Cuatro

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—Entonces ¿Estuviste encerrado en un baúl durante cuatro años?

El castaño asintió—El día que me encerraron los empleados guardaron muchas cosas en el mismo baúl. Por suerte me pusieron encima de todo antes de cerrarlo con llave.

— ¿Quién te sacó, Kouki?—preguntó Seijuurou interesado en el tema—No creo que hayas salido solo.

—Bueno...Harumi-san lo hizo. Ella me sacó del baúl junto a otras cosas más. Acomodó todo en sus lugares respectivos, poniéndome a mí en el librero. Creo que no se acordó que yo solía estar en la mesita de noche.

Seijuurou frunció el ceño. Harumi-san era la ama de llaves y siempre seguía las órdenes que le daban. Una mujer muy apegada a las reglas a decir verdad. ¿Por qué, entonces, entró a la habitación de su madre sin permiso alguno?

—Harumi-san quería mucho a mi dueña, casi como a su propia hija. —siguió narrando Kouki mientras se sumía en sus recuerdos—Ellas solían conversar mucho.

—Una mujer interesante.

—Siempre te apretaba las mejillas cada vez que te ibas a un lugar—el castaño soltó una risita infantil mientras sus hombros se movían hacia arriba y abajo—Hacías muecas raras en respuesta, Sei.

El pelirrojo no dijo nada mientras Furihata se reía a gusto. Solo atinó a mirar intensamente a aquel pequeño de ojos avellana sintiendo algunos rayos de luz bañar su rostro.

Seijuurou pensó que quizás Kouki se vería mejor con el sol iluminando su cuerpo dejando que brillase más de lo que estaba en ese momento.


Little doll |AkaFuri|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora