Todas las mañanas Lola se levantaba y se arreglaba para volver a ver a aque chico tan guapo del que se enamoró.
Tan sólo podía pensar en él, y en lo guapo que era.
+Mamá. ¿Podemos ir de paseo y también al restaurante que fuimos el otro día?
-El paseo si lo podemos dar hija, pero lo del restaurante no lo sé.
+Vale
Contestó Lola a su madre. Ella nerviosa cogió un par de cosas y las metió en el bolso. Lo malo que ese bolso no se lo llevó al final.
A cinco minutos de casa volvió corriendo a por el bolso que se lo dejó. Entonces, se tropezó con un bache y se manchó al caerse el vestido nuevo blanco. Tuvo que cambiarse de ropa y se puso otro vestido.
Su madre la preguntó que por que había tardado tanto y ella se lo explicó el motivo.
Siguieron con su paseo, y entonces, vió a ese chico tan guapo del que se enamoró. Pasó cerca de él e hizo que se caía. Le funcionó, aquel chico la sujetó, y le preguntó que si estaba bien.
+ s.. si.. es est estoy bien. Gracias por agarrarme. Por cierto, ¿ cómo te llamas?
-Me llamo Daniel. Y tu, ¿eres?
+ Ah, yo soy Lola.
Por fín lo conoció a ese joven chico. Se dieron los móviles y cada uno se fue por ahí.
Más contenta no podía estar, ya que tenía su número y sabía como se llamaba. Sólo le faltaba un pequeño detalle, si tenía novia.
+¡Ójala que no tenga! Gritó Lola. Todo el mundo mirandola con cara de que si estuviera loca.
Tal vez lo estuviera, pero de amor. Aquel día le encantó, ya hizo un amigo allí, o bueno algo más intentaría que pasara y se lo pasó genial con su madre.
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Maravilloso desastre
Teen FictionSu mundo era un caos , tal vez fue su culpa empezar todo así. Hasta un día que dio una vuelta en su vida. Haciendo que ella fuera feliz.