Después de la Fiesta

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-25 Dic -la mañana de navidad.

─ Buenos días chicos ─dijo Yugi aun en la cama.

─Buenos días ─dijeron Malik y Ryou desde sus camas.

Mokuba acaba de avisar que el desayuno estaría servido para todos en unos minutos así que los chicos se estaban estirando y eso para sacarse la pereza. Bakura y Marik seguían muy acomodados en las camas, Yami estaba medio sentado entre los cojines con Yugi.

Ryou miro un momento a Bakura antes de salir ágilmente de la cama sin darle tiempo a detenerlo y fue a sentarse al lado de Yugi, Bakura gruño y se acomodó medio sentado con los brazos tras la nuca, Malik rio e imito a su amigo provocando la misma reacción en Marik quien se paró para ir a sentarse en la cama de Bakura.

─Ayer fue muy divertido ─dijo Malik con una sonrisa.

─Si, y gracias, realmente me encantan estos ─Yugi movió sus mechones dorados que caían a los lados de su cara descubriendo los aretes en sus orejas.

─Si, son preciosos ─dijo Ryou agitando la mano donde estaban sus brazaletes.

─Vamos, ya les dije que no fue nada, pensé que les gustarían y le dije a Ishizu que los pidiera ─contó llevándose la mano a la nuca en pena, un gesto que se le estaba haciendo costumbre.

─Y ¿Qué harán en la tarde?

─Les prometí a Keita y Shouta que saldríamos hoy una rato, así que iremos con Kurumi al parque más tarde.

─La plaza central tiene un montón de muñecos y luces que no quitan sino hasta el fin de semana ¿Por qué no vamos todos? ─propuso Ryou.

─Sí, sí, me apunto ─dijo el egipcio menor feliz. Marik se dejó caer de espaldas en la parte baja de la cama donde seguía Bakura

La puerta sonó con dos golpes ─adelante ─dijeron los tres hikaris al unísono.

─Oigan chicos, el desayuno está listo, los esperamos abajo.

─Ok Mokuba, gracias ─el pelinegro se retiró cerrando la puerta tras de sí ─vamos –Yugi se levantó y Yami le siguió.

─Vamos Bakura, levántate ─Ryou le dio un tierno beso en la mejilla, suficiente para que su yami se parara sin decir más para envolverlo en sus brazos.

─Arriba Marik, ya párate ─Malik sacudió un poco al mayor intentando que le hiciera caso.

─No quiero ─se negó.

─Marik!

─...

─Bien, en ese caso... Bakura espérame! ─fingió un tono suave, pues los albinos ya habían salido de la habitación.

─ ¿para qué llamas a esa bola de algodón? ─gruñó parándose para tomarlo de los hombros.

─Pues para hacer que te pararas ─le sacó la lengua, había logrado lo que quería ─eres un celoso ─se burló zafándose de su agarre para salir de la habitación. Marik se quedó embobado unos segundos en el contoneo de las caderas de Malik al caminar antes de seguirlo.

El desayuno fue ameno aunque Joey, Duke y Tristán estuvieron bastante callados, en especial el rubio, quien curiosamente, tomo asiento al lado de Kaiba, Mokuba mantenía una alegre conversación sobre la fiesta de la noche anterior.

─ ¿Por qué no organizamos algo así para año nuevo? ─Joey y Seto se tensaron ante la propuesta del chico, uno por la idea de una nueva oportunidad con su cachorro y el otro por la gama de posibilidades que dicho acto podría conllevar.

La Cuenta Regresiva, La Vida sin EllosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora