y crees que yo no lo puedo hacer por mi cuenta? – Proteste.
– No, no quise decir eso, solo... quiero ayudarte– Zayn suspiró. Nos miramos fijamente por unos segundos, yo trataba de comprender porque lo estaba haciendo, nada me quedaba claro. Y él se esforzaba por decirme que me quedara. Su teléfono celular sonó, sacándonos del pequeño shock que habíamos estado. Se separó de mí y yo me dirigí a la cama. Pude haberme ido en aquel momento, pero no lo hice. Una parte de mi me decía que no podía hacerle eso, después de toda la ayuda que me había brindado. Escuché que colgó y se acercó a mí. – Era Ellie, mi novia – Murmuró él y recordé a la chica rubia que lo acompañaba el día que lo conocí
– Ya es tarde. Duerme esta noche aquí y mañana volveré y lo platicamos con más calma. Pero esta noche por favor, quédate– Tenía razón, era tarde y estaba cansada. Además, aunque pareciera egoísta e interesada, él había quedado en pagarme.
– Te dejaré una llave aquí, no quiero que creas que estas prisionera – Puso la llave en la mesita de noche enseguida de la gran cama – Y parte de la paga – Sacó un fajo de billetes y los metió en el cajón
– Mañana vendré. Y me haría feliz encontrarte aquí. – Solté un suspiro un poco frustrada. Él se acercó a mí y me besó en las mejilla–Buenas noches, Michelle– Susurró. Yo asentí. Vi cómo se dirigía a la puerta, caminando tranquilamente. Abrió la puerta.
– Zayn– Lo llamé y él se volvió a mí, sus brillantes ojos se posaron en mí– Tal vez yo no quiero que me salves.
Pude notar un poco de tristeza en su mirada. De verdad le afectaba que yo no quisiera que me ayudara. – Solo hoy– Murmuro No era una pregunta, pero yo asentí. Entonces volvió a darme la espalda y salió de la habitación.
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Through The Dark (Zayn Malik) TERMINADA
FanfictionCuando creemos que nuestra vida es fea, siempre habrá alguien para caminar contigo a través de la oscuridad. Escritora Original: Monsse Campiña