A la mañana siguiente
─Oahhhhhh ─bostezó tiernamente un joven albino de bellos y dulces ojos chocolates, despertando recién a las 7 de la mañana, se despierta temprano más por costumbre que por otra cosa, pues la noche anterior no había dormido mucho, además de haber gastado bastante energía.
Se giró para ver al responsable de ello, estaba profundamente dormido -o al menos eso parecía- aferrándolo por la cintura. Emitió un pequeño quejido cuando el movimiento provoco que las sabanas le rozaran la escocida y sensible piel aun levemente colorada de sus glúteos, además del resentimiento en sus piernas. Se acurrucó más al pecho de su oscuridad aspirando con deleite el embriagante aroma de vainilla y playa del mayor.
─Kura... mi querido yami... te quiero tanto ─murmuró para sí, sin darse cuenta de que lo había dicho en voz alta.
─Y yo te quiero a ti hikari.
El menor se sobresaltó al escuchar la respuesta, parpadeo un par de veces antes de abrazarlo por el cuello y darle varios besos en las mejillas ─ ¡Oh Kura! Te quiero, te quiero ¡te quiero mucho!
─Jajajaja ─el mayor soltó la risa ante el dulce y tierno comportamiento de su niño ─realmente eres un encanto ─le murmuró con cariño ─buenos días.
─ ¡Ohayō! ─le respondió cariñosamente.
─ ¿Cómo te sientes?
─De maravilla ─Ryou se movió un poco hacia atrás pero al hacerlo no pudo evitar soltar otro quejido al apoyarse en su trasero.
Bakura frunció el ceño ─pues a mí no me lo parece ─retiró un poco las sabanas y lo puso bocabajo ─Gomen, creo que me pase con esto ─murmuró, como la noche anterior Bakura bajo a repartir pequeños besos en la zona.
Ryou se puso colorado al sentir tales caricias ─no, no tienes por qué disculparte ─ahogó un jadeo al sentir su lengua acariciarlo ─t-te dije que m-me gustó ─tembló un poco al sentir como la lengua de su yami ascendía desde la curva de su espalda baja hasta sus omoplatos para mordisquear suavemente su cuello que estaba lleno de marcas rojizas ─además, no es eso lo que más me duele ─susurró, de nuevo, sin darse cuenta en voz alta.
─ ¿Qué te duele? ¿Te sientes mal? ─exigió saber el mayor con su tono autoritario.
Ryou giró la cabeza, aun sonrojado y apenado para darle una sonrisa tranquilizadora a su yami ─me duelen un poco las piernas por tanto patinar ayer... pero descuida, estoy bien, se me pasará más tarde.
─Ryou ─murmuró contra cuello.
─Además, recuerdo ayer algo como 'mañana no vas a querer salir de la cama' ¿no?
Bakura ahogó una risilla ─tienes razón yadonushi... así aprenderás a comportarte mi pequeño.
"Adoro que me llamé así" pensó el menor. Luego se percató de que Bakura había parado en sus caricias por lo que volvió a mirarlo encontrándose con su vista fija en su mesita de noche, giró a ver qué era lo que observa encontrándose con su reloj-despertador que indicaba las 7:10 am ─nee ─le llamó tímido, Bakura se giró a verle con el semblante un poco decaído ─aún tenemos hasta las 10, no pienses en eso ─dijo tiernamente adivinando el pensamiento de su par. Con un poco de esfuerzo y ahogando otro quejido se giró para tomarle el rostro con ambas manos y juntar sus frentes ─ ¿te apetece un baño caliente? ─sugirió.
─ ¿Contigo? ¡Por supuesto! ─respondió con expresión picara. Ryou solo le ofreció una bella sonrisa habiéndolo, feliz de haberlo sacado de esos pensamientos, hasta que sintió como el mayor lo tomaba en brazos para llevarlo al cuarto de aseo, se agarró a su cuello riendo divertido antes de darle un dulce beso.
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La Cuenta Regresiva, La Vida sin Ellos
FanfictionContinuación de "No es un adiós, sino un hasta pronto" Tres de los artículos milenarios han regresado a manos de sus dueños, asegurándoles que el destino aún tiene más aventuras para ellos. Tres hikaris que han perdido a sus yamis tendrán la oportun...