– Torpe
El equipo de futbol americano pasaba junto a mí y Derek Sharp no desaprovechaba la oportunidad para molestarme. No tenía nada contra mí, lo tenía contra todos en una forma rara. Era el payaso de su grupo pero la mayoría de sus chistes eran de mal gusto. Solía bromear con todos para divertirse, y claro, para llamar la atención.
Pero eso ya me empezaba a molestar. Cada vez que lo veía me decía torpe y provocaba risas alrededor. Habían pasado ya dos meses desde el primer día de clases, cuando me caí enfrente de todo el instituto. Y él seguía molestando con la misma cosa. Lo peor era que cuando intentaba defenderme no me hacía caso. Hasta empezaba a creer que no se sabía mi nombre.
– Idiota – masculle más para mí misma, mientras cerraba mi casillero.
– Ya déjalo, seguro no tiene nada mejor que hacer.
La chica a la que había hecho caer el primer día estaba parada a dos casilleros de mí. Me enviaba una mirada seria, para luego convertirla en una pequeña sonrisa burlona. Después del incidente en el auditorio, que resulto suficiente para destruir el audio, me enviaron junto a ella a dirección. Y luego de un sermón del director sobre perturbar el orden estudiantil, de una advertencia y de disculparme mil veces con la chica; ella termino por presentarse. Comimos juntas porque nadie quería acercarse a la chica nueva y a la chica sola o eso parecía. La amistad fue un poco forzada porque éramos muy diferentes, pero sentía que la conocía desde siempre. Y en poco tiempo se convirtió en mi amiga, eso era mucho para mi. Su nombre: Elise Hendricks, la nueva.
Elise y yo éramos muy diferentes, enserio. Digamos que yo pasaba desapercibida para la mayoría y ella era todo lo contrario. Por alguna extraña razón todos la amaban o algo así. Llamaba la atención sin esforzarse y era muy orgullosa. Elise tenía el cabello castaño largo y profundos ojos azules. Y eso no pasó por alto para los chicos. Parecía que Elise no tenía miedo a nada ni a nadie aunque era muy impulsiva. Sin embargo siempre se salía con la suya. Cualquiera diría que Elise tendría que pertenecer al grupo de animadoras o al grupo de los populares, pero ella odiaba esas cosas. Ella era diferente.
– Me muero de hambre y no creo que soporte hacer una maldita cola por comida. – dijo Elise después de cerrar su casillero. Caminamos hacia la cafetería. Mi segundo momento preferido del día, claro, el primero es la salida.
– Con la suerte que tienes hoy sirven frijoles con puré misterioso.
– No seas pesimista, roguemos por hamburguesas. – Me reprocho mientras junta las manos como si rezara.
– Tarde. – dije al ver el letrero en la puerta de la cafetería con el almuerzo de hoy. – el menú hablo.
La cafetería era gigante y estaba llena de bulla. Y lo mejor, estaba llena de comida. La comida de la cafetería no era la mejor pero era comida. No me quejaba. Después de una larga cola, en la que Elise no paro de quejarse al fin estábamos sentadas en nuestra habitual mesa.
La mochila de un chico choco contra la mesa, para luego dejar una bandeja de comida. Y al subir la mirada me encontré con una encantadora sonrisa. Nick Thompson es el tipo de persona al que nunca veras triste o malhumorada. Es el que siempre trata de sacar una sonrisa a todos aunque eso le cueste la vida.
– Vengo con la mejor idea del mundo. –dijo emocionado mientras se sentaba frente nuestro.
– Dime que no se trata de colarnos a una fiesta infantil de nuevo. – expreso Elise con un tono cansado. – no pienso volver ser perseguida por mocosos.
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Sencillamente Sam (editando)
Teen Fiction¿Quién no quiere vivir una historia cliché? Ya saben, las que van de la chica buena (no tan buena) y el chico malo (no tan malo) que se enamoran. Sam es parte de una, pero no es ella exactamente la protagonista. Sam sabe escuchar y no es muy buena h...