Desperté en una habitación de paredes blancas con varios cuadros del cuerpo humano. Debía estar en la enfermería del instituto. Bajé la mirada y vi mi ropa manchada de pintura.
Al lado de la camilla había una esponja manchada de pintura, probablemente de mi cara.
En la enfermería no había nadie, no escuchaba a nadie salvo a mi pensamiento en mi cabeza. Me dolía demasiado pero no sabía que hacer para calmarlo. Me centré en un punto fijo de la pared y concentrarme en el y no en el dolor de cabeza que me habían provocado los golpes.
-¿Qué tal te encuentras bonita?
No me enteré en que momento entró la enfermera hasta que me habló. Estaba demasiado concentrada en la lisa pared blanca.
-Mejor. ¿Cuánto tiempo llevo desmayada?
-Casi dos horas. El chico que te ha traído hasta aquí fue muy amable y ha ido a tus profesores a decirle que estabas aquí para que no te pusieran falta.
-Que amable si.
Me preguntaba como sabía que estaba allí. Seguramente solo fue una coincidencia.
-Bueno tomate esto y ya puedes volver a tus clases.
Entonces sonó el timbre del almuerzo.
-O bueno, al patio.-Dijo la enfermera mientras soltaba una pequeña risa.
-Muchas gracias.-Dije mientras me tomaba la pastilla que me había dado.
-No me las des, es solo mi trabajo.
Dicho eso, me salí de la enfermería con mis cosas y me dirigí a la cafetería esperando encontrarme a Erik en ella.
Cuando llegué vi a Erik sentado en una mesa junto con su almuerzo y, para mi sorpresa, con el mio. Me acerqué a él con una sonrisa por su pequeño acto de bondad.
-Gracias Erik.
-No podía hacer menos Elisa.¿Que tal te encuentras?
-Mucho mejor, la enfermera me acaba de dar una pastilla y ya no me duele tanto la cabeza.
-Me alegro. Si te sirve de consuelo yo también pasé por eso después de decirle a Robert que tenía más músculo que cerebro.
-Lo peor de todo es que me han manchado mi sudadera nueva.
Erik se rió. Yo al principio estaba seria, pero al final, acabó pegándome la risa y me reí junto a él.
Me levanté a por mi postre ya que me quedé con hambre. El dolor da hambre.
Me puse a la cola y escuché como las chicas de detrás estaban hablar de mi y de mi atuendo manchado por puntos de colores donde anteriormente solo había parte de mi nueva y ahora sucia sudadera.
Al parecer se pensaban que hablando tan bajo no les iba a escuchar o prestar atención. Pero con esa voz chillona es complicado no prestar una mínima atención a lo que sea de lo que estén hablando.
Opté por hacer caso omiso a sus palabras y centrarme en mi postre. Llegó mi turno y elegí un flan de vainilla.
Volví donde estaba Erik y no estaba solo. Tenía al profesor de informática a su lado. Me acerqué hacia ellos y Jose, el profesor de informática, me explicó que no había problema alguno por no haber ido a su clase puesto que ya le habían explicado la situación donde yo me encontraba durante su clase.
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Salí del instituto lo más rápido que pude con la excusa de que me dolía demasiado todo el cuerpo y no estaba en condiciones de hacer clases. Al parecer me sirvió la excusa puesto que me dejaron salir antes de la hora de salida.
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2018 ha llegado
Ciencia FicciónHace mucho tiempo que llevo esperando a que suceda. Estamos en el 2018 y el fin se acerca, o eso piensan todos. Aunque no lo parezca no soy una chica normal, vengo de otro planeta. Allí, nos encargamos de salvar a todo ser vivo de nuestra galaxia y...