-No estoy seguro si es el momento correcto, ¿estás mejor?, ¿quieres hablar de esto?
Evelyn bajo la mirada y sonrió un poco: -Lo estaré... pero antes... de nuevo me disculpo por estos días terribles que te hice pasar.
-Ya te dije que no es necesario...
-Debo explicarte porque creo que me has mal interpretado.
Álvaro asintió y Evelyn le contó como fue el momento en el que lo conoció, las cosas que pasaron por su cabeza y la terrible idea que se le ocurrió en un momento de tristeza.
-Supuse que lo mejor que podía hacer era... era...
-Hacer que me fijara en ti- el termino la oración.
-No- dijo un tanto confundida- ... no era la idea que tenía en mente.
Ahora era él quien estaba más confundido que nunca, la miró como si jamás en su vida su instinto le hubiera fallado. No pudo decir más, sólo escuchó.
-Lo que pretendí fue... fue darme cuenta... si ya estaba lista para que... para que alguien me gustara de nuevo... en tres días.
Álvaro parpadeo lentamente mientras analizaba esas palabras: -¿Querías saber si yo te gustaba?... no... yo te gusto, por eso... me dejaste elegir todo lo que hicimos ayer, hiciste muchas preguntas, te reías sin sentido, me dejaste ganar en el hockey... te me quedabas viendo cuando creías que no lo notaba... te apareces encada lugar a todo momento...- había un gesto anhelante en su mirada.
Dejó de mirarlo por un momento mientras hacia un recuento de sus acciones mentalmente.
-Si lo dices así... entiendo que pensaras que me gustas... pero en realidad estaba tratando de descubrir si tú me gustas a mí. Te aseguro que todo lo que hice tiene una explicación... como eso de aparecerme en todos lados, todas fueron coincidencias, la única vez que tuve intención de encontrarme contigo no pasó... no te deje ganar, por más que lo intente, soy mala en el hockey de mesa...
-¿Te gusto?- la pregunta fue tan súbita que detuvo el tiempo. Ambos se miraron fijamente.
Evelyn no pudo sostenerle la mirada: -Eres si duda un chico muy atractivo, eres agradable y divertido...
-Sólo responde- pidió amablemente.
-Te repito... eres uno de los chicos más atractivos que jamás he visto y tus modales son impecables...
-¡Evelyn!- volvió a interrumpirla exigiendo una respuesta.
-No... no me gustas... no de la manera que quería que me gustaras.
Álvaro desvió la mirada aún incrédulo de lo que escuchaba. Había notado que esta chica tenía un comportamiento típico de las otras que habían buscado llamar su atención, no era la primera vez que lidiaba con esto, pero si la primera vez en que se enfrentaba a una situación como esta. No sabía lo que estaba sintiendo ante esta nueva situación.
-¿Estás segura?... pero... ¿podrías decirme al menos por qué?
-Eres muy guapo y...
-En serio Evelyn, después de todo lo que me has hecho pasar, no es necesario que lo suavices, vamos, dime, ¿qué no te gusta de mi?
-Eres guapo, físicamente eres atractivo para mí, me encanta que te encanten los animales pero...- dudó un poco antes de seguir-. Te gusta hablar mucho sobre ti, no puedo contar alguna historia sin que me interrumpas con una propia, de hecho no te he contado una sola completa porque siempre cambias el tema a ti... hasta hoy, por supuesto... sólo pides pizza para comer, no entiendo como no te cansas de ella, tiras cajas y cajas a la basura, y te gusta jugar duelo de cartas. Eso es genial cuando estaba de moda, no diez años después, ¡tienes veinticinco años!... sólo me quedaba viendo tu cara en un intento fallido de obsesionarme con tu físico, pero no paso.
Un silencio largo reinó después de esa explosión de palabras. Una vez que inició, no pudo detenerse.
-¡Wow!- dijo al fin después de un rato-. Si lo pones así parezco bastante desagradable... debo decirte que también tienes tus defectos...
-Lo sé... pero no trataba de gustarte- la honestidad estaba desatada. -No me comporté como yo misma estos días, mi cabeza es un lío, mi vida es un lió
Ya era un poco tarde y Álvaro debía alimentar a Rufo, se disculpó y se levanto para marcharse. Evelyn lo acompañó a la puerta sin saber que más decir. Al menos se sentía mucho mejor.
Antes de que ella cerrara la puerta, él le dio la cara y la miro fijamente: -¿Estás segura de que ni siquiera te gusto un poco?
Evelyn sonrió:- Pensé que estarías aliviado...
-Yo también... pero... podría gustarte si me conocieras mejor, te lo aseguro...
Evelyn se rió un poco más fuerte: -Seguramente, aunque pasar por alto el duelo de cartas sería muy difícil...
-No hay forma de que eso cambie, lo siento...
-Lamento que esto te incomodara...
-Buenas noches Evelyn.
Ella cerró la puerta.
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TRES DÍAS... y me olvidaré de ti
Romance"En espera"... esa es la frase que define la vida de Evelyn. Sólo tiene tres prioridades en la vida: Su trabajo, su gato, y él. Ha estado esperando por él tres años. Todo terminó un domingo cualquiera. Ahora, con la espera dada por terminado, su v...