—¿De verdad no te puedes quedar más tiempo? —preguntó Berni un tanto desanimada—.
—no mamá —le sonríe con pesar—. se me ha olvido por completo que debo entregar mi libro a la editorial —le informó—.
—pero puedes enviarlo por correo —le sugirió—.
—Helena sabía que podía entregarlo por correo, pero no quería encontrarse con Jade otra vez—. lo sé mamá, pero sabes lo maniática que soy por entregar mis escritos en persona —le sonríe apenada—.
—está bien cariño —la abraza suspirando— te extrañaremos —le susurró su madre—.
—y yo a ustedes —se separó del abrazo—. despídeme de papá y mis hermanos —besó su mejilla y caminó al taxi que la esperaba, miró a su madre por última vez y la volvió a despedir esta vez con la mano—.Helena iba pensando en que no sabía por qué escapaba de Jade o más bien si lo sabía y se negaba completamente a asumirlo.
Luego de una hora de viaje hasta el aeropuerto la castaña se bajó del taxi y le pagó al chófer lo que correspondía, tomó su pequeña maleta y se adentró al aeropuerto, pasó al gran mesón para reportar su llegada y para que le guardarán el equipaje.
Cuando terminó todo lo que debía hacer, subió al segundo piso del aeropuerto y caminó a la cafetería, se sentó y esperó a ser atendida.
—buenos días mi nombres Peter y seré yo quien la atienda hoy —sonríe, pero era una sonrisa de cansancio, quizá cuantas horas lleve acá este pobre muchacho se preguntó Helena—.
—buenos días —le sonríe—. quisiera un café con leche y un sándwich jamón y queso.
—¿para llevar o para servir? —le preguntó anotando lo que ella había pedido—.
—para servir —contestó sacado su teléfono—.
—bien ¿el sándwich lo quiere caliente? —volvió a preguntar mientras anotaba—.
—caliente por favor —pidió sonriendo—.
—bien —el chico se retira de la mesa—.Helena vio que era la única persona en aquella cafetería así que se acercó a la barra donde el chico preparaba su pedido.
—¿qué edad tienes Peter? —el rubio se sobresaltó— oh disculpa.
—descuida —sonríe esta vez más relajado— tengo 22 años —respondió a la pregunta—.
—eres joven —sonríe— ¿qué estudias? —Helena se caracterizaba por ser muy preguntona y curiosa—.
—estudio derecho en la universidad de Santa Barbara —habla sacando el sándwich y poniéndolo en el pequeño horno—. ¿y tú que edad tienes? —se atrevió a preguntar—.
—tengo 28 años y yo estudié escritura creativa —sonríe— en universidad de Cambridge.
—¿y ganas dinero? —volvió a preguntar—.
—ella se encoge de hombros—. para pagar los gastos de la pequeña casa en la que vivo si y si me va bien me doy un gusto —sonríe ya que él hace una mueca de desagrado—.
—¿no te molesta vivir así?
—no, ya que hago lo que me gusta y soy feliz con mi trabajo —respondió segura—. y que hay de ti ¿te gusta lo que estudias?
—Peter se encoge de hombros—. papá me dice que son años de estudio pero que ganas mucho dinero —Helena no puede evitar reírse—.
—pregunte que si tú estás feliz con lo que estudias —lo apuntó mientras el ponía el sándwich y el café con leche junto a ella—. no lo que a tú padre le parece mejor chico.
—el rubio bajo la cabeza, pero enseguida la subió—. me hubiese gustado estudiar actuación, pero el campo laboral es nulo.
—ósea que prefieres pasar leyendo casos, número de artículos y hacer tu vida infeliz ¿por un par de dólares más? —tomó un poco de su café—.
—pasajeros con destino a Londres por favor abordar en puerta 5 —se escuchó en los parlantes—.
—bien Peter debo irme —le pagó más de lo que correspondía y tomó su sándwich—. piensa en lo que te dije —sacó un lápiz y apuntó su número— me llamas o me mandas un mensaje a ver lo que has decidido.Helena corrió hasta la puerta número 5, mostró su tique de embarque y subió al avión, una vez dentro buscó su asiento que daba a la ventana y comenzó a comer su sándwich con tranquilidad.
Peter por su lado había quedado bastante desorientado ante las palabras de aquella chica de la cual su nombre ni siquiera sabía, pero de una cosa estaba seguro probaría suerte a ver si la castaña tenía razón.
—Peter a trabajar por favor —le dijo el dueño—.
—si Tony.Helena luego de haberse comido su sándwich, se puso sus audífonos y cerró sus ojos tratando de conciliar el sueño, minutos después logró quedarse profundamente dormida.
—cariño ya basta —ríe la castaña—.
—mi amor sabes que me encanta escucha tu risa —sonríe el chico—.
—Frank ya basta —le dice desesperada a causa de las cosquillas—.Helena despertó después de cinco minutos, no quería volver a dormir ya que los recuerdo de Frank le hacían daño, miró por la ventana y sorprendió al darse cuenta que ya habían despegado, sacó su computador y comenzó a avanzar uno de sus escritos.
"Desearía que estuvieras aquí
Que no te hubieses ido
Que no me hubieses dejado aquello.Te ame como una loca
Te amo desenfrenadamente
Y te amaré incondicionalmente.Mi mayor miedo se hizo realidad
Te perdí y no tuve tiempo de luchar
Por nosotros.Te ame como una loca
Te amo desenfrenadamente
Y te amaré incondicionalmente.La última vez que me dijiste te amo
Fue por medio de un lápiz y un papel
Jamás supe de ti, ni del supuesto amor que me tenías."La castaña miró entristecida aquellas palabras escritas por ella, otra vez volvía a sentir ese cosquilleó que le produjo muchas veces el llanto.
Helena guardó el escrito y luego cerró el computador, para finalmente guardarlo.
Y su mente comenzó a divagar en una sonrisa torcida una cabellera semi–larga, ¿lo quería?, claro que lo quería era su amigo ¿no?, ¿entonces por qué besarlo? Se cuestionó.
Helena no podía negar que algo le pasaba con Jade, pero no estaba dispuesta a arrastrarlo con ella a una vida llena de soledad y sin un llanto de niño.
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HOPE (EDITANDO)
RandomHelena es una mujer con la vida ya resuelta, junto a su prometido Frank y el único anhelo de ellos es formar su familia con la llegada de un bebé, pero ¿qué pasa cuando el médico le dice a ella que no puede concebir?, trayendo cómo consecuencia que...