Quería olvidarte, y cuando cerraba los ojos era cuando más te recordaba.
Tú cada vez más distante, yo cada vez más distinta.
Simplemente dejaste de contestar mis mensajes, como si olvidarnos fuera sólo cuestión de dejar de escribirnos.
No hablamos más y no parece importarte. Y ahí es cuando me pregunto que tan mala habré sido para que no quieras intentarlo una vez más.
Por las noches es cuando más difícil se vuelve no pensarte. Y ahí estoy yo, llorando una vez más, por que no estás al lado mío. Llorando por haberte dejado ir. Llorando por fallar.
Te necesitaba a ti, a tus palabras, tus risas, tus enojos, necesitaba tu mundo por que completaba el mío.
No estoy bien, sin embargo, lo sigo intentando y me mantengo en pie. Sé que no serás el amor de mi vida pero me hubiera gustado.
Sé que no se puede morir de amor, o desamor mejor dicho. Pero mierda... como duele.
Hoy te extrañe, me hiciste falta. Me atacaron los recuerdos y no supe defenderme.
No quiero decírtelo pero aquí te lo escribo por si el destino quiere que lo leas.
"Los caminos cambian, las señales cambian, el viento sopla del otro lado, de repente el norte es el sur y el este el oeste. Y estás pérdida. Es muy fácil perder el rumbo, perder la dirección."
Me diste alas a sabiendas de que no volarías conmigo.
