HOPE (EDITANDO)

16

—Jade ya estoy cansada —chilló la castaña exhausta—.

—cariño no seas perezosa.
—claro como tú no tienes dos niños en el vientre —le dice molesta—.
—tienes razón amor, perdón —dice apenado— está bien descansemos —paró y se sentaron en una banca— ¿te parece si voy por helados? —ella asiente distraída—.

Después de todo lo que había pasado con Jack solo les quedaban dos semanas para disfrutar su estadía en California y luego volver a Londres.

Ya habían pasado veinte minutos y Jade aun no llegaba, se levantó preocupada, pero enseguida se tranquilizó al verlo caminar hacia ella.

—siento la tardanza amor, pero el local estaba atestado de mucha gente y la fila era inmensa —besa sus labios y luego le pasa su helado de pistacho y chocolate a la castaña— tu favorito —le sonríe—.
—te amo —le dijo mientras acomodaba su cabeza en el hombro de su chico—. 
—y yo a ti mi vida —besó su frente y luego fijo sus ojos en los anillos que ambos tenían puesto, el anillo de él era una hermosa corona negra con piedrecillas y el de su novia era una corona de plata con una piedrecilla en el medio de esta—.

Helena los había comprado por internet cuando cumplieron tres meses. Él castaño se puso a pensar en los meses que llevaban juntos y en lo bien que la chica lo hacía sentir ¿cómo de un día para el otro ya la amaba?, ríe contento.

—¿de qué te ríes? —le dice Helena levantando su cabeza, para poder mirarlo mejor—.
—me río de que nunca deje de amarte y me negaba a verlo —le sonríe—.

—

—¿qué quieres qué? —murmuró la castaña jadeando—.

—quiero pedirle matrimonio a tu hermano —se encoge de hombros—.
—Char mi hermano apenas tiene 26 años, se conocen hace —dijo contando con los dedos— bien se conocen hace mucho, pero el caso es que llevan meses juntos.
—dos años exactamente —la castaña abre sus ojos— tú te enteraste solo hace meses.
—Charlotte seré súper honesta contigo y no estoy de acuerdo con que le pidas matrimonio a mi hermano ¡aun es un niño! —le dice molesta—. 
—no te estaba pidiendo permiso —habla enojada la chica— solo te estaba avisando.

Su amiga se levantó indignada y salió de casa de Jade.

—¿todo bien? —le dice Jack, pero ella niega— ¿qué pasó?
—Charlotte quiere pedirle matrimonio a Gabriel —suspira cansada—.
—¡pero si Gabriel solo tiene 26 años!
—¡Exacto! —alza sus manos— no sé qué pretendía que le dijera ¿felicidades? ¿te apoyo? —dice molesta—. es mi hermano y tiene toda una vida por delante ¡acaba de terminar de estudiar por Dios!

—

—Gabi —le dice Charlotte—. 

—dime amor —le sonríe—.
—bueno yo —habló dubitativa— ¿quieres casarte conmigo?

Eso en definitiva al chico lo había tomado por sorpresa

—acaricia su mejilla— aun soy muy joven, no tengo planeado casarme aun —la chica se levanta con lágrimas en sus ojos— por favor no llores mi amor, sabes que soy feliz contigo.
—Gabi —susurra— tengo 28 años, tengo un trabajo, mi casa, necesito a alguien con quien compartir mi vida.
—pero conmigo puedes —le sonríe y ella niega—.
—no lo entiendes —desvió su mirada— quiero hijos, un esposo, un perro, formar una vida con alguien a mi lado —sorbió su nariz— te quiero muchísimo, pero no estoy dispuesta a seguirme postergando hasta que tu decidas si de verdad quieres formar una familia conmigo.

Se levantó de la banca y entró en su auto, Gabriel quería correr tras de ella, estaba seguro de que la quería, pero también estaba seguro de que aún no quería casarse.

—¿estas más tranquila? —ella asiente—.

—gracias por apoyarme en todo —le sonríe Helena a Jade—.
—para eso estoy —besa sus labios—.