El amor de un padre [Golden Freddy x Freddy, M-preg]

¿Qué es lo que me pasa?

2 semanas después

POV Freddy

Estaba cansado, no quería moverme. Quería quedarme todo el día si era posible en cama. Pero como la realidad es otra, la hermosa manera en la que mi padre me llama cundo estoy en cama hasta tarde me saco de mis pensamientos. Mejor dicho, de mi cama.

-¡FREDERICK! ¡MÁS TE VALE QUE YA ESTÉS LEVANTADO! -me caí de la cama con la consecuencia de que mi tracero se golpeara contra el frío suelo-.

Vi la hora y eran las diez cuarenta y dos. Después de haberme tragado ese dolor le devolví el grito a mi padre.

-¡Ya estoy fuera de la cama!, ¿eso cuenta?

-¡Con eso soy feliz hijo!

Lo peor era que desde hace ya dos días me siento mal. Dolores de cabeza, dolores en el abdomen, tengo más hambre de lo habitual. Lo que me da miedo es que mi padre a notado eso. Y no tengo intenciones de ir al doctor. Y despertar de está manera sintiendo como si te estrujaran el abdomen y luego caer de la cama no fue la mejor de hacerlo.

Con cuidado me levante del suelo y entre al baño para darme una ducha.
Al terminar salí del baño, me vestí y baje las escaleras. Encontré a mi padre sentado en la silla del comedor, leyendo el diario y tomando una taza de café tranquilamente.

El desayuno ya estaba hecho, lo cual se me hizo raro. Habitualmente cocino yo lo que es desayuno, comida y cena. No me dio buena espina que mi padre estuviera tan calmado como para levantarse un domingo en la mañana y hacer el desayuno. La cocina no es su fuerte (pero se esfuerza y admiro eso. Y de igual modo cocina bien).

Pero no cambió el hecho de que se me hizo agua la boca. Y volvemos a los mismo. Más hambre de lo habitual.

-Papá, ¿algo que me quieras contar? - permanecí de pie, me cruce de brazos y alce una ceja-.

Sonrío sin despegar la vista del periódico para después dejarlo en la mesa y mirarme con una sonrisa entrelazando sus manos. Me hizo un ademán para que me sentara a su lado. Eso hice.

Después de unos momentos de silencio por fin hablo.

-Han pasado diecinueve años y sigo sin poder ocultarte ni una sola sorpresa -reímos ante eso- bueno, te tengo buenas noticias -me quede quieto en mi asiento dándole toda mi atención- anoche llamo el señor Campbell.

Me atragante con el café que estaba tomando. El señor Campbell era el dueño de una agencia de viajes y hace tiempo que estábamos haciendo un trato con el, Bonnie, Chica y yo. Un viaje en crucero por las Bahamas los tres juntos. Dos semanas antes de Navidad para pasarla los tres juntos y librarnos un rato de los deberes.

-Dijo que ya todo estaba listo, y que la próxima semana podrían pasar a firmar los papeles para cerrar el trato -prosiguió mi padre- ¿que tal?

No dije nada, me quede con una gran sonrisa en mi rostro. La idea de por fin pasar unos días con mis amigos en unas vacaciones fuera es grandioso.
Nada puede fallar.

Luego de varias preguntas de mi padre de qué haríamos, a donde iríamos y que no me olvidara de traerle algo de las Bahamas, seguimos desayunando y conversando. En mi caso fue comer más que hablar.

Rato después tocaron la puerta. Me levante y fui hacia ella. Cuando la abrí vi a Chica sonriente como siempre. Ella, Bonnie y yo quedamos de ir al cine hoy. La salude y la invite a pasar, a lo que ella acepto gustosa.

-¡Hola Puppet! -dijo la rubia al ver a mi padre. Seguido se lanzó a él y le dio un fuerte abrazo. Después de todo, ella y Bonnie son de la familia-.