The lines and spaces between us [Traducción/ KaiSoo]

05

Jongin observa mientras Chanyeol coloca una caja de pizza en su mesa, quien tiene una estúpida sonrisa plasmada en el rostro.

—Chanyeol—Jongin menciona. El  ya mencionado no lo escucha mientras deambula hacia la cocina, consiguiendo unas cervezas del refrigerador de Jongin—Park Chanyeol.

Chanyeol sigue sonriendo tontamente cuando se sienta a su lado, lanzándole la lata—¿Qué quieres ver, mi querido hermanito?

—Estás siendo raro, Chanyeol. ¿Qué mierda te ocurrió? ¿apuñalaste exitosamente la espalda de tu jefe con un cuchillo?—pregunta Jongin, ignorando la pregunta de Chanyeol

Chanyeol lo mira y luego toma su rostro en sus grandes manos. Jongin nota que su mejor amigo se está sonrojando. El rostro de Chanyeol se vuelve serio mientras murmura lentamente sus siguientes palabras.

—Hombre, creo que encontré mi destino.

Jongin trata de registrar lo que dijo y estalla en carcajadas, golpeando con fuerza las manos de Chanyeol para quitarlas de su cara y luego se agarra fuertemente el estómago. Chanyeol lo empuja fuera del sillón, burlándose.

—¿Por qué eres así?—dice Chanyeol y pone mala cara, tomando el control remoto y cambiándole a National Geographic, con Jongin riendo todavía a su lado. Cuando para de hacerlo, pone la mano en el hombro del más alto para apoyarse.  

—¿Quién es la chica desafortunada, amigo?—Jongin palmea su pecho con su mano libre, intentando reprimir la sensación de angustia por ser dejado. Intenta cubrirlo con todas sus carcajadas.

Junmyeon está comprometido con su colega, Soojung. Y ahora, Chanyeol encontró a su -como dijo- destino. ¿Cuándo verá Jongin a su otra mitad?

—La conocerás...—murmura Chanyeol. Su sonrisa va desapareciendo, como si Jongin hubiera dicho algo ofensivo—Algún día.

—Estoy feliz por ti, la verdad—y es verdad. Sinceramente está feliz por su mejor amigo.

—¿Cuándo encontrarás una para ti? —pregunta, y Jongin deja caer su mano que se encontraba en el hombro de CHhanyeol—Casi tienes veintisiete años, Jongin.

Sí, Jongin piensa, dentro de pocos meses tendrá veintisiete. Cuando estaba en la secundaria, ya se asumía estando comprometido a esta edad. ¿Pero qué pasó? ¿Qué le sucedió a esa suposición?

—No lo sé—responde con aparente incertidumbre—Creo que voy a esperar a que venga.

Alguien aparece en su mente cuando lo dice, y traga saliva con inquietud.

. . .

—¡Jongin-ssi!—Kyungsoo lo saluda con la mano cuando sale de su camioneta. Jongin aprieta su agarre en la correa de su mochila y se acerca a su cliente—¿Esperaste mucho?

Jongin niega con la cabeza—No, acabo de llegar.

Mentira. Jongin ha estado esperando durante treinta minutos. Jongin tiene que hacer la revisión del lugar para saber si el diseño es apropiado para él, incluso si en realidad no es su trabajo y se supone que debe hacerlo cuando la construcción ha iniciado (el ingeniero de Kyungsoo está enfermo, y él es el siguiente al mando). Se pregunta si va hacer  bien el trabajo ahora que Kyungsoo estará con él por unas horas. O quizá tendrán que dormir ahí. Solos. Con nadie más que ellos.

—Lo siento, acabo de recibir la camioneta del taller de vulcanización. ¿Estás listo?

—Sí, vámonos—Jongin abre la puerta trasera, y Kyungsoo frunce el ceño cuando ve sus ojos por el espejo retrovisor—¿Qué?