¿Por qué llamo en domingo? Ese lunes que se presentó a trabajar sus ojos estaban muy hinchados, tuvo que pretender que eran alergias a esos cambios tan drásticos en el clima. Aunque a la vez era agradable tener la cabeza ocupada en su trabajo en vez de estar en casa llorando por lo inevitable.
El día de trabajo se terminó y al volver a su casa vio que una mudanza estaba terminando de subir algunos muebles. Tendría vecinos nuevos. Esperaba que no la escucharan llorar a través de las paredes.
Le sonrió a una mujer que parecía a punto de romper en llanto cuando pasó a su lado rumbo a las escaleras y la mantuvo al ver a dos hombres abrazándose tiernamente.
Perdió la sonrisa tan pronto sus ojos estuvieron sobre el hombre que se quedo en el umbral de la puerta vecina a la suya. Era un chico alto, parecía no tener más de 25 años con ese corte de cabello juvenil pero bien peinado. Sonreía amablemente, y esa sonrisa se veía enmarcada por un bigote y una barba que sólo recorría la línea de su mandíbula. Sus ojos eran grandes y grises y reflejaban mucho carácter gracias a las pobladas cejas, pero se suavizaba por esas pestañas largas como alas de mariposa.
No vio que el hombre que se iba le inclinó la cabeza en forma de saludo, sólo pudo ver como el chico levantaba la mano para decir adiós una vez más y sonreía. Al fin estuvo frente a él. Lo vio mover los labios, pero no escucho lo que dijo, estaba como hipnotizada. Al fin reaccionó cuando las llaves de su puerta se le cayeron de las manos.
-¿Perdona?- al fin pudo articular.
-Te decía que "padres", siempre se ponen tan sentimentales cuando un hijo se muda sólo.
Evelyn le sonrió: -¿Eso depende?, eres hijo único- el asintió-. Esa lo explica, soy la cuarta hija de seis, mis padres estaban aliviados.
Se presento como Álvaro Gómez, y su intuición fue acertada, tenía veinticinco años. Hacía mucho que no veía a un hombre tan atractivo como ese. De pronto, fue consciente de cómo debía lucir después de una noche de llanto. Seguro él lo había notado, ojos hinchados sin maquillaje y el cabello hecho un desastre.
Llegó a su casa muy aturdida por ese día. Por supuesto que había conocido más chicos atractivos, pero por tres años, fiel a sus palabras, no podía mirara a nadie más. A caso, ¿qué él hubiera roto su corazón había rotó también esas cadenas que aprisionaban su sentido de asombro por hombres atractivos?
Aún así habían pasado menosde veinticuatro horas desde que su ultima relación había fallado, era muypronto. ¿A quién trataba de engañar?, eso había fallado mucho antes, así que laobvia ruptura no era la excusa que buscaba. Se consoló con el hecho de que apesar de que era consciente de su atractivo, no podía atraerle alguien que apenas le había dado su nombre esa tarde.
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TRES DÍAS... y me olvidaré de ti
عاطفية"En espera"... esa es la frase que define la vida de Evelyn. Sólo tiene tres prioridades en la vida: Su trabajo, su gato, y él. Ha estado esperando por él tres años. Todo terminó un domingo cualquiera. Ahora, con la espera dada por terminado, su v...