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Un mes después

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Un mes después.

—mi amor ya vámonos hoy el doctor nos dirá si estas embarazada.
—ya estoy lista —besó sus labios—.

Subieron al auto y emprendieron marcha a la clínica, Helena iba algo desanimada ya que en la prueba de embarazo que se había realizado arrojó negativo, pero su novio le ánimo diciendo que según su madre muchas pruebas de embarazo dan falsos negativos y que debían esperar al examen de sangre.

—bien cariño hemos llegado —le dijo apagando el motor del auto, para luego bajarse ambos, le avisaron a la recepcionista su llegada y esperaron a ser llamados—.

—cariño... —Jade no pudo decirle nada ya que el doctor los llamó—.
—bien chicos ahora veremos si ha dado resultado el proceso —sonríe con calidez, abrió el sobre donde se encontraba el examen de sangre— bien chicos, felicidades ¡son padres! —les anuncia y tanto Helena como Jade se abrazaron eufóricos—.

—muchas gracias doctor —le dijo Helena al borde de las lágrimas—.

—de nada Helena —le sonríe—ve y recuéstate en la camilla, descúbrete desde la cintura hacia abajo —le habló mientras se ponía los guantes— ¿haz sentido alguna diferencia ? —ella niega— bien vamos a ver -tomó el gel, lo vertió un poco en el aparato, lo introdujo en la castaña y luego comenzó mover la máquina de un lado a otro, hizo algunas tomas y luego miró a la pareja— todo está en perfecto estado ¿ven ese punto de ahí? —ambos asienten— él es su futuro hijo.
—¿habla en serio doctor? —el asiente— Jade seremos padres —le dice llorando su novia y él asiente sonriente—.

Después de ver a su hijo y reír de pura alegría, el doctor le dijo que debía cuidarse y le indicó las vitaminas que debía tomar en los primeros meses, se despidieron de él y luego fueron a casa de Helena.

—bien amor, prepara tus maletas que nos vamos a California —sonríe Jade—.
—mi amor acaban de empezar las clases y tú debes trabajar, vayamos para las vacaciones de invierno ¿te parece?
—es que quiero decirle a todo el mundo que vamos a ser padres —la abraza y luego la gira levemente—.
—debes calmarte, en julio iremos y le avisaremos a todos en California, ahora vete a trabajar ¿sí? —besó sus labios—.
—tienes razón —la vuelve a besar— ahora si me voy y bastante contento
—Helena ríe— por cierto —le dice abriendo la puerta de la casa de su novia— Te amo —gritó y salió de casa—.
—¿que? —habló Helena sin dar crédito a lo que su novio le acababa de decir—.

Pasó el resto de la tarde pensando en aquellas palabras y en su bebé, porque estaba contentísima, sería madre y eso la ponía feliz.

—estoy ansiosa de que pasen ya los meses —le habla a su vientre plano—.

Alrededor de las ocho de la tarde alguien golpeo a la puerta de la casa, la castaña abrió y miró a su novio
—¿te quedas hoy? —le preguntó—.
—claro ¿qué pregunta es esa? —ríe mientras pasa a la casa—.

Se sentaron en el sillón y conversaron durante un buen rato, hasta que salió el tema del "te amo"

—Jade sobre lo que dijiste por la tarde ¿es cierto? —murmuró—.
—él sonríe— más que cierto mi amor.

Últimamente el castaño estaba muy sonriente y todo eso era gracias a Helena, se había dado cuenta que aun la quería y que formar una familia con ella llenaba aquel vacío que siempre tuvo, era lindo volver a tenerla.

—deja de sonreír me pones nerviosa —ríe su novia—.
—es que te amo —sonríe— te amo —la besó—.

Luego de aquella platica ambos se fueron a dormir y al día siguiente se levantaron producto de la alarma de Jade.

—cariño debo ir a trabajar —besa su mejilla y luego se levanta—.
—se levantó a hacerte el desayuno mientras te arreglas —se despoja de las sabanas, la pereza y luego se levantó, caminó por la habitación, se puso una bata y bajó a la cocina—.

Jade por su parte se deshizo de su ropa y se duchó, luego se vistió, pero mientras lo hacia el teléfono de su novia sonó anunciando un mensaje, curioso lo tomó y revisó el mensaje.

Número desconocido:

Hola guapa, te hecho caso y me vine a Londres a probar suerte, pero no tengo donde quedarme ¿podrías ayudarme?

Jade terminó de vestirse, bajó con el teléfono de Helena y la miró.

—te ha llegado un mensaje —soltó de mala gana, Helena tomó su teléfono y miró el mensaje—.
—el desayuno está servido —le avisó mientras salía de la cocina—.

Helena llamó a aquel número.

—hola, Peter —sonríe la chica— acabo de ver tu mensaje ¿en dónde estás?
—en la casa de un chico que apenas y conocí hace dos semanas —ríe—.
—bien dame la dirección y te iré a buscar.

El chico le dio la dirección.

-bien a las 10 de la mañana estoy por allá.
—gracias, chica —suspira—.

—¿que decía el mensaje? —gruñó Jade ya que había escuchado toda la conversación—.
—era de un chico que conocí antes de volver a Londres —se encoge de hombros— iré a buscarlo, no tiene a nadie aquí.
—bien, yo ya me voy —toma sus cosas y ni se despide de la castaña—.

La chica no tenía ganas de amargarse así que más tarde le preguntaría por su berrinche, miró la hora y eran las ocho de la mañana, la chica subió para poder bañarse.

Una vez arriba tomó lo pertinente para su ducha y caminó hasta el baño.

Por otra parte, Jade estaba en su clase de música y estaba bastante distraído, no dejaba de pensar en ese chico que había llamado guapa a su novia y también se recriminó lo capullo que había sido con ella y más estando embarazada, por otro lado no se había puesto a procesar que dentro de ocho meses seria padre y que no le había dicho ni a su madre ni a sus hermanos, de hecho ningún familiar en California sabia sobre lo suyo.

Por otra parte, Jade estaba en su clase de música y estaba bastante distraído, no dejaba de pensar en ese chico que había llamado guapa a su novia y también se recriminó lo capullo que había sido con ella y más estando embarazada, por otro lado no...

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HOPE (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora