Ni las canciones que utilice ni Yugi-oh! No me pertenece si fuera así esto lo estrían viendo como capítulos en televisión xD.
¡FELIZ SAN VALENTÍN!Los rayos de sol se asomaban por la ventana, su suave y tibia luz saludaba un nuevo día de San Valentín en Ciudad Domino. Muchas chicas se levantaban emocionadas de pasar el día con sus parejas y/o seres queridos, muchos chicos esperaban con ansias los chocolates que pudieran recibir, algunos esperaban este día para declararse y otros tenían preparados grandes sorpresas para sus parejas... igualmente muchos otros despechados y/o solteros o se quedaban en casa o hacían planes con su grupo de amigos.
Básicamente como cualquier San Valentín.
Claro, a excepción de nuestra pandilla favorita que tenía muchos planes diversos.
Por parte de Ryou, el joven albino se despertó con algo de pereza, en su cama habían regados algunos implementos de manualidades como tijeras, goma, cintas y en especial resaltaba una tarjeta de San Valentín abierta donde se notaba una impecable y elegante letra en tinta azul.
Ryou frotó sus ojos para aclarar su vista y se sacó las sabanas justo a tiempo para apagar el despertador, se acercó a la ventana para mover las cortinas y dejar entrar un poco más de claridad, soltó un suspiro y sonrió, pasó su mano por su cabello algo alborotado y la otra la llevó a su sortija sintiendo su corazón agitarse un poco. Tomó lo necesario antes de meterse al baño, pensado en lavarse el cabello, recordando cuanto acostumbraba Bakura a enterrar la nariz en su pelo al abrazarlo.
Con Yugi, el pequeño rey de los juegos se despertó bostezando como un león, acurrucado en posición fetal totalmente bajo las sabanas y abrazado a un almohadón. El joven tricolor se levantó y entró al baño a lavarse el rostro, regresó a su ventanal y se sentó en el alfeizar, sintiendo los tibios rayos de sol en su rostro brindándole una sonrisa, como saludándolo. Miró hacia su escritorio, varios empaques transparente decorados con diferentes cintas, listos a llenarse de chocolates para entregar hoy, además había una bella tarjeta de la cual resaltaba una delicada y bonita letra con tinta morada.
Con Malik, el joven Ishtar se despertó bastante temprano, incluso sus hermanos aun no empezaban sus quehaceres matutinos por lo que tomó de su escritorio un par de empaques que ya había decorado con lazos dorados y bajó sigilosamente a la cocina: cogió unos cuantos chocolates de los rellenos, puso tres en cada empaque, hizo una notita para sus hermanos y los dejó en la mesa de la cocina. Con una sonrisa regresó a su habitación para arreglarse justó antes de que Ishizu saliera de su cuarto.
Tomó su cetro y lo regresó a su tono reducido, puso también a cargar su móvil pues se había dormido dejando la música sonar toda la noche, luego cogió su ropa y entró al baño. Mientras el agua caliente llenaba la bañera desenredó un poco su pelo para poder lavárselo a conciencia, se metió con tranquilidad en el tibio liquido sintiendo la agradable calidez y como su cuerpo se relajaba, reclinó más la cabeza sumergiendo su cabello; una pequeña sonrisa junto a un ligero sonrojo apareció en su rostro al pensar en el escrito que había plasmado con tinta dorada en la tarjeta de San Valentín que había hecho para Marik, de repente su corazón se agitó un poco y un suave suspiro escapó de sus labios.
-o-
─Buenos días ─saludó Ryou llegando a la puerta del museo encontrándose con Malik, al albino se le notaba su cabello más suave y sedoso que de costumbre, se notaba que lo había peinado a conciencia, estaba vestido con una camiseta blanca manga larga bajo una chamarra celeste con capucha y decorada con nubes blancas junto a unos jeans gris claros y tenis blancos, resaltaba su sortija milenaria y las manillas que le había regalado el egipcio. Sus ojos parecían brillar de forma especial. Cerca de su ojo derecho un pequeño decorado de corazón rojo.
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La Cuenta Regresiva, La Vida sin Ellos
FanfictionContinuación de "No es un adiós, sino un hasta pronto" Tres de los artículos milenarios han regresado a manos de sus dueños, asegurándoles que el destino aún tiene más aventuras para ellos. Tres hikaris que han perdido a sus yamis tendrán la oportun...