Antes de empezar, aclaro que para todos los personajes de la historia pasaron aproximadamente dos meses desde todo lo sucedido en el último capítulo...
*Narra Kyra*
Estábamos a nada de Navidad, mi época preferida del año. Mi mamá me ayudaba a adornar el árbol navideño; nuestra relación en éstos últimos meses había mejorado mucho... Por su lado, Sean se había vuelto el tío más baboso del planeta, ya me había regalado unos 12 pares de calcetines, 15 ropitas, 8 gorritos, y numerosas sonajas.
Supuestamente debía dar a luz una semana más adelante de la fecha en la que estábamos; pero ese mismo día a la noche empecé con los dolores preparto.
Las contracciones eran cada vez más seguidas, más dolorosas y más duraderas. Estaba hecha un ovillo en mi cama.
En eso veo a mi mamá que estaba llamando a la ambulancia.-Mamá, ¿qué haces?.- Pregunté. -El bebé debe nacer dentro de una semana, no es el tiempo aún. Debe ser normal todo esto.- Dije muy segura.
-Kyra, las fechas son aproximadas, los partos pueden retrasarse o adelantarse, como en tu caso. Estás en trabajo de parto, lo sé perfectamente.- Dijo ella.
-¡Dejen de charlar y llama a esa maldita ambulancia o ese bebé nacerá aquí!.- Dijo firme Sean.
Veinte minutos después me encontraba en la sala de urgencias.
Aguardaba acostada en una camilla acompañada de mi hermano.-¿Dónde está mamá?.- Le dije atontada.
-Llenando papeles en recepción, no tarda.-
En eso entra apurado un médico. Apenas me vió y revisó y dijo:
-Esta chica debe ir ya mismo a sala de partos.-
Mis ojos se abrieron como platos. ¿VOY A DAR A LUZ?, ¿AHORA?.
Dos enfermeras que no sé de dónde salieron ya me llevaban por un pasillo a dicha sala.
Veía borroso, no sabía que ocurría a mi alrededor. Mi mamá apareció a mi lado vestida con un traje especial, me sonreía.
-Primera vez, ¿no?.- Preguntó alguien.
-Asentí.
-Escúchame, inhala, exhla, inhala, exhala.- Dijo la misma voz.
Hice caso mientras las contracciones seguían presentes. De repente vino una mucho más fuerte que todas las anteriores y no pude evitar gritar.
-Bueno Kyra, voy a necesitar que pujes con todas tus fuerzas.- Dijo la partera.
Grité y sudé como nunca en mi vida. Mi cuerpo ya no podía más luego de varios minutos.
-Vamos Kyra, un último esfuerzo, por tu bebé.- Dijo la misma mujer.
Gemí del dolor.
Mi mamá me apretó la mano fuertísimo y di el último esfuerzo que mi cuerpo pudo dar.
Segundos más tarde se oyó en toda la sala un llanto histérico de bebé.
Sonreí aliviada. Mi mamá me besó la frente.
Una enfermera se acerca y me extiende a mi hijo recién envuelto en una mantita.
-¡Felicitaciones!- Exclamó.
Lo tomé en mis brazos y lo observé... era hermoso, perfecto.
Tenía sus ojos cerrados y ya no lloraba. Le besé su manito.-¿Cómo se llamará el niño?.- Preguntaron.
Miré a mi mamá sin saber qué contestar. No me había podido decidir en todos estos meses. Finalmente opté por uno.
-David.- Respondí. -Se llama David.
Mamá me miró conmovida; David era el nombre de mi padre...
*Narra Lana*
Estaba viviendo una vida de nómade con Max hacía un mes.
Mi papá y su socio, el papá de Max estaban amenazados de muerte por unos nuevos enemigos. No era juego, eran tipo rudos, pesados; mi mamá los definía como 'extremadamente peligrosos'. Mis padres temían que me pasara algo; Bob también temía por Max.
Yo por mi parte estaba muy asustada. Había seguridad fuera de casa las 24 horas, mi papá no dormía bien, y ni hablar de mi mamá.
Era una mafia metida en todo tipo de problemas contra dos simples narcotraficantes de los Los Ángeles, U.S.A.
En resumen, acordaron que lo mejor sería que ambos nos vayamos lejos.
Tuve que dejar atrás mi antigua vida durante un tiempo indefinido. Mi guardarropa, mi precioso auto, mis zapatos, mi casa; la vida de niña rica en sí...
Cuando me fui me dolió en el alma, y lloré mucho. Pero luego de un tiempo... dejó de importarme. Max era más que mi novio; era mi mejor amigo, mi compañero.
Estuvimos un tiempo en Canadá, luego en Francia, Suiza, hasta llegar a Holanda, nuestro hogar en aquel entonces.*Narra Holly*
Esos últimos dos meses fueron muy buenos para mí, nunca me había sentido tan bien conmigo misma.
Dos meses sin probar un cigarro, ni una gota de alcohol, ¿cuándo hubiera sido posible eso?.Admito que los primeros días no fueron fáciles, pero esos días ya habían quedado atrás...
Christian, mi médico, fue muy importante. Él me trató diferente a todos desde el primer día. Se preocupó siempre, no me puedo quejar.
Mi familia sólo vino a verme tres veces, eran visitas por compromiso, obviamente; yo misma les dije que no era necesario que siguieran viniendo... y ellos no se opusieron.Por otro lado, Christian era muy atractivo; tenía unos ojos pardos preciosos, pestañas largas y cabello castaño oscuro.
Intentaba sacarlo de mi mente, ¿el médico del psiquiátrico saliendo con su paciente?, oh, vamos Holly. De todos modos, él estaba comprometido con 'Mindy', ni siquiera conocía a la tipa pero me desagradaba completamente...Pero cada vez que él me sonreía aparecía otra vez una lucecita de esperanza en mi interior.
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¡Será de Dios que en esta historia no pueden estar bien todos!. Mentira, I ♥ drama.
Se viene el último capítuloooooooo.
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BITCH, he's mine
Teen Fiction3 jovencitas, 1 mismo objetivo. Lana West: rica, malcriada, orgullosa. Kyra Riley: humilde, sensible, amable. Holly Harrison: ciclotímica, efusiva, impulsiva. La amistad de estas jóvenes siempre tuvo altos y bajos por las diferentes personalidades d...