Can You Love Me Again? [/Peter Pan/]

Por una noche

Habían pasado semanas después de aquel incidente con las sirenas, Pan se la había pasado vigilando muy de cerca a Tamina, todo parecía indicar que ella se había recuperado a la perfección volviendo a hacer la princesa que era; la chica mandona, orgullosa, prepotente y dulce de la cual Pan se había enamorado. Pero aun así había algo que lo molestaba, algo de lo cual Tamina aún no estaba lista para decirle, algo que aún estaba latente en la mente de la chica y que la mantenía con ciertas pesadillas por la noche e intranquilidad en el día.

Tamina se sentó junto a él. Pan apenas la sintió, la muchacha se movía con demasiado sigilo y gracia que la hacía pasar casi desapercibida.

─Tengo que volver a Aladris─ mustió mirando al suelo.

Pan se volvió hacia ella rápidamente.

─ ¿Cómo has dicho?

─Tal vez me necesiten allá, ha pasado mucho tiempo Peter...deben de estar preocupados.

El aludido la miraba con los ojos desorbitados, todavía sin poder creer lo que la pelinegra le estaba diciendo.

Tamina alzó la mirada al no recibir respuesta y se topó con el rostro descompuesto del muchacho; sintió un pinchazo en el pecho al verlo así.

Pan negó con la cabeza.

─No es por eso que quieres volver─ contestó con la mirada perdida.

Tamina contuvo la respiración, Pan era bastante astuto.

─ ¿Qué sucedió con las sirenas?─ se atrevió a preguntar.

Desde el incidente Pan había tratado de no mencionar el tema temiendo que Tamina volviera a decaer, pero aquella conversación realmente lo ameritaba.

─ ¿Qué te tiene tan intranquila, preciosa?─continuó el muchacho acariciando el rostro de la joven princesa. ─ ¿Qué es lo que ves en esas pesadillas que te hacen gritar por la noche?

La aludida tomo su mano en el acto y la acarició cerrando sus ojos ante el contacto. Un par de lágrimas se deslizaron por sus mejillas.

─Son mis padres, mi hermano, mi familia...ellos me necesitan, algo malo sucederá, aún no sé qué es pero se acerca a Aladris y no puedo abandonarlos.

─No puedo dejar que te vayas─ musitó el muchacho. ─Quiero que estés conmigo Tamina.

Las lágrimas volvieron a brotar, pero esta vez Pan las detuvo limpiándolas con sus pulgares.

─No quiero verte llorar, no de nuevo.

Los ojos del muchacho se cerraron.

─Te amo Tamina, realmente lo hago, he dicho muchas mentiras a lo largo de mi vida pero créeme cuando te digo que en verdad lo hago, esta no es una mentira...es la auténtica verdad; eres la persona que me conoce tal como soy y aun así jamás me juzgaste; conoces mi historia, mis errores, mis demonios...todo y aun así tu siempre estuviste allí conmigo.

La muchacha sonrió entre lágrimas.

─Yo también te amo, Peter. A pesar de todo...yo me enamoré de ti.

Pan volvió a acariciar su rostro.

─Entonces no te vayas, te necesito conmigo preciosa.

─No quiero hacerlo, pero es mi deber...mi familia me necesita.

(A partir de este punto les recomiendo que escuchen la canción que está en multimedia)  

Pan sin pensarlo dos veces la tomo del rostro y unió sus labios con los de ella, necesitaba sentir que Tamina aún seguía con él. Sus labios se movieron sobre los de ella con dulzura mientras que sus manos descendían por los brazos de la chica hasta posicionarse en su cintura y apretarla contra él.