One Shots Percy Jackson

Oh, blanca y feliz Navidad (Solangelo One Shot)

Nico suspiró. 

La gran mesa que se encontraba en la mitad del departamento de Percy, dejando muy poca libertad de movimiento. 

Piper, Annabeth, Hazel y Leo se encontraban en la cocina, preparando la cena de Navidad. Era gracioso cómo ellos necesitaban a cuatros personas para hacer el trabajo que Sally hacía todos los años. Desafortunadamente, este año ni ella ni Paul podrían estar, por un problema en la aerolínea; tendrían que quedarse en Argentina por unas semanas más, lo que tampoco sonaba tan mal para él. 

Las cortinas estaban abiertas de par en par, dejando a la vista la nieve caer, como en una vieja y cursi película navideña. El departamento estaba impregnado con el aroma de las galletas recién horneadas y envolturas de regalos. 

Ésta era su tercera navidad junto a sus amigos, y la verdad, se estaba empezando a acostumbrar a la ausencia de su madre y Bianca. Antes, cuando era pequeño y vivían en Italia, solían pasar la navidad en su pequeña casa. Aún recordaba vagamente el olor a polvo y canela, y cómo su madre corría de un lado a otro preparando la cena y ventilando la casa. 

La risa de un chico lo sacó de sus pensamientos: Percy se había enredado en el mantel de la mesa y había caído, provocando un ruido sordo. Will estaba ayudado a pararse y revisaba su tobillo, tratando de controlar su risa. El corazón de Nico dio un salto. Definitivamente podría escucharlo reír todo el día. 

Annabeth salió y vio a su novio sentado en el sofá y el mantel enredado y mal colocado: Regañó a Percy por no tener cuidado, besó su frente y, cuando Will anunció que todo estaba bien, volvió a la cocina, no sin antes anunciar que la comida salía en 5 minutos y que debían sentarse. 

Y así se hizo; cinco minutos después Piper tomaba asiento junto a Jason, Hazel y Frank brindaban con chocolate caliente, Calipso y Leo reían de algo que probablemente Leo dijo, Annabeth ayudaba a Percy para que pudiese sentarse y Will se acomodaba a su lado. 

—Nico, hay algo que quiero decirte —Susurró. Estando tan cerca de él, podía sentir su aroma a madera y limón. Desde hace dos años él aceptó que le gustaba, lo que creó un gran remordimiento en él. Primero Percy... Él había nacido en un tiempo diferente y con reglas diferentes, donde lo que era... No estaba bien. 

Recordaba los primeros años, cuando apenas podía dormir por el remordimiento. 

Pero ahora, rodeado de estas personas, al fin podía respirar, libre, sin que nada lo atara a la persona que solía ser. Sin que nada le recordara el dolor de la pérdida de su hermanita, ni los años solo, ni la oscuridad o soledad. Sólo eran ellos contra el mundo, como siempre había sido. 

Al fin había encontrado una familia. 

Todos brindaron al unísono, y cuando eran las doce y había terminado de cenar se reunieron debajo del árbol para repartir los regalos. 

De Percy recibió unos calcetines azules, tejidos por él mismo. Nico rió al ver los huecos alrededor y cómo los hilos se cruzaban incorrectamente. Percy sonrió y le entregó su verdadero regalo, de su parte y de Annabeth también: Una cadena de plata con el mismo símbolo de calavera de su anillo. 

De Piper recibió una colonia con un nombre que realmente no podía pronunciar, pero que olía realmente bien. Jason le obsequió una chaqueta de cuero que estaba desesperado por estrenar, Hazel un juego de velas creados por ella misma, Frank un pulidor de espadas, Calipso y Leo una camisa de Nirvana, y Reyna un anillo de oro negro, increíblemente hermoso, y no quiso decir de dónde lo había sacado. 

—Tiene una gran historia detrás, justo como tú —Fue lo único que soltó.  

Cuando todo se había acabado, Will lo apartó hasta una esquina cerca de la ventana. 

—Nico... —Pronunció su nombre como si fuera lo más valioso del mundo, haciendo que su corazón se estrechara. 

Si él no lo decía, él lo haría. 

—¿Si? 

—Creo que ya sabes que últimamente he estado un poco apartado y realmente quería explicarte —Nico asintió, y el hijo de Apolo empezó a hablar atropelladamente—. Mira, está bien si te parece raro, y si no me correspondes, claro que podemos ser amigos y olvidar este momento porque de verdad odiaría perder tu amistad y no quiero que...

En ese momento, Nico se decidió. Se acercó al chico con bucles dorados y plantó un suave beso en sus labios. Justo cuando se iba a alejar, Will lo rodeó con los brazos y no se lo permitió: Le devolvió el beso, ésta vez con más fiereza, como si hubiese estado esperando esto por mucho tiempo. Nico se permitió pensar que así era, justo como él lo había estado esperando. 

Los aplausos comenzaron a sonar, tiñendo de rosa las mejillas de los dos chicos. 

—¡Por fin! —Gritó Leo. 

Todos se acercaron a abrazarlos, y allí, junto a toda su familia alrededor, Nico decidió que esto era el significado de una blanca y feliz Navidad.

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¡Y ésta es la última actualización del año! (En realidad, es la primera, pero ésto no se subió so...)
Sólo quiero agradecerles con todo mi corazón a todos ustedes por su ENORME apoyo alrededor del año...
¡6K!
Gracias a todos los lectores de The Code, con la cual tengo planes gigantes que espero lograr.
A los lectores de la guía de los chicos, porque fue el primer gran proyecto y uf... No me alcanzarían mil vidas para agradecerles.
A los lectores de la guía de las chicas, que recién está iniciando ;)
A los lectores del fic que tengo abandonado por allí, lol. Lo termino este año, lo prometo.
Y a los lectores de estos OS, que no he actualizado todo el año pero están aquí para leerlo.
Gracias, gracias, gracias.
Sin ustedes nosotros no seríamos nada aquí.
Esté preparados, tenemos grandes planes para el 2016.
¡Feliz año nuevo! (Aquí no es aún, pero sé que en algunos lados ya).
Besos.

-N.